Austria demanda a Lidl y otros supermercados por un supuesto engaño en los descuentos
En unas recientes auditorías específicas realizadas en el país se descubrieron “precios promocionales inexactos”


El Gobierno de Austria ha presentado demandas contra las principales cadenas de supermercados del país, incluida Lidl, por supuesto engaño a los clientes al promocionar descuentos de alimentos y otros productos.
En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Sociales y Protección al Consumidor informó este jueves de que ha interpuesto, a través de la Asociación para la Información al Consumidor (VKI), demandas contra Billa, Spar, Hofer y Lidl tras observar una falta de transparencia en la presentación de los precios con descuento.
Tal y como explica Europa Press, en unas recientes auditorías específicas realizadas en las citadas cuatro cadenas de supermercados, se descubrieron “precios promocionales inexactos”, de forma que los descuentos eran en realidad menores que los anunciados, explicó Petra Leupold, experta del VKI, a la radio pública ORF.
Esos casos incumplen la Ley de Etiquetado de Precios, que entró en vigor en 2022 para garantizar que las campañas de descuentos no se inflen artificialmente ni induzcan a error a los consumidores.
Según dicha normativa, si se hacen diversas promociones de un mismo producto en un corto periodo de tiempo, por ejemplo, debe poder compararse el precio con el más bajo de los últimos 30 días, lo que suele ser el importe de la primera rebaja.
En caso de no estar visible dicho precio y de usarse como comparación un aparente ‘precio normal’ —uno anterior o uno que fue aumentado brevemente tras la primera promoción— se puede estar induciendo a la impresión de un gran ahorro que no lo es tanto.
En cuanto a la publicidad de los productos rebajados, el Ministerio de Asuntos Sociales ha indicado que no se debería permitir publicitar un descuento si no se indica correctamente el precio mínimo de los 30 días anteriores.
“Está prohibido vender un paquete de café a siete euros en lugar de los 14 euros anteriores y anunciar un descuento del 50% cuando hace dos semanas se vendía a seis u ocho”, recordó Leupold.
La ministra de Asuntos Sociales y Protección al Consumidor, la socialdemócrata Korinna Schumann, defendió que los precios deben ser “comprensibles y justos para todos”, especialmente porque “la gente lleva años sufriendo los altos precios”.
Además de sufrir una recesión por tercer año consecutivo, Austria lleva meses registrando la mayor inflación de la Eurozona. En julio, la tasa interanual fue del 3,7%, cuando en el resto de los países que usan el euro se situó en una media del 2%.
Los consumidores de la república alpina afrontaron un aumento aún mayor, del 5,2%, en los precios de alimentos y bebidas no alcohólicas. Los elevados precios han desatado un debate sobre la posibilidad de que el Gobierno intervenga para limitar la carestía, que en parte es atribuida al dominio del mercado local que tienen unas pocas empresas, entre ellas las ahora demandadas.

