Tubos Reunidos inicia la venta de tubos cero emisiones con pedidos que suman 1.000 toneladas
Los clientes de la industria aumentan la demanda de equipos “verdes” por la descarbonización
En línea con la descarbonización de la industria, Tubos Reunidos (TR) se ha adelantado en su sector en el negocio de “cero emisiones”, que crece cada día por las peticiones de unos clientes que reclaman productos “verdes”.
La siderúrgica ha iniciado esta semana las primeras entregas de los tubos sin soldadura cero emisiones, registrados con la marca O-Next, para dar respuesta a una batería de pedidos por un volumen global de 1.000 toneladas. Los equipos han comenzado a fabricarse en su planta de Amurrio (Álava) durante este último trimestre. Todos los clientes que los han comprado son grupos internacionales, como Van Leeuwen, Hoberg & Driesch, CTA, Huisman y Buhlamn.
El grupo vasco incluyó en su plan para el periodo 2021-2026 esta apuesta por la descarbonización de la industria, así como otras medidas relacionadas con la transición energética, como programas de eficiencia y de reducción de la huella ambiental, así como un aumento de los procesos de economía circular. Tras el cierre de la acería de Trapagaran y la concentración de las actividades de cabecera en las instalaciones de Amurrio, toda la fase de producción de cabecera se realiza en este único punto, lo que ha propiciado una reducción de las emisiones.
Además, la acería de Tubos Reunidos es de arco eléctrico, lo que también favorece un recorte de los vertidos al medio ambiente porque se alimenta de chatarra, generada en otros sectores industriales y que así se reutiliza. Los tubos sin soldadura cero emisiones requieren del uso de materias primas recicladas y de mejoras de eficiencia en el proceso de fabricación, según fuentes de TR.
En esta línea, el grupo ha instalado más de 30.000 placas solares en las cubiertas de sus fábricas para cubrir parte de su consumo de energía. El sector de tubos sin soldadura espera una reactivación de la demanda para 2025. Y está a la espera de los aranceles que pudiera imponer el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a la importación de estos equipos. Aunque la industria del país norteamericano no tiene capacidad para cubrir la demanda nacional.