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Kering vende su división de belleza a L’Oréal por 4.000 millones de euros

El consejero delegado Luca de Meo lleva a cabo un giro estratégico a los pocos meses de su llegada al cargo

El grupo de lujo Kering, dueño de firmas como Gucci o Balenciaga, ha llegado a un acuerdo para la venta a L’Oréal de su negocio de belleza, incluyendo la línea de perfumes Creed, por un precio de 4.000 millones de euros. La venta supone un cambio de rumbo en la estrategia de la compañía, pocos meses después de la llegada del nuevo consejero delegado, Luca de Meo (ex CEO de Renault), en un intento de revertir la débil situación del gigante francés del lujo.

El acuerdo vinculante, cuyo cierre se espera para el primer semestre de 2026, comprende la adquisición por parte de L’Oréal de Creed, comprada por Kering hace solo dos años por 3.500 millones. Ambas compañías también anunciaron un acuerdo de colaboración para crear y distribuir fragancias y productos de belleza para las marcas Gucci, Bottega Veneta y Balenciaga de Kering. Kering otorgará a L’Oréal licencias exclusivas por 50 años para el desarrollo de perfumes y productos de belleza para estas marcas.

“Creemos que vender Kering Beauté aproximadamente al mismo precio pagado por Creed hace dos años es una solución amarga, pero necesaria”, señalan a Reuters los analistas de Bernstein. Las acciones de Kering suben cerca del 4% en Bolsa este lunes, tras conocerse el acuerdo, y la compañía acumula un alza de un 87% desde que el pasado 16 de junio se anunció que De Meo sería nombrado nuevo CEO. L’Oréal, por su parte, gana un 1,4% este lunes, con lo que sube del 9% en los últimos 12 meses.

Esta operación revierte el plan anterior de la compañía de artículos de lujo de consolidarse y tomar el control directo de su segmento de belleza y cosmética, así como la entrada en el segmento de fragancias de alta gama, donde sus rivales Hermes y LVMH Moët Hennessy Louis Vuitton han tenido una sólida evolución.

“Esta alianza estratégica marca un paso decisivo para Kering”, declaró Luca de Meo, consejero delegado de Kering. De su lado, Nicolas Hieronimus, consejero delegado de L’Oréal, comentó que la incorporación de estas marcas complementa el portafolio actual de la empresa.

La colaboración de Kering con L’Oréal es el primer movimiento estratégico significativo bajo la dirección de De Meo, quien tomó posesión de su cargo en septiembre para sustituir a François-Henri Pinault, tras una serie de rebajas de expectativas de los beneficios del grupo de lujo fundado por su padre, François Pinault. Los Pinault siguen siendo los accionistas mayoritarios de Kering, con una participación del 42% en el capital y el 59% de los derechos de voto.

Aunque se espera que De Meo revele su plan estratégico la próxima primavera, el directivo está tomado decisiones con rapidez para intentar modernizar la estructura y operaciones de la compañía. Desde que asumió el cargo, ha visitado tiendas y plantas de fabricación, y se ha reunido con los equipos comercial y creativo.

Kering se enfrenta a una caída de la demanda china y a la amenaza de un aumento de los aranceles estadounidenses. La elevada carga de deuda del grupo también ha generado inquietud entre los inversores, y De Meo ya ha comunicado a los accionistas que sus principales prioridades incluirán la reducción drástica de la deuda y los costes. El pasivo neto de Kering aumentó un 24% hasta los 10.500 millones de euros a finales del año pasado.

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