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El ICO lanza una nueva línea de financiación de 1.000 millones de euros para pymes

El crédito irá destinado a empresas con obstáculos a los préstamos bancarios como fuertes inversiones en intangibles o niveles altos de deuda

El Instituto de Crédito Oficial (ICO), dependiente del Ministerio de Economía, ha lanzado este viernes una nueva línea de financiación dirigida a las pymes que encuentran mayores dificultades para acceder al crédito bancario. Los obstáculos suelen concentrarse en las empresas con fuertes inversiones en intangibles o niveles altos de deuda, según explicaron fuentes del ICO en un encuentro este jueves con la prensa. El plan cuenta con una dotación inicial de 1.000 millones de euros y lleva el apellido “digital” porque la tramitación del crédito se realizará íntegramente online.

Desde el instituto señalan que los bancos son especialmente reticentes a conceder préstamos a compañías con deuda media-alta. El ICO calcula que unas 250.000 de las 650.000 empresas que tiene registradas afrontan problemas de acceso al crédito. Se trata de firmas con calificaciones crediticias más bajas y probabilidades de impago de entre el 2% y el 6%. “Es ahí donde el ICO debe hacer un esfuerzo y puede contribuir a reforzar la competitividad de las compañías españolas”, sostienen. La falta de financiación privada a estas empresas, afirman, es un problema estructural del mercado.

Otra de las dificultades habituales de las empresas es conseguir financiación para activos intangibles, por la incertidumbre de sus retornos. Desde el ICO ponen un ejemplo: una compañía quiere introducir su negocio en un nuevo mercado extranjero y encarga un estudio para evaluar su viabilidad. Ese estudio, un gasto intangible, implica un riesgo elevado. ¿Por qué? Puede tener como resultado que el mercado extranjero no sea adecuado para el negocio y dejar la inversión sin retorno. Sin ese tipo de estudios, advierten, las empresas españolas pierden competitividad en el extranjero.

El proyecto arranca con 1.000 millones de euros con los que el ICO se ha marcado el objetivo de llegar a unas 10.000 empresas, a una media de 100.000 euros por compañía. Para alcanzar esa meta, el instituto ha diseñado un sistema digital que permitirá que la solicitud, la tramitación y la concesión del crédito se realicen íntegramente a distancia. Las compañías deberán presentar una memoria técnica del proyecto —explicar para qué quieren el dinero—, tener las cuentas anuales de los dos últimos ejercicios auditadas o bien contar con un aval público, además de acreditar una antigüedad mínima de cuatro años. El ICO cruzará la información de los solicitantes con los datos de organismos como la Agencia Tributaria, el Banco de España o la Seguridad Social, con el objetivo de agilizar los trámites.

A medio plazo, la entidad espera alcanzar los 50.000 clientes y los sectores de los potenciales beneficiarios no se ciñen a ningún sector en específico. Se trata, indican, de una línea de crédito “transversal”. La iniciativa no está dirigida a autónomos, sino a sociedades mercantiles.

El crédito estará referenciado al Euríbor más un margen del 1,75%, que podría bajar hasta el 0,75% si la empresa aporta avales. El ICO establece un riesgo límite que está dispuesto a asumir: si la empresa tiene una pérdida esperada superior al 1%, el préstamo no se concederá. Será el propio instituto quien calcule esa pérdida a partir de la información disponible de la empresa y de modelos econométricos desarrollados internamente. “Debe haber una lógica económica en todas las decisiones del ICO y preservar el dinero del contribuyente”, señalan.

Aunque, como dicen, el ICO debe preservar el dinero del contribuyente, también consideran que tienen la misión de absorber parte del riesgo asociado a determinados negocios. “La herramienta nace con la idea de que la entidad pública asuma más riesgo en grupos de empresas que a la banca privada le cuesta llegar”. Además, explican, la asunción de riesgo por parte de la entidad pública atrae capital privado.

Las selección de empresas estará acotada por abajo por el tipo de interés que ofrezcan las entidades bancarias y por arriba por el umbral de riesgo. “Será el tipo de interés el que seleccione a los clientes”. Estos créditos, insisten, no pretenden competir con la banca privada, sino complementarla. “Si la banca privada te ofrece menos, no necesitas al ICO”. La financiación contará con plazos de amortización de entre cinco y diez años. “Este plan es una política de estado que busca solucionar un problema estructural y no obedece a una situación de crisis como en 2008″, subrayan.

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