Italia recibe diez ofertas por la que llegó a ser la primera siderúrgica de Europa
Los dos grupos que inicialmente tenían más opciones, Baku y Jindal, se retiraron en el último momento

Italia ha recibido 10 ofertas de adquisición de la antigua planta siderúrgica de Ilva, situada en la ciudad costera de Tarento (Puglia), pero solo dos de los postores están interesados en comprar todos los activos de la compañía, según un comunicado difundido este sábado por el fabricante de acero nacional Acciaierie d’Italia. En un golpe para el Gobierno, los dos grupos que inicialmente eran favoritos para llevarse la licitación, Baku Steel Company de Azerbaiyán que trabaja con Azerbaijan Investment Company y Jindal Steel International de India, se retiraron. Los dos postores que siguen interesados en adquirir la totalidad de Ilva son Bedrock Industries, una empresa de inversión privada estadounidense, y un consorcio que incluye a la firma estadounidense de capital privado Flacks Group y la comercializadora de acero eslovaca Steel Business Europe. Ocho ofertas adicionales, incluidas las de Renexia (Toto Group), Industrie Metalli Cardinale y Marcegaglia, se centraron en activos individuales propiedad de Ilva.
Ilva fue en su día la planta siderúrgica más grande de Europa, pero durante mucho tiempo se ha visto perjudicada por una mala gestión y por la preocupación social por su impacto ambiental. Ha enfrentado años de turbulencias financieras, y el Estado italiano ha tenido que intervenir inyectando fondos repetidamente para mantenerla a flote, apelando a su importancia estratégica.
Los medios italianos informaron que Baku Steel abandonó sus planes de inversión después de que la oposición local hubiera impedido el despliegue de un buque regasificador necesario para su proyecto de alimentar los hornos eléctricos con este combustible, lo que haría el proceso más respetuoso con el medio ambiente.
La última ronda de licitación en la que se tenían que aclarar las ofertas cerró a las doce de la noche de este viernes. Acciaierie d’Italia afirmó que sus comisionados necesitarían un plazo adecuado para examinar todas las ofertas, centrándose en aspectos laborales, descarbonización y montos de inversión para garantizar el desarrollo sostenible de la planta.
El sindicato italiano de trabajadores metalúrgicos UILM declaró en un comunicado que la licitación ha sido un fracaso total, añadiendo que los dos fondos de inversión que pujaban por todos los activos de Ilva carecían de credibilidad industrial. “Para evitar el cierre total de la antigua Ilva y un desastre ambiental, laboral y económico sin precedentes, solo hay una salida: la nacionalización”, declaró la UILM.