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Cirsa dispara un 21% el beneficio hasta marzo y reduce deuda tras aparcar la salida a Bolsa

El grupo de juego elevó un 12% sus ingresos netos en el primer trimestre hasta los 576,7 millones de euros

Cirsa
Javier García Ropero

Cirsa, el grupo de juego propiedad del fondo Blackstone, sigue elevando sus cifras y beneficios mientras espera la ventana adecuada para cotizar en Bolsa. La compañía obtuvo sus mejores resultados en un primer trimestre, con un beneficio neto que alcanzó los 18,7 millones de euros, un 21% por encima de lo visto en el mismo periodo del año anterior. El ebitda se situó en 178,8 millones, un 9,1% más

Mejoras en la rentabilidad que están impulsadas por el crecimiento de los ingresos, algo que durante los tres primeros meses del año se produjo en todas sus unidades de negocio. Especialmente en el juego online, que se disparó casi un 55% hasta los 131,1 millones, tras consolidar los resultados de Apuesta Total, el operador peruano que adquirió a mediados del año pasado, y de Casino de Portugal, otra de las últimas adquisiciones del grupo. Sin tener en cuenta este crecimiento inorgánico, la mejora de ingresos en el juego online fue del 10%. Este segmento ya representa el 22,7% de los ingresos netos del grupo, cuando en el mismo periodo de 2024 ese porcentaje era del 16,5%.

Cirsa también destaca el buen desempeño del negocio de máquinas recreativas en España, con un avance del 8,3%, subrayando el avance en el negocio a empresas, en el que Cirsa “mantiene una sólida posición de liderazgo en el mercado español, gracias al excelente rendimiento de los productos recientemente lanzados”.

En general, el grupo de juego propietario de Sportium explica que su diversificación geográfica le permitió compensar la negativa evolución de los tipos de cambio y cumplir con las previsiones de crecimiento trazadas para el periodo. “Incluso hemos experimentado un fuerte crecimiento en todas las unidades de negocio pese al impacto macroeconómico, temporal y limitado, en México y Panamá por las medidas anunciadas por la nueva administración estadounidense”, dice Cirsa en referencia a la política arancelaria de la administración Trump.

Unos impactos macroeconómicos que han explicado el nuevo retraso que la compañía ha experimentado en sus planes de salida a Bolsa, que sigue sin fecha concreta. En su informe trimestral de resultados, Cirsa vuelve a repetir su mensaje habitual: la operación “continúa siendo una opción y su ejecución, y sus fechas potenciales, dependerán de las condiciones del mercado para asegurar una valoración óptima de la compañía”.

Entre tanto, la compañía ha reducido parte de su apalancamiento después de refinanciar a principios de mayo un tramo de su deuda. En concreto, el vehículo con el que Blackstone controla indirectamente el 100% de Cirsa, LHMC Finco 2, lanzó una emisión de bonos de 600 millones de euros para amortizar una emisión previa que vencía en octubre, por un importe de 327 millones de euros. Los otros 273,1 millones los inyectó en la propia Cirsa, que a su vez los ha utilizado para cancelar otros bonos por 240 millones y el repago de otra deuda de 30 millones más. Esto ha implicado que el ratio de apalancamiento se haya reducido hasta 3,3 veces el ebitda.

Sobre la firma

Javier García Ropero
Redactor de la sección de empresas, especializado en distribución, gran consumo y economía del deporte. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Especialista en información económica de la UIMP. Desarrolla su carrera en CincoDías desde 2011 tras haber pasado por El Mundo y Vocento.
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