Dimite el presidente de la filial del Santander en el Reino Unido
El banco iniciará un proceso para elegir a su sustituto a lo largo de 2025
El presidente de Santander UK, William Welker, ha presentado este martes su dimisión como responsable de la filial del banco español en ese país. El banco ha abierto una proceso para encontrar a su sucesor, según indica en un comunicado remitido a la Bolsa de Londres.
Welker llegó al Santander en 2020, procedente de JP Morgan, para presidir el negocio del banco en ese país. Antes de eso, fue miembro del Gobierno de Theresa May y trabajó en varios bancos de inversión, como UBS, Lehman Brothers y Morgan Stanley.
“Ha jugado un rol crítico en supervisar un periodo de transformación de negocio, así como liderando una evolución significativa del consejo, incluida la elección de un nuevo consejero delegado y renovando los consejeros independientes”, afirma el comunicado difundido por el banco. También concluye que la salida de este directivo se producirá una vez el banco elija a su sustituto, un proceso que conducirá la comisión de nombramientos del consejo de administración.
El Banco Santander cuenta con un consejo de administración en su filial británica compuesto por 14 miembros, contando a Welker. A saber, 12 independientes y dos ejecutivos, entre los que se encuentran, por ejemplo, el expresidente de la Asociación Española de Banca (AEB) José María Roldán o la también consejera independiente del banco Pamela Walkden. Los ejecutivos son el consejero delegado de la filial del banco, Mike Regnier, y el director financiero, Ángel Santodomingo, nombrado hace menos de un año.
Este movimiento se produce en un momento de tensión del Santander en la región. El Financial Times publicó hace escasas semanas que estaba replanteándose su presencia en el país. La entidad ha anunciado planes para recortar su plantilla en unos 1.500 puestos de trabajo, al tiempo que pone la proa hacia EE UU y a potenciar el negocio de banca de inversión. La entidad, sin embargo, niega este extremo y afirma que esta geografía sigue siendo clave para el banco, donde cuenta con presencia desde hace más de dos décadas.
La propia presidenta del Santander, Ana Botín, que pilotó el negocio en el país hasta que ascendió a la presidencia tras la muerte de su padre, respondió a estos rumores la semana pasada desde la Cumbre de Davos. Sostuvo que es un mercado clave para el Santander y que seguirá siéndolo en el futuro. Afirmó que “les encanta” el país.
Según el Financial Times, la salida de Welker se produce por tensiones con Botín. Sin embargo, el propio Welker ha desmentido este extremo. “La sugerencia de discrepancias entre Ana Botín y yo no tiene ninguna base. Este es el momento adecuado para dejar el puesto y permaneceré en el cargo hasta que encontremos un sucesor sólido y haya una sucesión ordenada durante 2025″, ha indicado.
Conflicto legal
El banco acaba de recibir un varapalo de la justicia británica por un pleito sobre la financiación de automóviles. La decisión le ha costado provisiones por 350 millones, así como un retraso en la publicación de las cuentas del tercer trimestre, circunstancia que le provocó un severo castigo bursátil y 19 puntos básicos en capital.
En concreto, la investigación se centra en presuntos acuerdos entre los concesionarios y los bancos para impulsar al alza el tipo de interés de los préstamos de compra de automóviles, con la fijación de un precio diferente para cada préstamo, lo que añadía incentivos a los vendedores de coches a poner un tipo alto y cobrar más comisiones. En 2021, la FCA decidió prohibir esta práctica, por lo que el Santander afronta una avalancha de demandas por los préstamos concedidos antes. Según las cuentas trimestrales de la filial británica, en enero, este organismo comenzó una revisión al respecto y pausó las reclamaciones de los clientes. En julio anunció que espera culminar esta revisión en mayo de 2025. El banco afronta así mismo otra demanda por quebrar la ley de competencia británica por estas prácticas.
El impacto es inferior al que aguardaba el mercado, no obstante. Los analistas de RBC calculaban un efecto muy superior, de más de 1.000 millones. En cuanto a sus competidores, la otra entidad que ha desgranado el efecto ha sido Lloyds, quien ha reconocido un menoscabo de 450 millones de euros. Barclays afirma que no se verá afectado, mientras que la financiera Close Brothers ha anunciado que no pagará dividendo por este asunto.