Novo Nordisk fracasa en su nuevo Ozempic y el mercado le castiga con una caída de hasta el 29%
El mercado teme que el retraso en el lanzamiento de un nuevo fármaco suponga un revés para las ambiciones de la farmacéutica danesa de liderar el mercado de drogas para perder peso
Malas noticias para el laboratorio danés Novo Nordisk. La empresa, que desde 2017 goza del furor del medicamento antidiabético Ozempic, ha informado este viernes que su fármaco experimental de próxima generación contra la obesidad, CagriSema, no ha alcanzado los resultados esperados. Este nuevo desarrolló solo tuvo éxito con el 22,7% de los pacientes con sobrepeso que lo utilizaron, por debajo del 25% que aguardaban tanto la firma como los inversores. La novedad ha provocado la mayor caída histórica de la compañía en Bolsa, que llegó hasta el 29%, lo que implica una pérdida de capitalización de mercado de más de 115.000 millones de euros al cambio actual. La reacción de los mercados se moderaba a primera hora de la tarde alrededor del 19%, aunque la acción permanece al nivel de julio de 2023.
El mercado teme que el retraso en el lanzamiento de un nuevo fármaco suponga un revés para las ambiciones de la farmacéutica danesa de desarrollar un sucesor para su popular Wegovy, el nombre por el que se conoce a la variante de Ozempic dirigido a quienes intentan perder peso. “Las perspectivas de crecimiento de Novo Nordisk le otorgan una valoración premium frente a sus pares farmacéuticos”, resaltan Michael Shah y Christos Nikoletopoulos, de Bloomberg Intelligence. Ambos analistas destacan que CagriSema es una de las claves de la estrategia a largo plazo de la compañía, a la vez que la farmacéutica afronta problemas en otras unidades de negocio y una fuerte presión a la baja en los precios de la insulina, uno de sus principales productos a nivel global.
Los datos del ensayo de Fase III de CagriSema se basaron en aproximadamente 3.400 personas con un índice de masa corporal (IMC) de 30 o superior, o personas con un IMC de 27 y al menos una comorbilidad relacionada con el peso, como hipertensión o enfermedades cardiovasculares, a lo largo de 68 semanas. Novo Nordisk sí ha resaltado que no ha registrado efectos secundarios distintos a las drogas ya disponibles en el mercado, un elemento que ayuda en el proceso de aprobación. Según la información de prescripción, en los ensayos, alrededor del 44% de los pacientes que tomaron Wegovy experimentaron náuseas y el 30% vómitos. Martin Holst Lange, vicepresidente ejecutivo de desarrollo de Novo Nordisk, ha intentado calmar la ansiedad de los mercados al destacar que la compañía está “motivada” por los datos. El ejecutivo subrayó que solo el 57% de los pacientes en el ensayo utilizaron la dosis más alta del fármaco, lo que da espacio a mejoras en cuanto a su uso.
Pánico de los inversores
Las acciones de Novo han estado bajo presión este año, con un rendimiento significativamente inferior al de su principal rival Eli Lilly, debido a las preocupaciones de que la firma danesa pierda su ventaja en la carrera por desarrollar medicamentos contra la obesidad. Los títulos de la farmacéutica se deja en lo que va del año casi un 12% (aunque toco máximos en julio), mientras que su rival estadounidense se ha disparado casi un 27%. Tras el comienzo de la sesión en Nueva York, las acciones de Lilly ganan un 5%. “Este es casi el mejor escenario” para la firma estadounidense, apuntan desde el banco de inversión Mizuho, porque cualquier nuevo desarrollo de Novo Nordisk podría reducir la cuota de mercado de Lilly. Otro ganador es el laboratorio Viking Therapeutics, también especializado en drogas para la perdida de peso, que se dispara un 7%.
Sin embargo, otros analistas se muestran cautelosos ante la demanda por nuevos fármacos. “Los pacientes parecen más que satisfechos con los tratamientos actuales”, apuntan los analistas de Mizuho. Los analistas de Bankinter destacaban hace poco menos de un mes las perspectivas positivas que hay para este tipo de compañías ante el potencial de los fármacos contra la obesidad, mercado en el que Novo Nordisk y Eli Lilly tienen una posición de dominio. El repunte de la actividad hospitalaria superado el efecto de la pandemia del Covid y unas valoraciones atractivas ante el ciclo de rebaja de tipos de interés tanto en Estados Unidos como en la Unión Europea eran dos de los factores que afectaban la perspectiva positiva. Los analistas de la entidad española le daban un potencial de revalorización adicional del 27,2%.
Otros inconvenientes
Los resultados descepcionantes de sus nuevos ensayos y el enfado de los inversores no son los únicos problemas de la firma danesa, la principal empresa europea por capitalización de mercado. El pasado martes, el regulador europeo anunció que investiga dos nuevos estudios daneses que vinculan el uso de Ozempic con una rara enfermedad ocular. Ambas investigaciones aseguran que el fármaco aumenta significativamente el riesgo de que los pacientes con diabetes tipo 2 desarrollen una patología que puede provocar una pérdida súbita de visión. Si bien la acusación no es nueva, ahora las autoridades europeas reconocen que la nueva evidencia podrían aportar información nueva y relevante para los consumidores.
Por otro lado, la agencia de noticias Reuters destaca que desde 2017, año en que Ozempic fue aprobado en Estados Unidos en 2017, se han autorizado 22 medicamentos a nivel global que contienen su mismo ingrediente principal. La competencia de los fármacos genéricos ya es real en países como Bangladesh, Laos, Rusia y Paraguay, y existen hasta siete versiones de los medicamentos rivales de Lilly en Bangladesh. Una tendencia que puede forzar a las grandes farmacéuticas a bajar sus precios. Sin embargo, los analistas de Berenberg señalan que el verdadero fantasma para la compañía danesa es la expiración de los derechos detrás de muchos de sus desarrollos. El “resultado decepcionante” dado a conocer esta mañana “aumentará la preocupación de los inversores sobre la durabilidad del portafolio de tratamientos contra la obesidad de Novo Nordisk”, apuntan desde la entidad alemana.