Iberdrola crea la sociedad CPD4Green para desarrollar el negocio de los centros de datos
La energética quiere dar entrada a un socio financiero, un gran fondo de inversión que tendría la mayoría
Iberdrola ha constituido la sociedad CPD4Green a través de la cual explotará el negocio de los centros de datos, según aseguran fuentes empresariales. La compañía que preside Ignacio Sánchez Galán quiere aprovechar los terrenos de que dispone en España, a través de su filial Iberdrola Inmobiliaria; su capacidad de generar electricidad de origen renovable y de distribuirla a través de sus redes, así como su experiencia en la contratación de energías renovables a largo plazo (PPA) y durante las 24 horas para entrar en un sector que será gran demandante de electricidad.
En cualquier caso, señalan las mismas fuentes, Iberdrola participará en minoría (por debajo del 50%) en esta sociedad para la que busca un gran socio financiero con quien compartir la joint venture, tal y como ha venido avanzando la compañía desde hace semanas. Y es que la energética no quiere consolidar las cuentas de un negocio que no es su actividad principal. Entre los nombres que se barajan figuran grandes fondos como Mubadala, Blackstone o Blackrock con los que se estaría negociando.
El objetivo de Iberdrola es lograr una capacidad de 200 MW para estos centros en el horizonte de 2030, con una inversión de ocho millones de euros por MW (a los que se añade entre un 30%-40% más para asegurar el suministro durante todo el día), lo que se traducirá en una inversión de entre 1.700 y 2.000 millones de euros hasta esa fecha, señalan fuentes del mercado. El grupo aspira a tener una cuota del 20% de este sector en 2030.
La compañía, que ya tiene firmados PPAs con importantes empresas tecnológicas, como Amazon o Google, muchos en Estados Unidos, España o Alemania, puede ofrecer energía barata a los datacenters que aspiran a instalarse en España, pero que se están tropezando con problemas de acceso a las redes. Una demanda que, según las grandes eléctricas, asciende a unos 6.000 MW de capacidad, incluida la de industrias que quieren descarbonizar sus procesos productivos.
El objetivo de la compañía es impulsar la demanda de energía (que va en descenso) a través de estos centros y abanderar un negocio muy atractivo para los grandes fondos. En la sociedad se incluirían otras actividades susceptibles de pedir avales, como la fibra óptica. Ante la falta de capacidad de acceso a las redes de distribución eléctrica, Iberdrola recurrirá a la “creatividad” aprovechando la capilaridad de sus líneas.
Según fuentes del sector, los centros de datos de pequeña dimensión necesitan instalarse en las grandes ciudades, no así los grandes, que no las necesitan. En Barcelona funciona uno de 20 MW.
Tanteo en el exterior
Durante la presentación de los resultados del primer trimestre, el presidente de Iberdrola ratificó el interés de la compañía por participar en el desarrollo de los centros de datos en los mercados donde opera. Según palabras de Galán, “es un ángulo muy interesante para nosotros”, y añadió que su objetivo sería “capitalizar la nueva demanda de estos centros”.
En este sentido, el ejecutivo añadió que “hay que ver el valor que podemos aportar y estamos en negociaciones con mucha gente”, reveló Galán, quien explicó que más allá de la capacidad de energía estamos dispuestos “a lo que sea que les podamos ofrecer”. En esta línea, señaló la importancia de que España incremente su inversión en redes de transporte para poder aprovechar “la enorme posibilidad que suponen los centros de datos”.
La nueva sociedad, CPD4Green operará solo en España, pero Iberdrola está tanteando este mismo negocio en otros países, “con opciones interesantes en Reino Unido”, según fuentes empresariales.
Las eléctricas reclaman 6.000 MW en redes
Las distribuidoras eléctricas (filiales de las grandes compañías del sector Iberdrola, Endesa o Naturgy) habían solicitado la Modificación de Aspectos Puntuales del Plan de Desarrollo de la Red de Transporte (MAP) al Ministerio de Transición Ecológica con el objetivo de avanzar en la actual planificación sin esperar a la del siguiente periodo (aprobada para los años 2026-2030) y dar salida urgente a la demanda de nueva capacidad de la red procedente de los centros de datos que quieren instalarse en España y de otras industrias, que asciende a unos 6.000 MW, según los cálculos de las compañías. Las distribuidoras no pueden ofrecer dicha potencia en tanto no la reciban de REE (operador del sistema y transportista), que gestiona la red de alta tensión.
Finalmente, el Ministerio de Transición Ecológica, tras los informes de REE, ha descartado la petición de las empresas y solo ha admitido un 10% de sus peticiones de inversión en nuevos proyectos, que asciende a unos 300 millones de euros.
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