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Producción suiza y cámaras italianas para televisar 21 partidos de fútbol español a la semana

La ruptura entre LaLiga y Mediapro, socios desde hace más de 10 años, deja la señal a partir de agosto en manos de HBS y NVP, dos empresas sin presencia en España. Un partido normal de primera división roza las 15 cámaras, que en un Clásico superan las 40

Despliegue de cámaras de televisión para los partidos de primera división
Javier García Ropero

El inicio de la próxima temporada del fútbol profesional en España marcará el inicio de una nueva etapa. La de la ruptura entre dos socios que durante 10 años han sido inseparables en la retransmisión de más de 800 partidos por cada temporada: 380 en primera división y 462 en segunda. LaLiga, patronal de los clubes y que explota los derechos audiovisuales de ambas competiciones, anunció el pasado lunes la elección del grupo suizo Host Broadcast Services (HBS) como nuevo socio principal para la producción de la señal, tras concluir un proceso de licitación, el primero que hace de estas características, que inició en septiembre del año pasado.

HBS es propiedad del grupo suizo Infront y su crecimiento ha ido de la mano de la FIFA, que le ha encargado la producción de todos los Mundiales de fútbol desde 2002. Esta empresa se hizo con los tres paquetes principales de la adjudicación, los que le otorgan la producción de todos los partidos de primera y segunda durante los próximos cinco años. Eso significa aportar todos los medios técnicos que participan en los partidos, junto a los trabajadores que los manejan: cámaras, micrófonos, drones, unidades móviles, sala de control, realizadores, y hasta los narradores y comentaristas. Según defiende LaLiga, HBS obtuvo “los mejores resultados en la valoración técnica y económica”. Telefónica Servicios Audiovisuales (TSA), filial de la teleco, se adjudicó otro lote relacionado con la conectividad y la distribución de la señal “por su valor clave en la capacidad técnica en el sector de las comunicaciones internacionales”. El quinto y último bloque licitado, relacionado con generación de contenidos, quedó desierto.

El mercado cifra los paquetes adjudicados en unos 30 millones de euros anuales. Unas labores que hasta esta temporada realiza Mediapro, socia inseparable de LaLiga desde que en 2015 esta centralizó la venta de los derechos televisivos. La productora catalana, encabezada por Tatxo Benet, se presentó al concurso, pero no ha accedido a ningún lote. Esta no esconde su descontento: defiende que su oferta era la mejor para LaLiga y que la de HBS era más cara; que el proceso estuvo dominado por el “secretismo”, deslizando una premeditación para castigar su oferta; y que la elección de HBS “pone en peligro la producción de los partidos del inicio de la temporada”, al no contar con medios técnicos en España. También ha anunciado que impugnará el resultado del concurso.

Exigencias técnicas

La realidad es que HBS no maneja medios técnicos, sino que su negocio tradicional, según explican fuentes del sector, está más enfocado a un rol parecido al de un productor ejecutivo, que diseña y supervisa la realización, pero no aporta directamente los equipos, que subcontrata a un tercero. Ahí entra en escena un tercer actor, NVP, una empresa italiana fundada en 2007. Como explica en su dossier corporativo, está especializada en aportar unidades móviles y cámaras, aunque estos están localizados en Italia. A ella se ha asociado HBS para su aventura en España.

El negocio de NVP es relativamente pequeño: en 2024 facturó 31,7 millones, de los que el 77% los generó en su mercado doméstico, y el 84% de eventos deportivos. El año pasado firmó acuerdos con el circuito femenino de tenis, la WTA, o con DAZN en el Reino Unido, además de participar en los Juegos Olímpicos de París de 2024. De hecho, el año pasado adquirió el 100% de los negocios de Mediapro en Italia.

Ni HBS ni NVP tienen personal o equipos en España. Ambas formarán una empresa conjunta para desarrollar su nueva tarea como productoras de LaLiga. HBS ha declinado, a consulta de este periódico, hacer comentario alguno sobre cómo ejecutará todo el despliegue. Este tendrá que estar listo a mediados de agosto, cuando dará comienzo la Primera División. NVP, por su parte, no ha respondido a las preguntas de este periódico.

Un cámara en el Estadio Riyadh Air Metropolitano del Atlético de Madrid.

La retransmisión de partidos de la liga española exige un significativo esfuerzo técnico. De hecho, en los últimos años la competición ha incrementado los estándares de calidad necesarios en cada estadio. En 2018 lanzó un reglamento para la retransmisión televisiva, que fija el número de cámaras que se instalan en cada campo según el tipo de partido, así como las obligaciones de los clubes para mejorar la imagen del torneo: desde la iluminación al estado del césped, pasando por la ocupación de las gradas.

Según el citado reglamento, el despliegue de cámaras va desde un mínimo de 12 para un partido en el que no participan ni Real Madrid, ni FC Barcelona ni Atlético de Madrid, hasta un máximo de 42, las que se instalan en el clásico del Santiago Bernabéu. En el Camp Nou son 39, aunque el mismo no acoge partidos desde hace dos temporadas. LaLiga, según ese reglamento, distingue entre cuatro tipos de producción: la A+, correspondiente a los duelos entre Madrid y Barcelona; A, para los partidos en los que participan estos clubes contra otros rivales, con hasta 19 cámaras; y la B y la C, con 14 y 12, respectivamente, para el resto de contendientes. En segunda, el despliegue va de 8 a 6 cámaras por encuentro, según el reglamento.

La media por jornada, sumados los 10 partidos de Primera y los 11 de Segunda, exige un despliegue de más de 200 cámaras entre los 21 estadios que acogen los partidos, con el correspondiente equipo humano. En un clásico, explican fuentes del sector, llegan a trabajar 150 personas en tareas de producción.

De lo que captan las cámaras depende un negocio que, en la temporada 2023-2024, generó 1.855,6 millones de euros. Solo en España fueron 1.111 millones: Telefónica y DAZN, dueños actuales de los derechos, utilizan la señal que ahora realiza Mediapro, y que en verano harán HBS y NVP. El cambio de producción se acometerá en el ecuador de los cinco años contratados por ambas plataformas.

El mismo coincide, además, con la salida de Mediapro de uno de sus fundadores, Jaume Roures, que dejó la empresa a finales de 2023, quedando Tatxo Benet, cofundador y actual presidente, como cabeza visible. Roures fue durante años la mano derecha del presidente de LaLiga, Javier Tebas, en toda la mejora de la explotación televisiva. A este le unía, además, una estrecha relación personal. Con Roures fuera de Mediapro, LaLiga ha decidido elegir nuevas compañías.

Mediapro sigue vendiendo los derechos internacionales hasta 2028-2029

Perdido el contrato de producción de LaLiga, el vínculo que sigue uniendo a Mediapro con la patronal de los clubes profesionales es el negocio internacional. Desde en 2015 empezó a vender de forma centralizada los derechos televisivos, gracias a un real decreto que le dio esta facultad, LaLiga ha confiado a Mediapro la venta de los mismos fuera de España en calidad de agente comercializador en exclusiva, a cambio de una comisión anual que ha llegado a situarse en unos 100 millones anuales. La última renovación fue en 2023, hasta la temporada 2028-2029.

Sobre la firma

Javier García Ropero
Redactor de la sección de empresas, especializado en distribución, gran consumo y economía del deporte. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Especialista en información económica de la UIMP. Desarrolla su carrera en CincoDías desde 2011 tras haber pasado por El Mundo y Vocento.
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