Simón Pedro Barceló: “España podría convertirse este año en el primer destino turístico del mundo”
Considera que hay que fijar límites al turismo donde haya masificación y frenar el crecimiento sin control de los pisos turísticos. " Buena parte del problema de la vivienda en España ha sido por sacar casas del alquiler residencial al alquiler turístico”
“Va a ser un gran año turístico. Quizá incluso podríamos convertirnos en el primer destino turístico en el mundo por turistas internacionales. Soy de los que piensa que batir récords por ofrecer un producto deseado por nuestros clientes es una magnífica noticia”. Con esa frase, Simón Pedro Barceló, copresidente del grupo Barceló, la segunda mayor hotelera en España y la trigésimoquinta del mundo, ha irrumpido este mediodía en el debate sobre el rechazo al turismo masivo y al crecimiento explosivo de los pisos turísticos. “Que los clientes se encuentren a gusto y quieran regresar a España es lo mejor que nos puede ocurrir. Quien no tiene turismo lo quiere. Tenemos la suerte de tener turismo y lo que tenemos que hacer es un esfuerzo por cuidarlo y en seguir aprovechando las oportunidades que el mundo nos ofrecerá en el futuro”, ha recalcado durante su intervención en un coloquio en el Círculo Ecuestre de Barcelona.
Tras batir un récord histórico en 2023 con 85,1 millones de turistas internacionales, las previsiones que manejan hoteleros, agencias de viajes, turoperadores o aerolíneas apuntan a que este año se podría llegar o incluso superar los 95 millones, unas cifras que han criticado otros empresarios hoteleros como Kike Sarasola, al asegurar que España no está preparada para recibir a tantos turistas. “Para mí es una mala noticia que se ponga en tela de juicio la contribución positiva del sector turístico en este destino. Lo que tenemos que pensar es que en el mundo va a haber 1.600 millones de viajes internacionales este año y que España tiene una cuota extraordinaria por encima del 5%. Al mundo no le pasara nada si España en lugar de tener 100 millones pasa a tener 50, porque esos 50 millones se irán a otro lugar. A quien le pasará es a España”. En su opinión, los destinos maduros tienen que gestionar el éxito y mejorar las infraestructuras. “España lo tiene todo para ser una historia de éxito en el turismo mundial y solo dependerá de lo que queramos: si queremos que siga siendo una fuente de riqueza o queremos que sea una cosa distinta”.
En cualquier caso, Barceló apostó fijar limites en aquellos destinos donde haya riesgo de masificación, aunque tampoco esquivó lo complejo de la misión. “Este ejercicio implica hacer preguntas que no se quieren contestar. ¿Vamos a poner límites en los aeropuertos? ¿A que compañías se los vamos a poner? ¿Solo vamos a permitir viajeros de business? ¿Vamos a dejar entrar a los privados? Según sea la voluntad de los ciudadanos en las urnas se tomarán las decisiones correspondientes. Lo que está claro es que hay que fijar límites y contestar preguntas difíciles”.
El copresidente de Barceló también cargó contra los pisos turísticos, aunque matizó que el turismo residencial ha existido siempre y que en muchos lugares ha sido compatible con el hotelero, sin generar problemas. “El drama aparece cuando nos olvidamos del urbanismo. Igual que nos parece una locura meter actividad industrial junto a un colegio o junto a una zona residencial, también lo es meter actividad turística en zona residencial. Eso ha ocurrido en muchos lugares del mundo. Creo que buena parte del problema de la vivienda en España ha sido por sacar casas del alquiler residencial al alquiler turístico”.
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