Irisbond, cómo hablar con la mirada
La empresa de Eduardo Jáuregui facilita un lector ocular que permite a personas con discapacidad, solo con mirar, comunicarse con todo tipo de dispositivos; se adapta a las necesidades específicas de cada usuario
En el corazón de la innovación, a menudo se encuentra una historia de reinventarse a uno mismo y de enfrentar desafíos con determinación. Eduardo Jáuregui es el CEO y cofundador de Irisbond y personifica este espíritu emprendedor de quien ha tenido que lanzarse al mercado porque no le quedaba más remedio. Cuando le pregunto qué hacen en Irisbond, responde con mucha pasión que “permitimos controlar los ordenadores con la mirada y damos voz a personas con discapacidad. Imagina a alguien que no puede comunicarse verbalmente, pero pueda hablar a través de su mirada”.
La historia de Irisbond se remonta a una década atrás, en medio de la crisis económica de 2011. Después de 15 años de trabajo en una empresa, Eduardo se encontró repentinamente desempleado, con 41 años y tres hijos. En lugar de rendirse, vio una oportunidad para reinventarse y, con el apoyo del centro tecnológico de San Sebastián, arriesgando su propio patrimonio, entre ambos fundaron Irisbond.
“Me lancé a una aventura que tenía mucho de riesgo, pero también mucho de aventura”. Recuerda que “hubo momentos de duda, pero también de oportunidad”. Aprovechó ese tiempo de desempleo para formarse y explorar nuevas posibilidades.
Dos modelos de negocio diferentes
La empresa utiliza su conocimiento técnico para empoderar a aquellos que se enfrentan a desafíos de comunicación. Se ha convertido en todo un referente en su campo, con una subsidiaria en Boston y una amplia gama de clientes tanto en España como en el extranjero.
Irisbond facilita un lector ocular que se compone de un dispositivo físico, basado en luces infrarrojas, con una cámara y unos algoritmos que interpretan dónde se está mirando. Permite a las personas comunicarse y controlar dispositivos con solo mirar y se adapta a las necesidades específicas de cada usuario.
Factura actualmente cuatro millones de euros al año, con un modelo diferente para España y el resto del mundo. En el extranjero trabaja con un modelo B2B para empresas que ya están en el mundo de la comunicación alternativa, pero que no tienen tecnología propietaria que les permita interaccionar los diferentes dispositivos con la mirada.
En España se dirigen principalmente al cliente final. “Lo que hemos hecho nosotros en ese tiempo es tratar de educar al mercado y hacerle ver que hay otras formas de comunicarse. Hemos demostrado que un niño con parálisis cerebral tiene un campo que va más allá de un teclado o un papel, utilizando la mirada como una herramienta para interactuar con un ordenador y eso es un acceso mucho más rico”.
La información del usuario de España
La ventaja de dirigirse al usuario final, como hacen aquí en España, les ha permitido conocer muy bien cuáles son sus necesidades para poder adaptar el producto.
Los usuarios dicen “que les cambia la vida. Piensa en la situación de una persona que tiene una capacidad cognitiva intacta, pero que está completamente aislada y no tiene ninguna capacidad de comunicar sus sentimientos, sus emociones o sus necesidades. Poder hacerlo es como la noche y el día, pero no solo para la persona, sino para todo su entorno familiar”.
Tras muchos años de lucha, se ha convertido en una prestación que está incorporada en la cartera básica de servicios, para garantizar que las personas con discapacidad tengan acceso a estas herramientas de manera gratuita.
Prevenir enfermedades neurodegenerativas
El trabajo de años dando voz a las personas con necesidades especiales les ha permitido aprender de ellas. Ahora, en Irisbond, saben cómo manejan los dispositivos y cómo manejan la mirada. “Hemos obtenido mucha información de lo que nos puede aportar la mirada y hemos abierto una nueva línea de negocio para utilizar la mirada como un biomarcador”.
Llevan más de dos años trabajando con centros sanitarios con el fin de diagnosticar de manera precoz enfermedades neurodegenerativas a través de la mirada, dado que la mirada y el cerebro están estrechamente unidos. “Si somos capaces de identificar ciertos biomarcadores con la mirada, se podrán diagnosticar, de manera precoz, ciertas situaciones, como el deterioro cognitivo leve, que es la antesala de un Alzheimer o un Parkinson y que ya se está ensayando con éxito con pacientes reales”, concluye con indisimulado orgullo.
Juanma Romero www.juanmaromero.com
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