El Gobierno presiona para lograr una solución a la crisis de Talgo antes de terminar enero

El Ministerio de Transportes reunió este jueves a responsables del Gobierno vasco, Sidenor y Trilantic para buscar un acuerdo entre las partes, garantizar el futuro del fabricante de trenes y mantener tanto su españolidad como su capacidad de decisión en el país

El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, interviene en el Foro de la Nueva Economía.Fernando Sánchez - Europa Press (Europa Press)

El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible está tratando de desatascar la crisis de Talgo. Para ello, el departamento liderado por Óscar Puente reunió este jueves por la mañana a responsables del Gobierno vasco, Sidenor y Trilantic Capital Partners, según señalan fuentes del Gobierno al tanto del encuentro. El Ejecutivo quiere tener una solución antes de que termine enero. Es decir, en los próximos 21 días. El propio Óscar Puente señalaba este mismo jueves en un desayuno informativo previo a dicho encuentro que esperaba que este problema esté “próximo a su solución”.

El objetivo sería poner de acuerdo al potencial comprador, considerada la opción más idónea de las barajadas hasta ahora, y el principal accionista de la empresa, con alrededor el 30% de las acciones y que ha manifestado su deseo de vender su participación en el fabricante de trenes.

El Gobierno, con capacidad de veto gracias al escudo antiopas, quiere que se mantenga la españolidad de la empresa y la capacidad de decisión dentro de España, lo que convierte a Sidenor en la primera opción por delante de otras propuestas extranjeras. Las fuentes consultadas señalan que, para ahormar la solución, el Gobierno estaría abierto a la participación posterior de otros actores que pudieran contribuir a garantizar el futuro de Talgo, pero siempre desde posiciones minoritarias que mantengan la capacidad de decisión de la empresa y su futuro industrial dentro de España.

Hasta ahora, las posiciones estaban alejadas, de ahí que el Ejecutivo haya decidido mover ficha. La compañía siderúrgica presidida por José Antonio Jainaga puso una línea roja en el pago de cuatro euros por acción, lo que supondría valorar Talgo un 20% por debajo de la oferta que realizó el consorcio húngaro Ganz-Mavag Europe el pasado año de cinco euros por acción (620 millones por toda la empresa), una opción que fue vetada el pasado verano por el Gobierno aludiendo a razones de seguridad nacional.

Sin embargo, estos cuatro euros por acción (500 millones de valoración) también son una cifra un 20% superior a los 3,37 euros a los que cotizaba Talgo en el mercado este mismo jueves (417 millones de valor total en bolsa). Hasta ahora, no ha habido acuerdo entre las partes, ya que Trilantic no parece estar dispuesta a vender su participación a ese precio, por lo que la firma estaría estudiando otras opciones como la firma polaca PESA o el conglomerado indio Jupiter Wagons. Puente ha señalado en Nueva Economía Forum este jueves que se trata de una empresa cotizada para la que “hay que tener en cuenta el interés legítimo de sus accionistas y su derecho de obtener por la venta el mayor beneficio posible”.

Con todo, la operación debe contar con el visto bueno del Gobierno, que ha mostrado clara preferencia por la compañía vasca, una opción que también contaría con el parabién del Gobierno vasco (PNV), muy concernido en esta operación dado que Talgo cuenta con uno de sus principales centros productivos en Álava. La compañía suma 2.500 trabajadores en toda España.

El máximo responsable en materia de Transportes ha explicado este jueves ante los medios de comunicación que al Gobierno le corresponde un papel de tutela para garantizar el tejido industrial de nuestro país y la españolidad de la compañía. En ese sentido, ha apuntado que Sidenor cumple con esas dos condiciones y encaja con lo que el Gobierno cree que es más idóneo.

El ministro señala que “Talgo es una empresa muy importante para España, es bandera de nuestro ecosistema ferroviario, y es una empresa que da mucho empleo y una compañía con un enorme potencial a futuro por la cantidad de pedidos que tiene que atender”.

Según ha explicado Puente, “Talgo tiene ese bendito problema y es que en este momento probablemente tenga más pedidos que capacidad productiva, por lo que el gran reto es poder dar respuesta a estos pedidos”. “Lo que nos preocupa es que Talgo sobreviva y consiga alcanzar ese potencial enorme que tiene”, ha afirmado el ministro.

Talgo ha sufrido un importante descenso en bolsa después de que el Gobierno desautorizara la compra de los inversores húngaros a instancias de la Junta de Inversiones Exteriores (Jinvex), que informó desfavorablemente sobre la opa, donde participaba un fondo estatal del país gobernado por Viktor Orbán.

Tras impedir su oferta de cinco euros por acción, Talgo retrocedió hasta rozar los 3,30 euros por acción. Los expertos que siguen a esta compañía señalan que, de no mediar una solución pronta que pueda proveer a Talgo de capacidad industrial para responder ante sus clientes, la firma puede morir de éxito. Su modelo de negocio se basa en acudir a grandes licitaciones por todo el mundo para suministrar trenes, por lo que si incumple los plazos comprometidos y entrega los convoyes con retraso, cada vez tendrá menos capacidad para ganar los concursos públicos, de ahí la urgencia por buscar una solución para la compañía. Los retrasos, además, conllevan penalizaciones, algo que ya está sufriendo, como con la entrega de los trenes Avril a Renfe, lo que lastra aún más la situación pese a los esfuerzos de la operadora por aliviar los problemas. Esta situación se da en pleno bum del ferrocarril a nivel mundial.

Tanto el Gobierno central como el Ejecutivo vasco creen que la mejor opción es la de Sidenor, pero para ello habría de lograr un acuerdo con Trilantic Capital Partners. Hasta el 31 de diciembre, este fondo de capital riesgo contaba con un acuerdo de accionistas con los Oriol, fundadores de Talgo, y los Abelló. Sin embargo, este pacto de accionistas expiró con el cambio de año, por lo que Trilantic ya tiene capacidad para negociar por libre y vender su paquete accionarial sin contar con otros si así lo desea.

El Gobierno ha sondeado diversas posibilidades durante el último año para fomentar una contraopa que contrarrestase la del consorcio liderado por el húngaro Andras Tombor, una opción que decayó en base a informes del CNI que lo desaconsejaron. Desde el primer momento, se especuló con los supuestos lazos de este inversor con el Kremlin de Vladimir Putin, enfrentado a Europa por la invasión de Rusia sobre Ucrania.

En este tiempo, en el que se ha implicado directamente la Oficina Económica de Moncloa, se han planteado otros actores como potenciales compradores de Talgo como la checa Skoda, CAF, Stadler o Escribano, sin que ninguna de estas alternativas haya cuajado. Incluso la operación actual podría contar con el apoyo de Criteria Caixa para la parte financiera, algo que tampoco se ha acabado de sustanciar mientras no haya oferta industrial. Fuentes expertas en grandes operaciones industriales señalan a este diario que el momento de la verdad es a la hora de poner el dinero necesario y, por ahora, nadie ha aceptado poner los algo menos de 200 millones que habría que desembolsar para tomar el control de Talgo.






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