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Los refrescos avanzan hacia los 6.000 millones en ventas aupados por hostelería y turismo

El sector facturó 5.700 millones en 2023, un 7% más, y mantiene la buena tendencia en 2024. La patronal Anfabra pide legislar “con rigor” en materia impositiva y de sostenibilidad

Coca Cola
En la imagen, zona de la planta para el envasado de Coca-Cola en la fábrica de la compañía en Martorelles, Barcelona.Albert Garcia
Javier García Ropero

La industria de las bebidas refrescantes apunta a nuevos récords de ingresos en España. El sector se acerca a los 6.000 millones de euros de facturación este año, gracias al buen momento que mantiene la hostelería y a la fortaleza del turismo, que sigue en aumento. Así se desprende de los datos recogidos por la patronal del sector, Anfabra, que representa a grandes fabricantes como Coca-Cola o Pepsico, y también a pequeñas y medianas empresas, que suponen el 60% del tejido productivo.

El último informe de impacto social y económico elaborado por la asociación, junto a la consultora Afi, y que es la única radiografía sobre esta industria en España, muestra cómo la misma alcanzó unas ventas de 5.680 millones de euros en 2023, un incremento del 7,1% respecto al año anterior,

Un dato que supone un récord y que está un 35% por encima de la facturación previa a la pandemia. “2023 fue un año positivo, con consolidación de la recuperación, y estamos en un 2024 que también vemos con optimismo”, explica Beatriz Blasco, directora general de Anfabra. La hostelería está detrás de la buena evolución del sector en estos últimos años. La misma genera el 60% de sus ventas, un porcentaje que puede ir a más dada la tendencia actual. “Es un canal fundamental. Las bebidas refrescantes tienen un carácter de disfrute y encuentro, y eso se produce sobre todo en la hostelería”, dice Blasco.

La facturación total de este canal creció entre un 5% y un 10% en 2023, según los datos de Hostelería de España, Entre enero y julio, el alza medio era del 8,4%, como muestran la estadística del INE. En ello, un elemento clave son los datos récord de llegada de turistas, que en 2023 marcó un nuevo récord con 85 millones, y que este año también crece a dobles dígitos. “En ese contexto, ser la bebida de la hostelería nos ayuda”, concede Blasco.

El alza de ingresos se explica, por una parte, por las subidas de precios efectuadas en los últimos tres años de ciclo inflacionario. A este respecto, la directora general de Anfabra defiende que las subidas del sector “han sido inferiores a la media general, y al conjunto de la industria de alimentos y bebidas”, aunque las mismas no han impactado en el consumo. “Hay una tendencia clara del consumidor a no renunciar a los momentos de disfrute, y eso nos ayuda como categoría”, dice Beatriz Blasco. En 2023, el volumen de litros comercializado fue de 4.735 millones, un ligero incremento frente a lo reportado en 2022.

Otra tendencia que sigue creciendo es la del consumo de bebidas bajas o sin azúcar, que ya copan el 60% del mercado. Un porcentaje que, según Anfabra, ubica a España a la vanguardia del entorno europeo. “Desde 2005 se ha reducido un 45% la presencia de azúcares. Nuestro compromiso es seguir avanzando. Más del 36% de la inversión del sector va al desarrollo de nuevas variantes, y el foco fundamental se sigue poniendo en la categoría sin azúcar”.

Al tirón en el mercado doméstico se le unió, en 2023, los buenos datos de exportación, con un crecimiento del 16%, hasta un total de 483 millones, representando el 8,5% de la facturación total. Portugal, Reino Unido y España son los principales mercados de destino.

Competitividad

Los datos de Anfabra también apuntan a un crecimiento del empleo ligado al sector, un total de 176.000 personas, de las que 68.000 son puestos directos, repartidos en 148 centros de actividad.

Pese a los buenos datos, Beatriz Blasco reconoce retos pendientes por abordar, especialmente en la agenda de legislación en sostenibilidad. Las principales patronales del gran consumo, entre ellas Anfabra, reclaman desde hace meses que se retrase la aplicación del real decreto que, a partir de 2025, obligará a los fabricantes a aplicar medidas para la reutilización y etiquetado de envases. En el primer punto, la legislación europea marca como fecha 2030. “El real decreto nos plantea ciertos problemas en términos de competitividad, porque nos plantea periodos diferentes a otros países”, dice Blasco, que apunta a impactos directos en inversiones y pérdida de competitividad. “Es tal el cambio de dinámica, que requiere que lo hagamos de forma acompasada con el entorno, y sobre todo que se haga bien”.

El sector mantiene conversaciones con el Gobierno para retrasar la aplicación, “con esperanza”, dice Blasco, que pide hacer “políticas desde el rigor e incentivando la innovación, en lugar de imponer gravámenes”. La directiva hace referencia al impuesto a las bebidas azucaradas y edulcoradas, que a su juicio, no ha logrado el objetivo con el que se aprobó, la reducción de la obesidad, un “problema muy complejo que no se soluciona con medidas simplistas”.

Sobre la firma

Javier García Ropero
Redactor de la sección de empresas, especializado en distribución, gran consumo y economía del deporte. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Especialista en información económica de la UIMP. Desarrolla su carrera en CincoDías desde 2011 tras haber pasado por El Mundo y Vocento.
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