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Ferrovial examina la robustez del contrato de la autopista canadiense 407 con nuevos bonos a 30 años

La operadora busca fondos para cubrir vencimientos de deuda tras la polémica por un improbable final anticipado de la concesión

Javier F. Magariño
Imagen aérea de uno de los nudos de la autopista 407 ETR, anillo de circunvalación de la ciudad de Toronto (Canadá).
Imagen aérea de uno de los nudos de la autopista 407 ETR, anillo de circunvalación de la ciudad de Toronto (Canadá).

La fiabilidad del mayor activo concesional operado por Ferrovial, la autopista canadiense 407 ETR, se somete este miércoles al juicio de los inversores después de que el primer ministro de la provincia canadiense de Ontario, Doug Ford, dejara entrever la semana pasada que hay alguna posibilidad de que vuelva a manos públicas. Fue en rueda de prensa, preguntado por una posible reversión de la concesión como alternativa al caro proyecto de construcción de un túnel bajo la autopista 401. Urge la toma de decisiones para descongestionar el tráfico en Toronto y Ford dijo que no descartaba nada. La acción de Ferrovial, segundo accionista de la 407 con el 43,23%, sufrió ante ese escenario.

Apenas una semana después, la concesionaria prevé cerrar este miércoles una emisión de bonos por 500 millones de dólares canadienses (333 millones de euros) a muy largo plazo, nada menos que 30 años y con un cupón fijo del 4,54%.

Ferrovial va recuperando el pulso en Bolsa, con amplia mayoría entre los analistas que restan cualquier posibilidad a la nacionalización de la autopista. Y sondea ahora el apetito del mercado con la captación de fondos para cubrir próximos vencimientos de deuda. La concesionaria de la 407 ETR es una habitual en el mercado de bonos, en el que cuenta con remesas por 10.600 millones de dólares canadienses (7.070 millones de euros). El primer vencimiento a la vista llega el 22 de mayo de 2025 por un importe de 350 millones de dólares (233 millones de euros). La nueva colocación por 500 millones de dólares canadienses, en la que llevan días trabajando RBC, BMO Nesbitt Burns, el Canadian Imperial Bank of Commerce o Scotia Capital, entre otras entidades, sirve para testar la robustez o fragilidad del contrato concesional a ojos de los inversores.

La inconcreta declaración de Doug Ford tomó vuelo por el reciente caso de la reversión de la autopista SH-288 de Houston (Texas, EE UU), de manos de Abertis y ACS al Estado de Texas, a cambio de una indemnización (1.731 millones de dólares) por debajo del valor de mercado del activo. Las garantías en el contrato de la 407 son muy distintas a las que incluye el de la SH-288. En caso de finalización anticipada de la concesión canadiense debe pagarse una valoración justa de mercado tras tasación por parte de un tercero independiente. Ford habló de 35.000 millones de dólares canadienses sin especificar si se trataba del valor de empresa o exclusivamente del capital, mientras que analistas de UBS tasan el valor de empresa de la 407 en 49.100 millones de dólares canadienses (32.900 millones de euros) y los de Bankinter ofrecen una cifra de 42.850 millones de dólares canadienses (28.750 millones de euros).

Preguntado por la tempestad de los últimos días en torno a un activo con un peso de casi el 40% del valor de Ferrovial, un portavoz de la compañía se limita a indicar que la empresa no comenta declaraciones políticas. Otras fuentes hablan de tranquilidad en el cuartel general de la firma de infraestructuras, que no ha recibido notificación alguna del Gobierno de Ontario: “Ni se ha reunido a los analistas ni se ha precisado dar ninguna explicación a los reguladores de Bolsa sobre la 407, ni en Europa ni en Estados Unidos”, recuerda uno de los analistas que sigue a Ferrovial. El precio del activo es todo un blindaje para la compañía que gestiona la autopista y sus socios en el capital, el fondo local de pensiones CPPI (50,01% de la concesión) y el grupo de infraestructuras Atkins Réalis (6,76%).

Pero además de la valoración de la que es considerada una de las autopistas más rentables del mundo, también resta enteros a un posible mandato de reversión de la 407 el hecho de que el propio primer ministro Ford dijera a finales de septiembre que descartaba pagar por recuperar el control de la infraestructura. Fue tras un estudio que lo desaconseja por poco viable desde el punto de vista económico.

Con todo, la presión política y social es alta sobre Ferrovial y sus socios, con un plazo de explotación de la 407 que llega hasta 2098, unas tarifas que son de libre fijación, un rendimiento bruto en el entorno del 80% y fuertes dividendos. La congestión del tráfico en Toronto se traduce en las más de 60 horas al año que el conductor promedio pasa atrapado en la carretera, o en los 11.000 millones de dólares canadienses anuales en pérdida de productividad. El índice INRIX Global Traffic Scorecard habla de esa ciudad canadiense, rodeada por la 407, como la decimoséptima ciudad más congestionada del mundo (Barcelona ocupa el puesto 120 y Madrid, el 132).

La dirección de la 407 contrarresta recordando que han sido invertidos 1.600 millones de dólares en ampliaciones en los 25 años que ha recorrido ya el contrato, recogiéndose un aumento del tráfico del 90% en este tiempo y ofreciéndose una hora de ahorro en el tiempo de viaje. La dirección de Planificación de Tráfico de la 407 sostiene que el coste de los peajes se encuentra en mitad de la tabla si se comparan con los de autopistas similares en Miami, Los Ángeles, Chicago o Dallas.

Sobre la firma

Javier F. Magariño
Es redactor de infraestructuras, construcción y transportes en Cinco Días, donde escribe desde junio de 2000. Ha pasado por las secciones de Especiales, Cinco Sentidos, 5D y Compañías siguiendo la información de diversos sectores empresariales. Antes fue locutor de informativos en la Cadena Cope, además de colaborar en distintos medios de Madrid.
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