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La sostenibilidad como oportunidad estratégica para las empresas

EY debate en su III Impact Week sobre el impacto de las políticas de ESG en los órganos de gobierno, de gestión y en la cultura corporativa de las compañías

Rafael Durán
Hildur Eir Jónsdóttir (EY), Alberto Andreu (EY), José Antonio López (Lyntia), Tomás Pascual (Corporación Pascual) y Alberto Castilla (EY), en el debate que abrió el III Impact Week de EY.
Hildur Eir Jónsdóttir (EY), Alberto Andreu (EY), José Antonio López (Lyntia), Tomás Pascual (Corporación Pascual) y Alberto Castilla (EY), en el debate que abrió el III Impact Week de EY.

La sostenibilidad impacta en las principales palancas de creación de valor en las empresas y, en consecuencia, en la cuenta de resultados y en el balance, ya que contribuye a optimizar los precios, ayuda a ahorrar costes y mejora los procesos de reclutamiento y el compromiso de las plantillas. Por tanto, la sostenibilidad debe ser entendida como una oportunidad, e integrarla en la estrategia a corto, medio y largo plazo de las compañías.

Estas son algunas de las principales conclusiones del III Impact Week celebrado por EY en Madrid, en el que a lo largo de tres jornadas se debatió sobre el impacto de la sostenibilidad en los órganos de gobierno, en los de gestión y en la cultura corporativa, con la participación de CEO; consejeros y presidentes de comisiones de auditoría, riesgos y sostenibilidad; miembros de comités de dirección; directivos de recursos humanos; un representante de la CNMV, y los expertos de EY. La Impact Week es una iniciativa que EY desarrolla en la región de EMEIA (Europa, Oriente Medio, África e India) y tiene como objetivo incrementar las capacidades de los cerca de 5.000 profesionales de la firma expertos en esta área en todo el mundo y divulgar conocimiento técnico.

En términos de valor, la sostenibilidad tiene significados distintos para empresas distintas, a pesar de que la regulación sea igual. En este sentido, durante el diálogo que arrancaba la primera sesión del Impact Week, moderado por Alberto Castilla, EMEIA climate change & sustainability market leader & spanish country leader de EY y Alberto Andreu, senior advisor de EY, José Antonio López, consejero delegado en Lyntia, enfatizó en que “la sostenibilidad sigue siendo nuestra guía para hacer negocios, pero hay que ser sensibles con el hecho de que no todas las empresas tienen el mismo nivel de madurez y la capacidad para abordar los costes que conllevan legislaciones como la Corporate Sustainability Reporting Directive (CSRD)” y pidió “una cierta racionalidad”.

En el mismo diálogo, Tomás Pascual, CEO y presidente de la Corporación Pascual, señaló que “en nuestra cadena de valor la sostenibilidad está presente en todo momento, y la tenemos en mente a la hora de diseñar estrategias, y no solo de la parte medioambiental sino también de la social y de la importancia que damos al consumidor, que quiere un producto saludable y sostenible”. El directivo remarcó que “no es fácil ser sostenible y competitivo, las empresas y la Administración tenemos objetivos comunes, pero las empresas piden objetivos razonables que permitan a las empresas adaptarse”.

Normativa europea

Otro de los temas destacados de las jornadas fue el de los retos que supondrá la implantación de la CSRD, la legislación de la UE, vigente desde el 5 de enero de 2023, que introduce el concepto de la doble materialidad, por el que se exige que las empresas revelen sus impactos ambientales y sociales, y cómo sus impactos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) afectan a su negocio.

De los debates se extrajo que la doble materialidad es la clave estratégica, y no solo de reporting, ya que ayuda a identificar los temas relevantes desde el punto de vista del negocio y del impacto en terceros. El socio de EY Alberto Castilla destacó que “si la regulación se entiende solo como una obligación de cumplimiento se pierde la posibilidad de entender la sostenibilidad como una oportunidad, e integrarla en la estrategia a corto, medio y largo plazo, y no avanzaremos más allá de tener un punto de vista de la sostenibilidad como un coste”.

Para el mejor desempeño en la empresa, en una de las mesas redondas se concluyó que la sostenibilidad requiere un trabajo coordinado de tres comisiones: la comisión de auditoría es responsable de la supervisión de los informes de sostenibilidad; la de sostenibilidad debe responsabilizarse de la fijación de la estrategia y los objetivos ESG; y la de riesgos, especialmente en las entidades financieras, del mapa de riesgos. La sostenibilidad es, por tanto, cada vez más una habilidad transversal en la gestión. Sobre la cuestión, Eduardo Manso, director de corporate and financial reporting de la CNMV, precisó, en su diálogo con Alberto Andreu, que “la supervisión última en esta materia corresponde a la comisión de auditoría, a pesar de que esta deba basarse en la de sostenibilidad, que va ganando cada vez mayor peso”.

Mientras que para el supervisor es necesario que las empresas avancen en la materialidad financiera de la sostenibilidad y su impacto en las cuentas, las empresas se plantean su integración en la gestión del día a día, la transversalidad, el rol del CFO (director financiero) y la relación con la generación de valor.

Para finalizar, Alberto Castilla destacó que todo el contenido de las jornadas “se concreta en un solo indicador, el capex (capital expenditure o gasto en capital), del que dependerá la ambición y el número de oportunidades que tengan las empresas para impulsar la sostenibilidad”.

La cultura de lo sostenible

En las distintas conversaciones y mesas redondas desarrolladas durante las tres sesiones del III Impact Week de EY se debatió sobre muy diversos matices de la sostenibilidad.

Formación. Se abundó en la importancia de la formación en materia de sostenibilidad, aumentar la formación de los consejos de sostenibilidad y clarificar los roles de las distintas comisiones.

Cultura. De igual modo, se destacaron algunas ideas sobre cómo incorporar la sostenibilidad en la cultura: acelerar la implantación de tecnología para la captura de los datos que exige la CSRD;  desplegar los objetivos ESG en el día a día de la plantilla y en su retribución; hacer vivir el propósito y los valores a través de comportamientos observables susceptibles de incorporarse en la evaluación del desempeño, y flexibilizar los sistemas de control de gestión y las formas de trabajo para impulsar la transversalidad de tareas y presupuestos.

Tecnología. Los participantes destacaron la importancia de invertir en tecnología y desarrollo para aterrizar la sostenibilidad de “pájaros y flores” a “números”, de utilizarla como una aliada en las transformaciones culturales, y de cómo la directiva CSRD, a la larga, habrá supuesto una ayuda que simplifique la tarea de las compañías. En sus conclusiones, Alberto Castilla afirmó que el gran reto hoy es “traducir a números lo que hasta ahora algunos pensaban que eran ideas abstractas”.

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Sobre la firma

Rafael Durán
Lleva más de una década a cargo de los temas de sostenibilidad en la sección de Buen Gobierno, tarea que compagina con la edición de CincoDías. Aterrizó en el periódico en el año 2000 y pasó una temporada en la sección de Opinión. Antes, en El Siglo de Europa y El Nuevo Lunes. Es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid.
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