La junta de Wallapop vota a favor de la oferta de Naver bajo la amenaza de impugnación de minoritarios
Inversores favorables y contrarios a la propuesta de 600 millones del grupo coreano discrepan sobre las mayorías necesarias para el derecho de arrastre


La junta de accionistas de la popular startup Wallapop se ha reunido este viernes en Barcelona para analizar la oferta de compra de 600 millones de euros del grupo surcoreano de internet Naver, uno de los accionistas de referencia a través de su vinculación con el fondo C-Fund-Korelya, con cerca de un 30% del capital. Una transacción que ha provocado un fuerte malestar durante los últimos días entre algunos inversores, según adelantó este periódico el pasado 17 de julio, al valorarse la empresa muy por debajo de los 806 millones establecidos en la última ronda de financiación, realizada a principios de 2024, en la que se dio entrada al Instituto de Crédito Oficial (ICO). Es decir, 206 millones por debajo.
Fuentes del mercado señalan que la operación se ha aprobado en la junta de Wallapop, con el voto a favor de la mayoría de los accionistas, encabezados por los fondos Accel e Insight WP, que suman más de un 28% del capital, pero con el voto en contra del fondo 14W, titular de un 18% de las acciones, y otros socios minoritarios. A su vez, el ICO y otros pequeños accionistas se han abstenido, según coinciden otras fuentes conocedoras.
El proceso, de todas formas, no está tan claro. Hasta el momento, C-Fund-Korelya no habría ejercido el voto sobre la operación, ante el posible conflicto de interés, dada su vinculación a Naver. De todas maneras, el fondo tendría de plazo para votar hasta la medianoche, tal y como está estructurado el proceso de votación. Al cierre de esta edición no se conocían los resultados finales de la votación.
En este escenario, con el ICO absteniéndose y sin el voto favorable de C-Fund-Korelya, la operación de venta con el derecho de arrastre al conjunto de los inversores de la compañía no saldría adelante.
Algunos de los accionistas críticos con la oferta de Naver han advertido de que deben darse las mayorías exigidas en el pacto de socios de Wallapop para que se apruebe el derecho de arrastre. Estos inversores, que restan importancia al papel de la propia junta de accionistas (en su opinión se ha hecho para que todos los socios tuvieran conocimiento de los detalles de la transacción), están dispuestos a iniciar acciones legales si se aprueba.
Fuentes del sector señalan que, tal y como están fijados los acuerdos del pacto de socios de Wallapop, debe haber una mayoría de más del 50% de las acciones tipo G con derecho a voto, mayoría de más del 50% en las acciones ordinarias y mayoría de más del 50% en las participaciones preferentes. En su opinión, Korelya, que posee más del 50% de las acciones G, no puede votar el derecho de arrastre, por su conflicto de interés con Naver.
A su vez, aseguran que el ICO es titular del resto de las acciones G, y ha optado por la abstención. Según estos inversores, el derecho de arrastre no se puede ejercitar válidamente, al no cumplirse los requisitos establecidos en el pacto de socios. Además, advierten de que se reservan el derecho a no firmar el contrato de compraventa del 100% de Wallapop en las condiciones de la oferta de Naver.
Las incógnitas, en cualquier caso, siguen abiertas y no se descarta que la operación se acabe resolviendo en los tribunales. Ahora bien, tampoco sería descartable la alternativa de una negociación, tal y como han reclamado algunos inversores, con una posterior mejora de la oferta de compra, que acercase la valoración a las últimas rondas de financiación que ha llevado a cabo la compañía.
En términos generales, Wallapop se ha convertido durante los últimos años en una de las startups tecnológicas españolas más populares, gracias a su plataforma de compraventa de productos de segunda mano. La firma, además, es uno de los candidatos a convertirse en unicornio, que es como se llama a las startups que alcanzan un valor de 1.000 millones de euros. En el sector, además, se considera que es un aspirante a salir a cotizar en los próximos años en la Bolsa española que, además, carece de valores relacionados con el sector de internet.
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