Pernod Ricard vende su división de vinos, entre ellos Campo Viejo o Tarsus, a un holding australiano
El gigante de las bebidas alcohólicas, con marcas como Ballantine´s, Beefeater o Seagram´s, era el dueño de cuatro españolas como Ysios y Azpilicueta
Pernod Ricard, la multinacional de las bebidas alcohólicas con marcas tan conocidas como Beefeater, Chivas, Jameson, Ballantine´s, Absolute o Seagrams, pone un punto y aparte en su aventura en el mundo del vino, iniciada en 2010, y ha anunciado esta mañana la firma de un acuerdo para vender sus marcas de vinos estratégicos internacionales a Australian Wine Holdco Limited (AWL), un consorcio de inversores institucionales internacionales y propietario de Accolade Wines.
La transacción, sujeta a la aprobación de las autoridades de competencia y cuya culminación está prevista para la segunda mitad de 2025, incluye la venta de un amplio portafolio de diez marcas de vinos internacionales elaborados en siete bodegas, propiedad de la división de vinos del gigante de la distribución de bebidas (Pernod Ricard Winemakers), divididas a su vez en tres países: Jacob’s Creek, Orlando y St Hugo en Australia; Stoneleigh, Brancott Estate y Church Road en Nueva Zelanda, y Campo Viejo, Ysios, Tarsus y Azpilicueta en España.
El comunicado justifica la venta por la estrategia de Pernod Ricard de fortalecer su estrategia en bebidas premium y de dirigir sus recursos hacia su cartera de marcas internacionales de bebidas espirituosas, premium y champán que impulsan el crecimiento de su negocio. “Estamos muy contentos de haber encontrado en Australian Wines Limited, una de las compañías de vino líderes del mundo, un socio ambicioso, cuya estrategia se fortalecerá aún más con nuestro prometedor portafolio. Estamos convencidos de que aprovecharán el éxito que hemos sembrado a lo largo de los años”, puntualizó Alexandre Ricard, presidente y CEO de Pernod Ricard.
Una de las razones que explicaría la venta de la división de vino es su escasa rentabilidad frente a las bebidas alcohólicas. Así se puede inferir de las últimas cuentas anuales de Pernod Ricard Winemakers España, correspondientes a 2023 (el año fiscal lo cierra en el mes de junio), en las que la división española acumula tres años de fuerte retroceso, tanto en su cifra de negocio como en su beneficio neto. En 2020 alcanzó su máximo histórico de facturación (130,3 millones de euros) y a partir de ese ejercicio cayó a 118,8 millones en 2021, a 115,7 millones en 2022 y a 102,5 millones de euros en 2023. Una tendencia similar ha seguido el beneficio neto, que tocó techo en 2020 con 6,8 millones de euros y a partir empezó un descenso hasta 5,2 millones en 2021, 4,4 millones en 2022 y unas pérdidas de 2,12 millones en 2023. Pese a ello desde Pernod Ricard recalcan la importancia de que las bodegas pasen a ser propiedad ahora de una compañía de escala internacional con una estrategia de comercialización centrada exclusivamente en el sector del vino. “Sus marcas de vino se beneficiarán del enfoque necesario para alcanzar su potencial, reforzar su posición y aprovechar nuevas oportunidades a nivel mundial”.
En la última presentación anual de resultados, correspondiente al año fiscal 2023 (junio 2022 a junio de 2023), se puede encontrar otra de las razones que han llevado a Pernod Ricard a deshacerse de su división de vinos. En esos doce meses, las ventas de vino del gigante francés cayeron un 2% anual (fue la única de las divisiones cuya facturación retrocedió) y el peso entre todas las bebidas cayó a un residual 4%. En el otro lado, las ventas de bebidas premium, entre las que se encuentran también Chivas, Jameson, Havana Club o Malibú, crecieron un 11% hasta suponer el 63% de la facturación.
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