CaixaBank lanza una operación para despejar de su balance más de 2.000 millones en créditos al consumo y mejorar su capital
Société Générale es el colocador de los bonos respaldados por préstamos concedidos por la entidad en los últimos cinco años
CaixaBank acelera en titulizaciones. El banco ha puesto en mercado una de más de 2.000 millones, con la que empaqueta préstamos al consumo para reducir riesgos. Se trata de una herramienta que los bancos están usando para liberar su balance y generar capital, además de lograr liquidez.
La entidad ha cerrado un paquete de 2.040 millones de euros en préstamos al consumo concedidos entre 2021 y el presente ejercicio, y se propone venderlos en el mercado en forma de bonos, según un documento registrado en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La entidad financiera ha contratado a Société Générale para que los coloque entre inversores cualificados, pero se ha comprometido a quedarse en el balance aquellos que no pueda vender, que además podrá utilizar como colateral para obtener liquidez del Banco Central Europeo (BCE).
A diferencia de operaciones anteriores, que se retenían íntegramente y se utilizaban como colateral para operaciones de liquidez con el BCE, esta emisión pretende colocar parte del fondo entre inversores para liberar capital regulatorio, explican fuentes del banco. Es decir, el propósito de esta transacción está relacionado con el capital más que con la financiación.
Las entidades financieras están reactivando el mercado de titulizaciones como una fórmula para reducir los riesgos de su balance. Los potenciales inversores, esencialmente fondos de inversión, compran los bonos respaldados por esos préstamos, las entidades rebajan sus activos ponderados por riesgo, mejoran sus ratios de capital y cuentan con margen adicional para inyectar dinero en la economía. Ya lo hizo el Santander la semana pasada con una cartera de préstamos hipotecarios por 750 millones de euros, en parte formada por créditos heredados por el Popular y por Banesto.
Ahora, CaixaBank ha agrupado créditos al consumo elegibles por un total de 2.600 millones de euros, de manera que la entidad respalda los bonos que emitirá por los mencionados 2.040 millones con un colchón de 560 millones de euros adicionales. La cartera suma cerca de 300.000 créditos que pagan un tipo de interés medio del 7,4%, y la mayor parte de ellos han sido concedida durante el año pasado (37%) y el actual (44%).
Société Générale se encargará de vender los bonos a inversores institucionales, si bien CaixaBank se ha comprometido a adquirir aquellos que no sean suscritos. La buena noticia para el banco que dirige Gonzalo Gortázar como consejero delegado es que, en principio, podrá emplear esa deuda que eventualmente mantenga en su balance como garantía para lograr liquidez en el BCE.
El objetivo es que los bonos clase A –de los que se emiten 1.717 millones de euros– “sean reconocidos como garantía admisible para las operaciones de política monetaria y de crédito intradía del eurosistema”, se detalla en el documento enviado a la CNMV. Esa deuda cuenta con una calificación de triple A, la más alta posible, de acuerdo a la agencia de calificación crediticia Moody’s. Retener una parte de los títulos permite al banco seguir utilizándolos como colateral de alta calidad para posibles operaciones de liquidez con el BCE, lo que proporciona flexibilidad y mejores condiciones de financiación si fuera necesario, señalan fuentes de la entidad.
En los últimos tiempos, las transmisiones significativas de riesgo (SRT, por sus siglas en inglés) han mutado hacia su vertiente sintética, en la que las entidades trasladan al inversor el riesgo a través de derivados (como los credit default swaps o CDS), pero siguen contabilizando el activo en su balance con la diferencia de que no destinan capital para su cobertura. En cambio, la titulización tradicional implica la transferencia económica de los activos a través de su venta en mercado, como la que plantea ahora CaixaBank.
CaixaBank ha creado un equipo para acelerar las SRT con cerca de una docena de banqueros de diferentes áreas, según explicó el director financiero de la entidad, Javier Pano, en una entrevista concedida a Bloomberg a finales del pasado noviembre. El directivo avanzó que el banco ya ha realizado dos operaciones de este tipo por unos 4.000 millones de euros en préstamos este año y que está trabajando en otras dos de tamaño similar. Esto implicaría que la cantidad total de transferencias se elevaría a 8.000 millones de euros, cuadriplicando el importe del pasado ejercicio.
A cierre del tercer trimestre, los activos ponderados por riesgo de CaixaBank ascendían a 243.688 millones de euros, con una subida del 5% en los últimos 12 meses. Los créditos al consumo concedidos por la entidad a particulares se situaban en esa fecha en 23.171 millones de euros, con un crecimiento cercano al 9% en el año, por encima del alza del 4% de los préstamos destinados a la adquisición de vivienda.
La entidad liderada por Gonzalo Gortázar sabe que la cesión de riesgo es una palanca para impulsar su solvencia –reduciendo los activos ponderados por riesgo–, medida a través de la ratio de máxima calidad (CET1), que se situaba a cierre de septiembre en el 12,4%, en línea con el actual plan estratégico de la entidad 2025-2027, que establece un rango de entre el 11,5% y el 12,5%.
