2024, el año en el que dormir en una habitación de hotel en España rozó los 160 euros

Los precios hoteleros se incrementaron un 8,9% en 2024 y el beneficio por habitación disponible lo hizo un 11,5%, según el barómetro que elaboran Cushman & Wakefield y STR. Ambos indicadores tocaron máximos históricos.

Turistas en la entrada del hotel Alfonso XIII en SevillaVal Thoermer (Alamy)

España cerró 2024 con un nuevo récord de turistas extranjeros (94 millones) y enfila el arranque de 2025 con la convicción de que este año se superarán los 100 millones, lo que servirá para disputar el liderazgo mundial en llegada de viajeros a Francia. La demanda no ha flojeado, pese a la invasión rusa en Ucrania, a la invasión israelí en Gaza, a los elevados precios del petróleo o a las fuertes subidas que han experimentado las tarifas aéreas. Y tampoco lo ha hecho, a pesar de que los precios de los hoteles han alcanzado máximos históricos, según el barómetro hotelero presentado esta mañana por las consultoras Cushman & Wakefield y STR, que analiza 1.320 hoteles y 180.000 habitaciones.

El precio medio por habitación de hotel en España se disparó un 8,9% hasta los 158,4 euros, con Madrid en el primer puesto de la clasificación entre las grandes ciudades en las que se ha experimentado un mayor crecimiento, con un alza del 14%, hasta una tarifa media de 170,8 euros. “Los hoteles en España lo han hecho muy bien a la hora de diversificar los turistas y hay clientes, como los procedentes de Asia, Latinoamerica, Oriente Medio y EE UU, que están dispuestos a pagar esas tarifas tan elevadas”, recalcó Bruno Hallé, socio y codirector de Cushman & Wakefield Hospitality en España. El destino con los precios más caros fue Marbella, con una tarifa media de 303,4 euros por habitación y noche, con un alza anual del 8,2%, seguida de lejos por Baleares (194,9 euros) y Barcelona (187,8 euros).

Albert Grau y Bruno Halle, socios de Cushman & Wakefield Hospitality en España.

La subida continuada de los precios durante los tres últimos ejercicios también ha servido para disparar el beneficio por habitación disponible, el principal indicador de rentabilidad de la industria hotelera, hasta los 118,2 euros, con un crecimiento del 11,5%, casi dos puntos superior a la evolución de los precios. Por destinos, el beneficio más elevado lo obtuvieron los hoteles de Marbella, con 201,2 euros, seguida por Barcelona (146,44 euros) y Baleares (133,2). Al igual que en las tarifas, el mayor incremento lo registró Madrid, con un alza del 19%, seguida por Alicante (15,6%) y Canarias (13,6%). “No estamos viendo los crecimientos de la capital madrileña en ningún otro gran destino europeo. El crecimiento previsto para este año, tanto en Madrid como en otros destinos, será más bajo que en 2024, pero todavía seguirá siendo positivo”, recalcó Elvira Arjona, responsable de STR en España.

La recuperación explosiva de precios y beneficios ha disparado el apetito de los inversores para hacerse con activos hoteleros. En 2024 se transaccionaron 147 activos con un volumen de 3.000 millones de euros, repartidos a partes iguales entre hoteles urbanos y vacacionales. “Si en 2023, las carteras de ADIA y GIC [fondos soberanos de Abu Dabi y Singapur] estaban muy centradas en inmuebles de sol y playa, en 2024 hubo más protagonismo del urbano, ya que socimis y family offices siguen invirtiendo en urbano porque siguen pensando que tiene más seguridad y un mayor retorno que los destinos vacacionales”, señaló Albert Grau, socio y codirector de Cushman & Wakefield Hospitality en España. Entre las compras de activos urbanos, la más importante que se cerró el pasado ejercicio fue la del hotel Miguel Ángel de Madrid, cerrada en 210 millones de euros. Para 2025, Cushman & Wakefield augura que la inversión hotelera cerrará entre 2.500 y 3.500 millones de euros, aunque podría alcanzar una cifra récord de 5.000 millones si finalmente se activa la venta de alguna gran cartera hotelera. “Hay una parte importante de carteras que cumple 7 u 8 años y ese suele ser el ejercicio en el que el inversor procede a su venta”. Entre ellas, la más importante en volumen es el 65% que aún conserva Blackstone de la cartera hotelra de HIP. El restante 35% se lo vendió en 2023 al fondo soberano de Singapur (GIC por sus siglas en inglés), en una operación que entonces valoró a la hotelera en alrededor de 4.000 millones. Después de las inversiones en reformas y reposicionamiento de los hoteles y la revalorización de los activos, el mercado eleva a entre 6.000 y 6.500 millones la tasación actual de la compañía, lo que otorgaría un valor cercano a los 4.000 millones de euros para el restante 65% en manos de Blackstone.

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