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La siderurgia advierte que los aranceles de Trump ya han provocado la cancelación de pedidos

Unesid teme además que el producto que no entre en Estados Unidos ‘rebote’ hacia Europa

Tubos de acero que se exportan a Estados Unidos.

Los nuevos aranceles del presidente de Estados Unidos (EE UU), Donald Trump, al acero y al aluminio (se han duplicado, hasta el 50%), ya tienen consecuencias. Desde Unesid, la asociación que integra al sector siderúrgico de España, alertan que el blindaje a las importaciones impuesto desde este miércoles por el inquilino de la Casa Blanca ya ha provocado la cancelación de pedidos en curso.

Además, en Unesid temen que el acero no europeo que no logre entrar en Estados Unidos tenga un efecto rebote y busque su venta en la eurozona. Unas exportaciones hacia la UE que en la asociación creen que pueden ser “masivas”.

El nuevo problema que llega de Estados Unidos afecta a los productos que ya estaban en tránsito y que todavía no habían cruzado la frontera de EE UU. Carola Hermoso, directora general de Unesid, ha manifestado que las empresas califican la decisión de Trump de “inesperada y alarmante”. Porque ese arancel del 50% supone en la práctica “el cierre del mercado estadounidense” para los productos siderúrgicos fabricados en Europa.

El arancel anterior del 25% permitía, “con dificultad, cubrir el sobrecoste”, al compartirlo con los clientes. Para Hermoso, “el impacto económico es enorme, de miles de millones de euros en pérdidas para la industria europea”.

Malas noticias también para el propio mercado estadounidense, según Hermoso, porque los precios en ese mercado “ya están subiendo y se están paralizando inversiones”. Lo que a su juicio implica que el país “está entrando en un proceso inflacionario severo”.

La directora general de Unesid concluye que la nueva decisión de Donald Trump “no solo es injusta, es también perjudicial” para las economías tanto de Europa como de Estados Unidos. Reiteró que “necesitamos responsabilidad, visión a largo plazo y cooperación”.

Desde Unesid reclaman una reactivación del “diálogo trasatlántico”, para que Europa y Estados Unidos “avancen hacia una negociación ágil y efectiva”. Con el objetivo de crear un frente común frente a los problemas que comparten ambos mercados. Desde la sobrecapacidad de la industria a nivel mundial, hasta la presión en precios de terceros países y la necesidad de asegurar las cadenas de suministro.

Estados Unidos importa 27 millones de toneladas de acero al año, lo que tan solo cubre el 28% de su consumo. El blindaje de Trump sube la presión a la UE, que ya sufre un aumento de las importaciones de acero, sobre todo de siderurgias de Asia. Unesid critica que estos productores no cumplen con los estándares de seguridad laboral y medioambientales que imponen las autoridades de Bruselas, un marco normativo que impone un sobre coste en la producción. Así que el mercado europeo puede verse “inundado” de acero no sostenible.

La industria de España exporta al año más de 250.000 toneladas de acero a Estados Unidos, que tienen un valor superior a los 400 millones. El cierre de este mercado “supone un golpe directo a las empresas, que en muchos casos dependen de este mercado para su viabilidad”. Por ejemplo, Tubos Reunidos, que consigue el 45% de sus ingresos en este país.

Además, Unesid insiste en que la siderurgia europea sigue perdiendo peso a nivel mundial. Su cuota se ha desplomado del 21% al 6,5%, pese a que el consumo de acero en la UE se ha mantenido estable.

La asociación exige una actuación “inmediata y contundente” de las autoridades comunitarias, porque “Europa corre el riesgo de perder definitivamente una industria estratégica”. Una respuesta que pasa por la creación de nuevos instrumentos de defensa comercial ”eficaces y permanentes", frente a “prácticas desleales” de fuera de la UE.

La industria ya tiene su propia presión por un exceso de capacidad a nivel mundial.

 

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