AGC Pharma invierte 110 millones de euros para ampliar su planta en Malgrat de Mar (Barcelona)
La multinacional japonesa inaugura la nueva fábrica en la que desarrollará principios activos para terceros, un negocio clave para la industria farmacéutica europea


España, y Cataluña en particular, se sigue afianzando como polo de atracción para la inversión extranjera de la industria farmacéutica. Este martes la multinacional japonesa AGC Pharma Chemicals ha inaugurado la ampliación de la fábrica en Malgrat de Mar (Barcelona) que compró a Boehringer Ingelheim en 2019. En esta planta, la compañía ha desembolsado una inversión de 110 millones de euros, 20 millones más de lo anunciado inicialmente. La empresa prevé que con esta ampliación, que se ha culminado un año más tarde de lo previsto, podrá incrementar la producción un 30%. En esta fábrica AGC Pharma Chemicals produce principios activos para medicamentos de terceras compañías. Este negocio, llamado Organización de Desarrollo y Fabricación por Contrato (CDMO, por sus siglas en inglés) es uno de los pilares de la industria farmacéutica, y su localización en Europa es clave en el marco de la búsqueda de autonomía estratégica de la Comisión Europea.
La fábrica, ubicada a solo unos pasos de la playa cerca de la localidad barcelonesa de Malgrat de Mar, empezó a andar en los años sesenta ya bajo la batuta del grupo alemán Boehringer Ingelheim, bajo el nombre de Malgrat Pharma Chemicals. En 2015, la compañía decidió emprender una nueva estratégica y desprenderse de algunos activos para centrarse en sus principales líneas de negocio. En este giro entraba la venta de la fábrica de Malgrat, que culminó en 2019 con el traspaso de la planta a AGC Pharma Chemicals, una de las 190 compañías que conforman el conglomerado japonés AGC. En 2022, la compañía nipona, cuya única sede de la división farmacéutica fuera de Japón está en Cataluña, anunció que ampliaría la fábrica para incrementar su producción. El incremento de los costes a causa de la guerra de Ucrania y de la presión de la guerra comercial sobre las cadenas de suministro obligó a aumentar el presupuesto inicial hasta los 110 millones de euros.
El principal cliente de la planta de Malgrat sigue siendo Boehringer, en un movimiento que han llevado a cabo muchos grandes grupos farmacéuticos, de externalizar la fabricación de los principios activos y los ingredientes esenciales que componen los medicamentos. “La inauguración de esta ampliación es un hito que marca un paso atrevido hacia el futuro”, ha expresado Daniel Marquardt, vicepresidente de Boehringer, en el acto celebrado este martes. Jun Kurihara, consejero delegado de AGC Pharma Chemicals en Europa, ha expresado que esta planta “es un símbolo de nuestro compromiso con la salud y de nuestra contribución con Cataluña”.
“Esto es solo el inicio, estamos preparados para continuar investigando, creciendo y marcando la diferencia aquí, en Cataluña”, ha añadido. Hideyuki Kurata, el vicepresidente de tecnología del grupo AGC, se ha mostrado “muy contento” ante la nueva etapa, y ha recordado que “Cataluña tiene mucha gente con talento y un ecosistema industrial y científico”. En el tiempo en el que AGC lleva en Malgrat, el equipo de I+D de la planta ha pasado de siete a 39 trabajadores, según ha explicado la empresa.
Al acto han participado el consejero de Empresa y Trabajo, Miquel Sàmper, la alcaldesa de Malgrat de Mar, Sònia Viñolas, y la cónsul general del Japón en Barcelona, Akiko Shikata. Todos ellos han insistido en la estrecha colaboración entre las empresas japonesas y catalanas. Sàmper ha dado las gracias a los responsables de la empresa: “Que con más de 50.000 trabajadores en el mundo hayan decidido que la única sede fuera de Japón sea en Barcelona, es de agradecer”.
La nueva fábrica, dotada de la última tecnología y con vocación de ser sostenible —toda una pared está cubierta de paneles solares, y la empresa explica que recicla al máximo los deshechos líquidos que salen de los procesos químicos— tiene 7.500 metros cuadrados y en total la empresa AGC en Malgrat cuenta con 360 trabajadores. Desde que los japoneses compraron la fábrica, se han contratado 80 empleados cualificados. En este lugar se fabrican los ingredientes esenciales que componen los medicamentos contra el cáncer y las enfermedades raras, y con la nueva planta se ha incrementado la capacidad de producción un 30%. “Hemos construido esta fábrica con la opción de duplicar las instalaciones cuando necesitamos aumentar otro 30% más la producción”, explica Ana Pilar González, jefa de operaciones de AGC Pharma Chemicals.
Según González, el compromiso por asegurar un “suministro seguro y eficaz” de los principios activos para medicamentos se reforzó con la pandemia, cuando la Unión Europea se dio cuenta de la fragilidad de las cadenas de suministro y de la necesidad de tener mayor autonomía estratégica.
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