Huawei lucha por sobrevivir en España bajo la amenaza del veto a sus redes tras el caso alemán
El fabricante chino cerró sus tiendas, apenas vende móviles y sufre el boicot de facto de los operadores de telecomunicaciones
En 2019, Huawei era el fabricante de telecomunicaciones líder en España en todos los terrenos. Vendía más móviles que Samsung y Apple (aunque estos facturaban más) y sus redes de fibra y móvil equipaban a los principales operadores, desplazando a las históricas firmas europeas Nokia y Ericsson. Pero el veto decretado ese año por Estados Unidos, entonces bajo la presidencia de Donald Trump, contra los equipos de Huawei por supuesto espionaje para el Gobierno chino se trasladó como un tsunami a todos los mercados occidentales, incluyendo el español, y hundió los planes de crecimiento en España.
Alemania acaba de replicar ese veto tras llegar a un acuerdo con las principales compañías de telecomunicaciones para que retiren toda la tecnología de Huawei y ZTE antes de finales de 2029. En España, el Gobierno no ha adoptado un veto formal ni ha incluido a Huawei en ninguna lista de fabricantes prohibidos como era su intención inicial. Pero Bruselas está presionando a través de los fondos Next Generation para que el Ejecutivo de Pedro Sánchez endurezca su postura contra las firmas chinas, como adelantó EL PAÍS. Y el ejemplo germano, el principal mercado europeo, puede vencer esa resistencia.
En este contexto, la filial española de Huawei se enfrenta a una difícil encrucijada. Hace dos años cerró todas sus tiendas físicas y apenas vende móviles por el canal online. Debido al veto estadounidense, sus smartphones dejaron de funcionar bajo el paraguas de Android, el sistema operativo de Google, lo que impide que lleven aplicaciones tan populares como Gmail, Google Maps o Play Store. Y tampoco manejan Whatsapp, Facebook o YouTube. Y, aunque estas apps se pueden descargar de forma indirecta o pirata, dan problemas de funcionamiento y de seguridad. La consecuencia es que Huawei no figura ni entre las 10 primeras firmas por venta de móviles, con menos del 1% de cuota, cuando en 2018 lideraba el mercado nacional con más de 2,5 millones de móviles vendidos y una cuota del 28%. Los operadores también le han retirado la confianza y no comercializan sus smartphones en sus canales de venta y ofertas asociadas a una línea móvil y de fibra.
Pero donde se juega la supervivencia la marca china es en las redes, su principal negocio. Aunque no exista un veto formal, los operadores se están curando en salud y han bloqueado cualquier contrato con el fabricante asiático, tanto en la parte core (núcleo), donde reside la inteligencia de la red y las funciones disponibles, como en la de radio (Radio Access Network o RAN), las estaciones base con las antenas en torres o azoteas de edificios que dan cobertura a la telefonía móvil.
Telefónica solo tiene parte de su core con Huawei, aunque ha anunciado que lo sustituirá próximamente mediante un concurso, mientras que toda su parte de RAN es de Nokia y Ericsson. Mucho más expuestos están sus dos grandes rivales. Vodafone tiene aproximadamente un 60% de su red de radio con Huawei en España. Por su parte, Masorange utiliza Huawei en cerca del 50% de sus emplazamientos móviles, mientras que ZTE, la otra manufacturera china incluida en el veto, equipa otro 10% de su red.
El fabricante de Shenzhen también tiene una amplia presencia en las redes fijas de fibra troncal y residencial de Telefónica, Vodafone y Masorange. Además, el operador hispanofrancés acaba de adjudicar a ZTE el centro de gestión de la red de cable de sus tres marcas del norte (Euskaltel, Telecable y R).
Y aunque ni Huawei ni ZTE formen parte aún de ninguna lista de firmas prohibidas ya lo están de facto. El programa UNICO Redes Activas para dar cobertura 5G a más de 1,8 millones de habitantes de municipios pequeños, por 508 millones de euros, adjudicado en mayo pasado ya tuvo en cuenta este factor. Telefónica acaparó la mayor parte de las ayudas (298 millones de euros y una asignación de 4.123 emplazamientos), frente a Orange (115 millones y 1.505 emplazamientos) y Vodafone (66 millones y 1.220 emplazamientos), debido precisamente a la ausencia del fabricante chino en su red de radio.
No en vano Huawei ha recurrido el concurso ante la Audiencia Nacional al considerar que ha sido discriminada por motivos políticos. “El recurso se basa en la consideración de que ciertas condiciones de las bases interfieren con la libertad de los operadores para elegir el mejor proveedor sobre la base de criterios objetivos que reflejen requisitos comerciales, técnicos y de seguridad. En su lugar, busca excluir a ciertos suministradores en función de criterios políticos arbitrarios”, han indicado fuentes de la compañía.
Declive financiero
Esas ganas de seguir adelante chocan con la cruda realidad financiera. Huawei Technologies España registró unos ingresos de 801,2 millones de euros en 2023, un descenso del 29% respecto al ejercicio anterior y lejos de los 1.320 millones que facturaba en 2018, según las últimas cuentas depositadas en el Registro Mercantil. La filial del grupo tecnológico chino se anotó un beneficio neto de 21,5 millones de euros, un 28% menos que en 2022.
En 2019, la tecnológica contaba con un total de 1.200 trabajadores en plantilla, cifra que se ha ido reduciendo hasta los 743 empleados a cierre de 2023. Los sindicatos temen que si la situación sigue empeorándose, la multinacional presente un expediente de regulación (ERE), aunque la compañía lo niega. “Durante los últimos años, se han llevado a cabo ajustes de plantilla, por motivos de carácter corporativo o por necesidades de reorganización interna, pero actualmente no hay previsión de llevar a cabo ningún ERE”, indican desde Huawei.
La multinacional china designó a finales de junio a Andrés Yin Hui como nuevo consejero delegado de Huawei Iberia, la filial para España y Portugal, en un intento más de reflotar a la compañía. La firma confía en que España no siga el ejemplo germano. “Huawei es desde hace más de dos décadas un proveedor de equipos de telecomunicaciones innovador, seguro y fiable en el mercado alemán. No existen pruebas ni hipótesis concretas de que su tecnología presente riesgos de ciberseguridad. Esto es aplicable también a España, donde Huawei lleva contribuyendo al avance del país desde hace 23 años. De hecho, Huawei comenzó la solicitud de la certificación Common Criteria (CC) en España en 2010 y, hasta la fecha, contamos con 64 productos que han obtenido esta certificación, incluyendo los productos de 5G Radio, con una posición aventajada respecto otros fabricantes que tienen poca o ninguna experiencia en ser evaluados por entidades independientes acreditadas en el ámbito de la ciberseguridad”, han indicado fuentes de la compañía.
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