CaixaBank lanzará su oferta de ‘criptos’ en 2025 y se une a Santander y BBVA
La entidad aguarda la entrada en vigor de la nueva normativa europea y detalla a la CNMV la comercialización de estos productos
El 2025 será el año en que la gran banca comenzará a vender criptoactivos a sus clientes en España. CaixaBank, el primer banco del país, ultima su oferta de estas divisas digitales, lo que permitirá a sus 18 millones de clientes en España a adquirir activos como bitcóin o ethereum, desde la plataforma del banco. La entidad aguarda a que la nueva regulación paneuropea sobre el asunto, MiCa, entre en vigor el 1 de enero para lanzar su oferta, de modo que la nueva normativa les proporcione un marco legal en una inversión muy volátil y que está en el foco de los reguladores.
El banco que preside Jose Ignacio Goirigolzarri está aún diseñando el detalle de su oferta para particulares. En su estrategia considera como público potencialmente interesado al perfil de jóvenes inversores con interés en la tecnología y la innovación. Cuenta, en este aspecto, con una enseña digital orientada concretamente en este público, Imagin, si bien no tiene una decisión tomada si limitará su oferta de criptoactivos a esta plataforma o a todo el banco. Imagin, que tiene 4,3 millones de usuarios, es una plataforma de servicios digitales, financieros y no financieros, orientada a jóvenes menores de 30 años.
La decisión se suma a la tomada por sus competidores en España. El Banco Santander y el BBVA ya ultiman sus plataformas para que, durante el arranque del próximo ejercicio, también ofertar criptos. Esto supondrá que, contando también con CaixaBank, hasta 31 millones de clientes de banca en España podrán invertir en estos activos digitales el año que viene desde la app de su banco.
Por el momento, las entidades financieras aún no han despejado dos cuestiones importantes sobre la comercialización de estos productos. La primera tiene que ver con blindarse de las reclamaciones por las potenciales pérdidas que puedan acarrear para los inversores unos activos cuya volatilidad es elevada. Para ello, las fuentes indican que las entidades estudian importar el espíritu de Mifid, la normativa europea sobre las inversiones en fondos y Bolsa. La idea es someter a los inversores a una especie de test de idoneidad antes de adquirir los criptoactivos —a imagen de lo que plantea Mifid, aunque MiCa no lo hace—, para cerciorarse de que los inversores son conscientes de los riesgos.
Otra alternativa es copiar el modus operandi de los bancos en Reino Unido. Allí los bancos dilatan durante 24 horas el hacer efectiva la orden de inversión de los clientes. La idea es que este periodo de tiempo sirva como periodo de reflexión y permiten revocar las órdenes durante este tiempo.
La otra cuestión en liza es la depositaría de estos activos digitales. Las entidades exploran si hacerlo de forma interna, en sus propios servicios de depositaría, o subcontratar para ello a alguna plataforma especializada en ello. El mercado descuenta que los grandes, como Santander (que cuenta con Caceis, su joint venture en depositaría junto a Credit Agricole), preferirán dar este servicio con sus propios recursos, pero que entidades más pequeñas puedan optar por rubricar acuerdos con terceros. Unicaja, por ejemplo, rubricó la entidad andaluza al comprar el 5% de la plataforma de criptoactivos Bit2Me, con la intención expresada por ambas plataformas de explorar “sinergias de desarrollo de nuevos productos financieros innovadores”.
La CNMV lanzó antes de verano una consulta a las entidades financieras sobre sus planes en criptoactivos, según indican fuentes financieras. Todas ellas respondieron sucintamente al regulador, si bien fueron Santander y BBVA los que detallaron con mayor prolijidad sus planes. Hasta el momento, la oferta de criptoactivos estaba limitada a las fintech, fundamentalmente Revolut y N26, las que cuentan con una mayor presencia en España. De hecho, la primera firma ha ofertado en España una alternativa de compraventa de este tipo de monedas.
El Banco Santander prevé lanzar su oferta de criptos a través de su enseña puramente digital, Openbank, que cuenta con más de dos millones de clientes. Esta entidad ya oferta 13 productos negociados (ETP) que cotizan en la Bolsa alemana. Algunos de estos contratos ofrecen exposición a empresas relacionadas con el mundo cripto, como Coinbase o Nvidia, mientras que otras invierten directamente en criptoactivos sin necesidad de registrarse en un exchange (plataformas de intercambio de divisas online). Además, los clientes de la entidad ya pueden acceder a otras alternativas que van más allá de bitcoin, como cardano, la décima moneda digital en términos de capitalización. Este banco ha declinado hacer comentarios.
Por el lado del BBVA, este banco también se prepara para dar servicios de criptos a sus 11 millones de clientes activos en España. Este banco también oferta ya productos de criptoactivos a través de su filial en Suiza, país que cuenta con una regulación de criptoactivos a pleno rendimiento, así como en Turquía, donde cuenta con su filial Garanti, si bien en este caso solo se dirige a sus clientes de banca privada. La entidad, que comenzó a operar con criptos en Suiza en 2021, ya oferta tres divisas digitales: bitcoin, ethereum y USDC. En 2023, por su parte, lanzó un bono para minoristas que replica la evolución del bitcoin. El servicio de Garanti de Turquía incluye bitcoin, ethereum, USDC, avalancahe y chiliz.
Pese a que estas entidades ya contaban hasta ahora con tímidas incursiones en el panorama de las criptomonedas, la gran banca aguardaba a la entrada en vigor de la regulación europea para lanzar su oferta para particulares. Esta nueva legislación minimiza su riesgo reputacional en unos activos muy volátiles y en el foco de los reguladores. Tras su entrada en vigor, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) recibirá plenos poderes para regular la comercialización de criptoactivos en España, que hasta ahora se circunscribían a un registro contra el blanqueo de capitales del Banco de España.
El movimiento del Santander y del BBVA contrasta con el de algunos de sus competidores. El Banco Sabadell, por ejemplo, ha decidido no lanzarse aún a las criptos. Bankinter, por su parte, sí contaba con un plan para plantear una oferta a través de su enseña digital, Evo Banco, pero que congeló meses después. La propuesta fusión de Bankinter con Evo apunta a que estos planes seguirán en dique seco.
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