El sector del videojuego pide al futuro Gobierno igualarse al cine y la música en deducciones fiscales

La industria solicita la inclusión del término ‘videojuego’ en la Ley de Sociedades, que dispone desgravaciones de hasta el 30%

Un encuentro de jugadores durante la Paris Games Week de 2022.Chesnot (Getty Images)

La definición de cultura es tan amplia como el ser humano. No obstante, para el artículo 36 de la Ley del Impuesto de Sociedades, solo son deducibles las “inversiones en producciones cinematográficas, series audiovisuales y espectáculos en vivo de artes escénicas y musicales”. El sector del videojuego facturó en España 2.012 millones de euros el año pasado y reunió frente a la televisión, el móvil o el ordenador a más de 18 millones de jugadores, según la Asociación Española de Videojuegos (AEVI). Merced a estos datos, AEVI lanzó este jueves sus propuestas al futuro Gobierno, entre las que se encuentra incluir a los videojuegos dentro de los artículos 36 y 39 de la Ley del Impuesto de Sociedades, para poder beneficiarse de las mismas facilidades que los sectores del cine o la música y “promover el desarrollo nacional”.

La norma estipula que estas producciones podrán deducirse hasta un 30% de los costes de producción de las obras, así como generar un 120% de bonificación para la inversión que realice un tercero sobre la cantidad aportada a proyectos culturales.

El último estudio de impacto económico disponible para esta desgravación aplicada a los videojuegos, elaborado por AEVI en 2018, estimó en 154 millones de euros el coste de la aplicación de una deducción efectiva del 20%, frente a los 78,9 millones de euros en deducciones de los que se beneficiaron el resto de sectores recogidos por el artículo 36, según los datos del informe de beneficios fiscales del Ministerio de Hacienda de 2022. No obstante, el censo de estudios desarrolladoras ha aumentado desde los 455 en aquel año a los 605 de 2022 y la facturación ha incrementado un 36%.

La no inclusión de los videojuegos dentro de la Ley se debe a la “falta de voluntad política”, explica Manuel López, abogado y director de la plataforma Incentiva Music especializada en deducciones fiscales culturales. Según explica López, las desgravaciones en Sociedades para la industria cultural tiene un efecto “incentivador muy alto a cambio de un coste insignificante en cuanto a recaudación”. Del mismo modo, anota que en otros ámbitos, como en la música grabada, las reclamaciones del segmento son similar a las del videojuego.

José María Moreno, director general de AEVI, concuerda con el análisis del abogado y explica que, por lo general, los partidos y ministerios están de acuerdo en que la inclusión del término videojuego en el artículo 36 y 39 de la Ley de Sociedades sería “importante”. Sin embargo, Moreno afirma que es el Ministerio de Hacienda el que “no lo ve claro”, ya que argumentan que reduciría la recaudación y serviría de agravio comparativo con otros sectores de la industria cultural con reclamaciones similares, opina.

Contexto

La pujanza del sector en España, no obstante, es notable: es el sexto país europeo en facturación y el octavo del mundo, según DEV, la otra patronal del sector. El director general de AEVI destaca que la inclusión del videojuego es importante para que España no pierda posiciones en el mercado europeo donde, asegura, las facilidades fiscales para la industria son más habituales.

“El desarrollo español está muy bien considerado. Hay talento y cantera. Las empresas vienen, pero seguimos estando en desigualdad de condiciones con respecto a otros países de nuestro entorno, porque cuando se preguntan si poner la empresa en España o, por ejemplo, Francia, hay ayudas que devuelven hasta el 25% de la inversión total”, explica Moreno.

El sector del videojuego en cifras

Ayudas públicas.

En 2013, el 44% de las empresas de juegos españolas había recibido ayudas públicas, mientras que ese dato descendió hasta el 29% en 2021, el último dato disponible en el Libro Blanco del Videojuego 2022.

Coste.

El coste de elaboración de un videojuego en España oscila entre los 419.000 euros de un juego para consolas  con más de 15 meses de trabajo hasta los  94.000 euros y más de 8 meses que cuesta, de media, el desarrollo de uno para teléfono móvil, según se desprende de los datos de DEV. 

Facturación.

El reparto del sector es desigual. El 83% de las compañías de videojuegos españolas son pymes. En lo referente a facturación, el 0,4% de las empresas son responsables de en torno al 30% de la facturación total. Mientras que la mayoría, las que ingresan menos de 200.000 euros al año que representan el 54,5% del total, aportan tan solo el 1% de la facturación total.

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