Grifols cierra la colocación privada de 1.000 millones al 7,5%
La compañía afronta el vencimiento de 2.900 millones el año próximo
Grifols completa la emisión de deuda para afrontar los 2.900 millones en vencimientos del año próximo, de los más de 10.000 millones que adeuda en total. La compañía de hemoderivados ha culminado una colocación privada por 1.000 millones de euros, con un interés del 7,5%, sensiblemente inferior a las rentabilidades que el mercado está exigiendo a la deuda de la compañía.
La empresa llevaba semanas negociando con fondos de deuda una emisión privada, según adelantó este periódico. La idea era poder contar con nuevos títulos para afrontar el vencimiento de los que expiran el año que viene, pero sin someterse al escrutinio del mercado de bonos en un momento delicado para la compañía, en plena tormenta tras la publicación del informe del fondo bajista Gotham City.
La nueva deuda tendrá un vencimiento a seis años, en 2030. Deutsche Bank ha sido el banco colocador en la transacción. Osborne Clarke y Proskauer Rose se han encargado de los asuntos legales.
Grifols afronta el año que viene su primer match ball financiero desde que el fondo bajista Gotham City publicase su demoledor informe, que asignaba un valor de cero euros a la compañía y la acusaba de inflar su cifra de ebitda y reducir artificialmente la deuda. La compañía debe afrontar el vencimiento de dos emisiones de bonos, que suman unos 2.000 millones y de otros 900 millones en una línea de crédito.
Para ello, acordó en diciembre la venta de un 20% de su participación en la compañía china Shanghai RAAS por 1.600 millones, que prevé cerrar durante el primer semestre. Y ha lanzado esta emisión de deuda, cuyo objetivo es reemplazar unos bonos no garantizados que vendió en 2019 por 905 millones, mientras que los otros 1.000 millones en títulos garantizados emitidos en 2017 prevé repagarlos con los fondos recabados de la transacción china.
El cupón acordado con sus nuevos deudores, del 7,5%, es inferior a lo que exigen los inversores, pero sensiblemente superior al coste actual de la deuda para Grifols. Sustituye a unos bonos que pagan el 1,62%. La rentabilidad exigida a los 1.400 millones que vencen en 2028 se ha disparado por encima del 9%. Los 770 millones que vencen en 2027 cotizan al 5,6% y las dos emisiones que caducan el año próximo, al 6,8%.
La compañía cuenta además con una línea de crédito de 900 millones que también expira el año que viene. En este caso, sin embargo, espera que la refinanciación sea mucho más sencilla, pese a que el BCE ha pedido explicaciones a las entidades sobre su exposición a la compañía. Su siguiente punto clave será en 2027, cuando deberá devolver 770 millones en bonos y dos préstamos sindicados por 2.600 millones.
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