El gran consumo se aferra a una buena Navidad y a la menor inflación para recuperar márgenes
Fabricantes y distribuidores se aproximarán a las rentabilidades previas a la pandemia este año, según Aecoc
La progresiva caída de la inflación y la expectativa de una cierta recuperación del poder adquisitivo de los consumidores dibuja un escenario más favorable para las compañías del sector del gran consumo, tanto fabricantes como distribuidores, en comparación con las tensiones de los últimos dos años. Un periodo en el que los márgenes de los primeros retrocedieron un 25% en dos años, por el 8% los segundos, según un informe de la consultora PwC y la patronal Aecoc hecho público hace un año.
Hoy, la previsión de estas compañías es la de poder haber recuperado ya este año las rentabilidades perdidas durante la crisis de precio, y acercarse a los niveles que tenían antes de la pandemia. Cuatro años después de la misma, el sector apunta a un periodo de estabilidad. “Generalizando, este año vamos a estar razonablemente cerca de los márgenes de 2019, si cerramos una Navidad que, según todos los indicadores que tenemos, deberá ser buena”, ha explicado Ignacio González, presidente de Aecoc, en la apertura del congreso anual de la asociación, que representa a 26.000 empresas desde la industria de los alimentos y bebidas, hasta la hostelería pasando por supermercados y grandes superficies.
Estas empresas se aferran a una situación económica “moderadamente optimista”, como la ha analizado el presidente de Aecoc, con tres meses seguidos de evoluciones negativas del IPC alimentario, una renta de los hogares que vuelve a mejorar, y una expectativa de que los tipos de interés continúen su senda a la baja, algo que si se suma a una situación de costes para las empresas más estable frente a la de los dos últimos años, debería conducir a una doble situación: una reanimación de los volúmenes de venta, y una mejora de las rentabilidades.
“Hemos tenido tres años y medio de secuestro económico por parte de la pandemia. Y lo peor de la crisis inflacionaria ha pasado. Hoy tenemos unas cifras para ser moderadamente optimistas”, ha insistido González. El sector también apunta con optimismo al futuro, gracias al crecimiento poblacional. “Hemos tenido población plana durante mucho tiempo. Levanto la bandera de la esperanza para un país que tiene muchas posibilidades desde el punto de vista del consumo”, ha subrayado.
“Este año hemos recuperado los volúmenes en litros que perdimos en 2023″, ha constatado Gonzalo Guillén, director general de Acesur, compañía aceitera dueña de marcas como La Española o Coosur, que apunta a una facturación anual en el entorno de los 1.250 millones de euros, por los 1.100 del anterior. “El sector ha subido muchísimo en facturación, pero no tanto en margen. Han sido 30 meses seguidos comunicando subidas de tarifas, ha habido una presión tremenda y no ha habido capacidad para ampliar la rentabilidad”, ha añadido.
“Algunas materias primas nos están dando un respiro. La almendra, la más importante para nosotros, o la energía, que está mejor que hace dos años. Eso nos permite compensar los altos precios del cacao, pero hemos sabido contener bastante bien los costes”, ha analizado Isabel Sánchez, consejera delegada de Delaviuda.
Raúl Martín, director general de Familia Martínez, dueña del proveedor de platos preparados de Mercadona, constata que 2021 y 2022 “fueron terroríficos en los costes, sobre todo por el impacto de la energía”. En 2024, las materias primas “están estables”, y espera mantener “la buena tendencia en rentabilidad para contrarrestar los dos años previos, que no fueron buenos”. La compañía espera alcanzar los 500 millones de euros en ventas este año, de los que el 85% son generados a través de Mercadona.
También el aceite arrastra cinco meses de caídas de precios intermensuales en el IPC. A nivel general, el sector espera que las mismas sean palpables a finales de año. “¿Hasta dónde van a bajar? Esa es la pregunta del millón”, ha resumido Ignacio González.
“Insoportable presión regulatoria”
El sector insiste en un mensaje habitual: la sobrerregulación. “Sufrimos una insoportable presión regulatoria”, ha explicado Ignacio González. “Europa tiene un problema: en tres décadas, su peso en el PIB mundial ha caído de un 23% a un 14%, y en los últimos cuatro años, ha legislado cuatro veces más que EE UU”, ha añadido, para acabar reclamando “seguridad jurídica” para poder cumplir con los compromisos en materia de sostenibilidad. “Ha dejado de ser una ventaja competitiva porque es enormemente caro”.
Manuel Arroyo, número dos mundial de Coca-Cola: "Refrescos, bebidas energéticas y cafés van a doblar ventas en 20 años"
Manuel Arroyo, vicepresidente ejecutivo y director de marketing global de Coca-Cola, ha valorado el futuro de la categoría de las bebidas refrescantes, a la que augura un crecimiento constante. "Hoy tenemos un mundo cada vez más ocupado, que tiene más necesidad de alimentar el órgano del cuerpo humano de mayor rendimiento: el cerebro", ha explicado Arroyo.
De ahí que refrescos, bebidas energéticas y cafés sean las categoría, dentro de las variantes sin alcohol, de mayor crecimiento: hoy suponen el 65% del total, cuando hace cinco años el porcentaje era del 56%. "El principal acelerador han sido las bebidas de cola, de las que Coca-Cola copa el 80%.
Por ello, según Arroyo, esas categorías serán las que más sigan creciendo en los próximos años "al menos en los próximos 10 y 20 años. Van a doblar sus cifras de facturación en esos años", ha anticipado, señalando también el crecimiento de las bebidas deportivas, que están viviendo un "estallido" de consumo.
Para el conjunto de la industria de las bebidas refrescantes, el número dos de Coca-Cola a nivel mundial prevé un crecimiento mínimo anual de las ventas de entre el 5% y el 8% para la próxima década.
Este también ha dado la receta de la estrategia de marketing de la multinacional estadounidense, que ha volcado el grueso de su inversión publicitaria, el 65%, en soportes digitales, y que se apoya en la figura de los influencers para llegar a las franjas más jóvenes del consumidor: el año pasado trabajaban con 11.000 y este año la cifra se eleva a 22.000. "Son nuestra nueva televisión", ha dicho Arroyo.