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La propietaria del hotel okupado en Tenerife lanza un SOS: “Una mafia está alquilando mis habitaciones”

El hotel Callao Sport, situado en el municipio de Adeje y cerrado desde la pandemia, está okupado desde febrero y la propiedad denuncia su desamparo frente a la justicia

Foto de archivo de la piscina del hotel Callao Sport, en Adeje (Tenerife)
Carlos Molina

Fue Ashotel, la patronal hotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro, la que lanzó la última señal de alarma en un comunicado remitido el pasado miércoles. El hotel Callao Sport, situado en el municipio tinerfeño de Adeje, se encuentra ocupado desde el pasado mes de febrero y la familia propietaria del inmueble se puso en contacto con la patronal para denunciar la situación de indefensión en la que se encuentra. En una conversación con Cinco Días, Margarita Domínguez, administradora de la empresa familiar propietaria del activo, reconoce que tras la ocupación, presentaron una denuncia en el juzgado número dos de Arona, que fue desestimado por el juez al considerar que en la okupación del hotel no había indicios de criminalidad y que no concurrían las circunstancias para proceder al desalojo.

Posteriormente han presentado una demanda civil, otro recurso ante el mismo juez que también ha sido desestimado y una tercera demanda ante la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife. “Nuestro asesores legales nos han dicho que esta última se puede demorar al menos otros seis meses y eso es mucho tiempo para una situación que empeora cada dia”, recalca Domínguez, que precisa que la okupación empezó en el mes de febrero con 70 personas y ahora hay más de 300 conviviendo en las instalaciones deterioradas del hotel. “Una mafia está alquilando mis habitaciones y se está lucrando con ello. Pagan en función de la estancia, pero casi ninguno vive en una situación de emergencia social”. Una consideración corroborada por fuentes municipales consultadas por este periódico, que apuntan a que los servicios sociales han detectado al menos, una pareja procedente de Venezuela, que tuvo que abonar 2.800 euros para asegurarse plaza en el hotel.

La propietaria del hotel carga contra el juez que ha desestimado por dos veces sus recursos. “Hay agresiones y robos con mucha frecuencia, ha aparecido un cadáver en un barranco cercano, el clima de inseguridad ha crecido en la zona. Es alucinante que un juez, desoyendo los informes de la Policía Local y de la Guardia Civil, asegure que no hay indicios de criminalidad y que no se dan las circunstancias para el desalojo”, remarca. Un relato con el que discrepan las fuentes municipales consultadas por Cinco Días, que confirman que en las primeras semanas hubo incidentes, como incluso el robo de material y elementos decorativos del hotel para su posterior venta, que desaparecieron cuando se reforzó la presencia policial. “Sigue habiendo incidentes y gente chunga, pero mucho menos por la mayor presencial policial”.

Domínguez confirma que el hotel abrió sus puertas en 2009, como un establecimiento de cuatro estrellas, con 92 habitaciones, y con una fuerte dependencia del mercado emisor francés. Así transcurrió, siempre según su relato, hasta la llegada de la pandemia, en marzo de 2020, en la que cerró obligada por las medidas sanitarias aprobadas por la pandemia y reabrió en julio de 2020. “Fue una decisión equivocada y en octubre, dada las dimensiones del hotel y la ausencia de ayudas directas no reembolsables, no pudimos hacer frente y cerramos en octubre de 2020. Desde esa fecha optamos por ponerlo a la venta”.

Cuatro años parece un plazo más que razonable para haber vendido el activo, coincidiendo además con el momento más boyante de la historia de la inversión hotelera en España, que tocó techo en 2023 con 4.248 millones de euros. “La pandemia dejó sin liquidez a muchos inversores y las ofertas no empezaron a moverse hasta 2022. El problema que hemos tenido con las distintas ofertas que hemos recibido es que no han fructificado, ya que el precio ofrecido nunca nos cuadraba”. Fuentes de una consultora inmobiliaria precisan que el precio objetivo fijado por los dueños del hotel Callao Sport, en torno a 20 millones de euros, “está completamente fuera de mercado”. Domínguez rechaza esa estimación. “Si solo se coteja el precio catastral se concluye que el precio es bastante inferior”.

Sobre la firma

Carlos Molina
Periodista de la sección de Empresas, especializado en hoteles, turoperadores, agencias de viajes y aerolíneas. Trabajó en la sección de Especiales entre 2001 y 2005 y escribió sobre comercio exterior, política económica y macroeconomía en la sección de Economía entre 2005 y 2015. También ha trabajado en ABC, Interviú y el diario Mediterráneo.
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