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Pepsico rebaja sus previsiones de beneficio por culpa de la guerra comercial

La compañía dirigida por el español Ramón Laguarta alerta de la incertidumbre comercial y del aumento de coste de los suministros

Botellas de Pepsi en un supermercado, en una imagen de archivo.
Miguel Jiménez

La guerra comercial pasa factura a Pepsico. La multinacional estadounidense dirigida por el español Ramón Laguarta rebajó este jueves sus previsiones de beneficio para el año actual por culpa de la incertidumbre, el incremento de costes en la cadena de suministro y las señales de debilitamiento del consumo. La compañía retira su previsión de aumentar en torno a un 5% este año el beneficio por acción y ahora espera que se mantenga estable con respecto a 2024.

Pepsico rebaja su previsión tras un primer trimestre en el que sus ventas cayeron un 1,8%, hasta los 17.919 millones de dólares (unos 15.800 millones de euros, al tipo de cambio actual) y su beneficio se redujo un 10%, hasta 1.834 millones de dólares, según comunicó a la Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos (la SEC).

“De cara al futuro, esperamos más volatilidad e incertidumbre, especialmente en relación con la evolución del comercio mundial, lo que prevemos que aumentará los costes de nuestra cadena de suministro. Al mismo tiempo, las condiciones de consumo en muchos mercados siguen siendo moderadas y, de igual modo, las perspectivas son inciertas”, afirmó el presidente y consejero delegado, Ramón Laguarta, a través de un comunicado.

La empresa de bebidas y alimentación, entre cuyas marcas están Pepsi, Lipton, Gatorade y Lays, está planificando activamente medidas de mitigación para hacer frente a esos mayores costes de la cadena de suministro en los casos en que sea posible, pero los cambiantes aranceles impuestos por Trump están complicando a las empresas su funcionamiento.

“Somos conscientes de la necesidad de minimizar las perturbaciones en nuestras operaciones, nuestras relaciones con los consumidores y los clientes, y la salud a largo plazo de nuestro negocio”, explica Laguarta.

La compañía sigue esperando un crecimiento orgánico de los ingresos de un dígito bajo, pero ahora espera que el beneficio por acción en moneda constante sea aproximadamente igual al del año pasado.

Colorantes

Además de los aranceles, Pepsico hace frente a otra complicación derivada de las políticas del Gobierno de Donald Trump. El secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy Jr., anunció esta semana planes para eliminar gradualmente el uso de todos los colorantes alimentarios sintéticos derivados del petróleo, lo que afectará a muchos productos fabricados por la compañía. También está presionando a los gobernadores estatales para que se unan a su campaña para limitar el acceso a los dulces y bebidas azucaradas. “En los próximos dos años, habremos migrado toda la cartera a colorantes naturales”, dijo Laguarta en la conferencia sobre resultados, según recoge Bloomberg.

Pepsico también se enfrenta a las medidas del Gobierno para prohibir a los ciudadanos con bajos ingresos utilizar los vales federales para comprar refrescos y dulces. “Algunas de nuestras categorías podrían verse afectadas”, admitió Laguarta.

La compañía anunció en marzo un acuerdo para comprar la marca de refrescos prebióticos Poppi por 1.950 millones de dólares, con lo que se refuerza en el mercado de bebidas funcionales, con supuestos beneficios para la salud. Es el último paso dado por Laguarta en su estrategia de crecimiento mediante adquisiciones con la que está aumentando el peso de los productos dietéticos en su cartera de marcas, que incluye productos como Lay’s, Doritos, Cheetos, Gatorade, Pepsi-Cola, Mountain Dew, Quaker y SodaStream. Pepsico llegó a un acuerdo en octubre pasado para comprar la compañía texana Siete Foods por 1.200 millones de dólares. Fundada en 2014, Siete Foods produce tortillas, salsas, condimentos, galletas y aperitivos que se distribuyen en tiendas de comestibles, tiendas de club y minoristas de alimentos orgánicos, principalmente en Estados Unidos.

La compañía anunció en mayo de 2018 un acuerdo para adquirir Bare Foods, un fabricante estadounidense de snacks horneados de frutas y verduras, para ampliar su cartera de aperitivos a opciones más nutritivas, con menos grasas saturadas, azúcares y sal. A finales de 2019, anunció la compra de BFY Foods, otra firma de aperitivos saludables, entre ellos PopCorners, procesados a base de maíz inflado, guisantes, arroz y coles de Bruselas.


Sobre la firma

Miguel Jiménez
Corresponsal jefe de EL PAÍS en Estados Unidos. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de Economía y Negocios, subdirector y director adjunto y en el diario económico Cinco Días, del que fue director.
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