Starbucks se desploma en Bolsa por la caída de las ventas en sus cafeterías
La fuerte caída de las ventas en China, el boicot por la guerra de Gaza y el menor gasto de los consumidores provocan una caída de las ventas
Starbucks ha decepcionado al mercado con unas cuentas que muestran una caída de la facturación de sus cafeterías. La compañía ha comunicado que las ventas mundiales en tiendas comparables disminuyeron un 4%. Hubo un 6% menos de transacciones, así que el aumento del 2% en el ticket medio solo pudo compensarlo parcialmente. Aunque Starbucks ha sido objeto de boicot relacionado con la guerra de Gaza, el que ha actuado como verdadero lastre ha sido el mercado chino, donde han aparecido competidores a precios competitivos. Las acciones se han desplomado tras el cierre de la sesión.
Las ventas en tiendas comparables en Norteamérica y Estados Unidos disminuyeron un 3%, mientras que las internacionales cayeron un 6%. En China, el descenso fue del 11%. La compañía ha tenido que moderar los precios antes la nueva situación competitiva y ha tenido un descenso del 8% en el ticket medio y un 4% en las transacciones: menos clientes que además gastan menos.
El grupo abrió 364 nuevos locales netos en el segundo trimestre de su ejercicio fiscal (enero a marzo), cerrando el periodo con 38.951 establecimientos, de los que el 52% están operados por la empresa y el 48%, bajo franquicia. A finales del segundo trimestre, las tiendas de Estados Unidos y China representaban el 61% de la cartera global de la empresa, con 16.600 cafeterías en Estados Unidos y 7.093 en China.
Ni siquiera esas nuevas aperturas permitieron compensar la caída de las ventas en las cafeterías ya existentes. Los ingresos netos consolidados disminuyeron un 2%, hasta 8.563 millones de dólares (algo más de 8.000 millones de euros al tipo de cambio actual). El beneficio neto se redujo un 15%, hasta 772,4 millones de dólares.
Los resultados de Starbucks reflejan el impacto de un clima más frío de lo habitual en enero, que afectó a las visitas a las tiendas en todo el sector, un consumidor más cauto en todo el mundo y el conflicto en Oriente Próximo, dijo en una entrevista con Bloomberg la directora financiera, Rachel Ruggeri.
Según Ruggeri, la cadena quiere invertir la tendencia centrándose en satisfacer la demanda por las mañanas. Starbucks quiere aumentar la disponibilidad de productos y reducir los tiempos de espera, incluso actualizando la forma en que prepara algunas bebidas. También está trabajando en nuevos productos que atraigan a los clientes por las tardes y en atraer a más clientes a su aplicación.
La rentabilidad se vio deteriorada por el aumento del gasto en salarios y beneficios de los socios de tienda, el incremento de las actividades promocionales, la compensación de la ganancia por la venta de la marca Seattle’s Best Coffee, así como el aumento de los gastos generales y administrativos. Eso se vio parcialmente compensado por la fijación de precios y las eficiencias operativas en tienda.
La cotización de la empresa se desplomaba un 12,5% tras la publicación de resultados, en las operaciones posteriores al horario habitual de la sesión. Sin contar esa caída, las acciones de Starbucks retroceden un 5% en lo que va de año y un 23% en los últimos 12 meses. La empresa vale en Bolsa 100.000 millones de dólares.
“En un entorno muy desafiante, los resultados de este trimestre no reflejan el poder de nuestra marca, nuestras capacidades o las oportunidades que tenemos por delante”, comentó Laxman Narasimhan, consejero delegado, a través de un comunicado. “No hemos cumplido nuestras expectativas, pero entendemos los retos específicos y las oportunidades que tenemos ante nosotros. Tenemos un plan claro que ejecutar y toda la organización está movilizada en torno a él. Tenemos mucha confianza en nuestro largo plazo”, añadió.
“Aunque ha sido un trimestre difícil, hemos aprendido de nuestro propio bajo rendimiento y hemos afinado nuestro enfoque con una hoja de ruta completa de acciones bien pensadas que dejan claro el camino a seguir”, señaló por su parte la directora financiera, Rachel Ruggeri. “En este camino, seguimos comprometidos con nuestro enfoque disciplinado de la asignación de capital mientras navegamos por este entorno complejo y dinámico”, añadió.
En el caso de Starbucks, el detonante del boicot fue una demanda contra Workers United, el sindicato que organiza a sus trabajadores, después de que una cuenta de redes sociales de dicha organización publicara un mensaje propalestino a raíz del conflicto en Gaza. La empresa alegó que la demanda era por utilizar su nombre indebidamente y porque quería mantenerse al margen de adoptar posiciones políticas.
Tras las llamadas al boicot, Narasimhan publicó una carta abierta a los empleados en diciembre en la que afirmaba que Starbucks condena “la violencia contra los inocentes, el odio y el discurso armado y las mentiras”. “Somos una empresa con una misión y promesas basadas en la humanidad y en dar. Aborrecemos el odio. Rechazamos enérgicamente la violencia contra los inocentes”, sostenía.
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