La inflación en la zona euro frena en marzo al 6,9%, apoyada en la bajada de la energía

La mirada del mercado está puesta ahora en la subyacente, que resiste en cotas históricamente altas y sube

Una tienda en Alemania.picture alliance (dpa/picture alliance via Getty I)

La inflación interanual de la eurozona cayó con fuerza en marzo hasta el 6,9%, muy por debajo del 8,5% registrado el mes anterior. El nuevo dato preliminar publicado por la oficina comunitaria de estadísticas encadena así desde octubre cinco meses de caídas continúas, lo que alimenta la esperanza de que la subida de precios en el área del euro haya tocado techo.

Sin embargo, el alivio puede ser limitado ya que la inflación subyacente (aquella que toma en cuenta a aquellos precios que no están sometidos a una importante volatilidad) se ha mantenido estable. Al excluir los precios de los alimentos y los combustibles, este indicador repuntó levemente del 5,6% en febrero al 5,7% interanual. El alza estuvo impulsada por el incremento en los precios de los alimentos procesados y los bienes industriales, aunque una leve caída en el sector servicios moderó la presión.

Por componentes, según Eurostat, la energía es la gran responsable por la caída del dato general, con una caída de casi un punto porcentual (0,9%) interanual. En el sentido contrario, los alimentos, alcohol y tabaco registran un alza del 15,4% interanual. La preocupación es que este dato es más alto que el registrado en febrero, cuando se limitó al 15%.

Los datos publicados este viernes son levemente mejores que la expectativa de los analistas. La estimación de Bloomberg Economics sostenía que la inflación en la zona euro cerraría marzo en el 7%, a la vez que pronosticaba que la subyacente alcanzaría el 5,7% gracias al alza de los precios de los alimentos. Una encuesta realizada por la agencia de noticias Reuters incluso estimaba que el indicador se situaría en el 7,2%.

En la información por países, Luxemburgo registró otra vez la inflación más baja del bloque comunitario con un 3%, seguido por España con un 3,1%. Frente a la situación de ambos países los Estados con la inflación más alta son Letonia (17,3%), Estonia (15,6%) y Lituania (15,2%).

Francia y Alemania, con perspectivas mixtas

Un poco antes de que la agencia comunitaria de a conocer sus datos, la agencia francesa de estadísticas hizo público los datos nacionales de marzo. El aumento de precios descendió en marzo a su nivel más bajo en seis meses, ayudada por la caída de los precios de la energía. Los precios al consumo subieron un 0,9% en marzo, lo que situó la tasa de inflación interanual en el 6,6%, frente al 7,3% de febrero.

La inflación alemana también disminuyó en marzo debido a la bajada de los precios de la energía, pero, al igual que en Francia, aún así se situó por encima de las previsiones de los analistas. Esto aumenta la presión sobre el Banco Central Europeo para que siga endureciendo su política monetaria.

A pesar de los buenos datos, los analistas se mantienen escépticos sobre el futuro. “¿Ha comenzado el proceso desinflacionista? Creemos que no”, señala una nota del banco holandés ING firmada por su jefe de Macro, Carsten Brzeski. Al caso de la economía alemana, “las presiones subyacentes siguen siendo elevadas y el hecho de que la variación intermensual se situara por encima de las medias históricas no es motivo para alegrarse”, destaca el análisis.

El Banco Central Europeo (BCE) espera que el descenso de la inflación se acelere a partir de la segunda mitad del año, una vez que el aumento de los precios regulados de la energía y el acuerdo sobre los precios de los alimentos queden más atrás. Respecto a la política monetaria, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, ya adelantó que “ni estamos comprometidos a seguir subiendo los tipos ni hemos terminado de hacerlo”.

Sigue toda la información de Cinco Días en Facebook, Twitter y Linkedin, o en nuestra newsletter Agenda de Cinco Días

Sobre la firma

Más información

Archivado En