Boeing cerró 2024 con unas pérdidas récord de 11.875 millones de dólares
La facturación de la compañía retrocede un 14%, hasta los 66.517 millones de dólares por la huelga y el accidente de Alaska Airlines


Por una diferencia de solo dos millones de dólares, Boeing cerró el ejercicio 2024 con las mayores pérdidas de su historia, atendiendo al resultado atribuible a los accionistas de la sociedad dominante. La compañía sufrió un quebranto de 11.875 millones de dólares (unos 11.400 millones de euros al tipo de cambio actual), frente a los 11.873 millones del año 2020, cuando la pandemia golpeó a la compañía en plena resaca de los accidentes catastróficos de sus aviones 737 Max de 2018 y 2019. Boeing ya había adelantado una estimación de los cargos extraordinarios y las pérdidas aproximadas que había sufrido en el cuarto trimestre, pero faltaba por conocer precisamente si los números rojos de 2024 eran o no mayores que los de aquel otro ejercicio negro.
El año 2024 se inició para Boeing con el accidente en el que un avión de Alaska Airlines perdió una pieza del fuselaje que tapaba el hueco que en algunas configuraciones de ese modelo se usan para puerta de emergencia. Desde entonces, todo el año fue una pesadilla para la compañía, acuciada por los problemas de seguridad, los parones en la cadena de producción y, finalmente, una larga huelga que se saldó con un acuerdo para subir un 44% en cuatro años el sueldo de sus trabajadores de fábrica. Entre medias de todo eso, hubo relevo de consejero delegado, un plan de despidos del 10 de la plantilla y una enorme ampliación de capital de unos 24.000 millones de dólares para dar oxígeno al balance de la empresa.
Debido al impacto de la huelga y a los cargos extraordinarios ya anticipados, el cuarto trimestre de 2024 se cerró con unas pérdidas de 3.923 millones de dólares, frente a los 23 millones de dólares de números rojos del mismo periodo de 2023.
El nuevo responsable de la empresa intenta ver el lado positivo. “Hemos avanzado en áreas clave para estabilizar nuestras operaciones durante el trimestre y hemos seguido reforzando aspectos importantes de nuestro plan de seguridad y calidad”, ha declarado Kelly Ortberg, presidente y consejero delegado de Boeing, en un comunicado. “Mi equipo y yo estamos centrados en realizar los cambios fundamentales necesarios para recuperar plenamente el rendimiento de nuestra empresa y restablecer la confianza de nuestros clientes, empleados, proveedores, inversores, reguladores y todos los demás que cuentan con nosotros”, ha añadido.
La compañía trata de redefinir su cartera de productos en su nueva estrategia, al tiempo que intenta impulsar la producción, contener los costes y parar la hemorragia de efectivo.
Para Boeing, por tanto, 2024 queda como el sexto ejercicio consecutivo de números rojos. En ese periodo acumula unas pérdidas de más de 35.500 millones de dólares. Además, la compañía quemó 14.310 millones de dólares de caja solo en el último año.
La crisis de Boeing se ha trasladado también a sus cifras de entregas y pedidos. Aunque la compañía tiene una cartera de pedidos de 521.000 millones de dólares, que incluye más de 5.500 aviones comerciales, en el año 2024 solo entregó 348 aviones y sumó 279 pedidos netos. Airbus duplicó esas cifras con creces, al entregar 766 aviones y recibir pedidos netos por otros 826.
Sin contar la contabilización de las participaciones minoritarias ni el impacto de los dividendos a preferentes, las pérdidas de 2024 fueron de 11.829 millones, algo inferiores en este caso a las de 2020, cuando ascendieron a 11.941 millones de dólares. Pero al llegar a la última línea de la cuenta de resultados, la que refleja las pérdidas atribuibles a los accionistas de Boeing, es cuando los números rojos marcan un récord, aunque sea por una diferencia de solo dos millones de dólares.
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