Los Torrente Blasco, segundos accionistas de Talgo, amasan una plusvalía de más del 50% a precios de opa

La instrumental Torrblas, que entró en el capital cuando comenzó a fraguarse la oferta, elude desvelar sus intenciones

El logotipo de Talgo ante el Palacio de la Bolsa de Madrid el día de su estreno bursátil.Pablo Monge

“No vamos a comentar nada”, contesta la persona que coge el teléfono en la sede madrileña de la sociedad instrumental Torrblas en cuanto el interlocutor se identifica como periodista. Y lo hace antes de conocer el motivo de la llamada. La instrucción de la inversora Ana Patricia Torrente Blasco, titular de un 57% de Torrblas, por delante de otros miembros de la familia, es permanecer en la sombra ante cualquier requerimiento de información, especialmente si se refiere ...

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“No vamos a comentar nada”, contesta la persona que coge el teléfono en la sede madrileña de la sociedad instrumental Torrblas en cuanto el interlocutor se identifica como periodista. Y lo hace antes de conocer el motivo de la llamada. La instrucción de la inversora Ana Patricia Torrente Blasco, titular de un 57% de Torrblas, por delante de otros miembros de la familia, es permanecer en la sombra ante cualquier requerimiento de información, especialmente si se refiere a la oferta pública de adquisición (opa) sobre Talgo.

Torrblas es el segundo accionista del fabricante de trenes, con un 5,01% del capital. Un paquete asciende a 31 millones de euros si los 6,21 millones de acciones de Talgo en su poder se multiplican por los 5 euros que ofrece el consorcio húngaro Ganz-Mavag. Sobre la intención de los Torrente Blasco ante la opa no hay pista alguna, pero Torrblas acumula suculentas plusvalías del 51,4% a precios de opa por una inversión que apenas lleva dos años y cuatro meses en su portfolio.

La primera compra de papel por parte de estos inversores, también presentes en la cotizada Arima Real State con un 5%, se produjo entre el último día de noviembre y el primero de diciembre de 2022: 3,75 millones de acciones a un precio medio de 3,28 euros y por un valor total de 12,3 millones de euros. Talgo venía de marcar su mínimo en Bolsa, de 2,47 euros, en octubre de ese año y ya estaba en pie la intención de Renfe de sancionar al fabricante con 116 millones por el fuerte retraso acumulado en la entrega de un pedido de 30 trenes de alta velocidad. Torrblas se identificó como uno de los inversores relevantes en Talgo, al rebasar el 3%, el 19 de diciembre de 2022.

La irrupción de los Torrente Blasco prácticamente coincidió con la entrada en contacto del empresario húngaro Andras Tombor con la instrumental Pegaso, en la que se agrupan las participaciones del fondo Trilantic, Torreal (Juan Abelló) y de la familia Oriol, fundadora de Talgo, hasta sumar un 40% del capital. Pegaso y CATO Investments, liderada por Tombor, firmaron un acuerdo de confidencialidad el 16 de diciembre de 2022 para el análisis de una posible opa sobre Talgo, tal y como se reconoce en el anuncio previo a la opa e informó El Periódico.

Torrblas no forma parte del consejo de administración de Talgo y es ajena al trío de inversores que integran Pegaso, por lo que no tuvo por qué saber que sobre el fabricante se cernía una opa que ha cristalizado más de un año después. La firma inversora de Ana Patricia Torrente, que ha eludido dar explicaciones al respecto, fue a más en enero de 2023, haciéndose con un segundo lote de 2,46 millones de acciones. Esa adquisición se realizó a un precio medio de 3,33 euros, lo que totaliza una nueva inversión de 8,2 millones.

La apuesta total de Torrblas por Talgo ascendió a 20,5 millones y la plusvalía que obtendría si acude a la opa es de 10,55 millones. No están en la misma posición los accionistas que entraron en el estreno bursátil de la compañía, en mayo de 2015, con un primer precio de 9,25 euros. La acción se despeñaba ya un 39% en los seis primeros meses. En todo caso, el histórico de este valor en Bolsa marca un precio promedio de 4,59 euros, casi un 9% por debajo de la oferta húngara de adquisición.

El consorcio Ganz-Mavag, en el que son cabeza visible la firma industrial Magyar Vagon y el fondo estatal húngaro Corvinus, ha condicionado su opa a un nivel mínimo de aceptación del 50% del capital más una acción. Un hito que parece asegurado al tener prácticamente firmado el voto favorable de Pegaso, con su 40% del capital, y el atractivo de la oferta para los Torrente Blasco.

Fundada en 1987, Torrblas dice invertir en el sector industrial e inmobiliario. Junto a la partícipe de control Ana Patricia Torrente, se sientan en el consejo familiares como Ana María Blasco Martínez, que ejerce de consejera delegada, José Valencia Torrente y Manuel María Valencia Torrente. Los dos últimos también figuran como directores de la inversora en bienes inmuebles Alegre Properties. Vicente Estrugo Garzón, por último, es responsable del área financiera de Torrblas desde 2004.

Los asesores de Ganz Mavag, Lazard y Garrigues, trabajan en el folleto de la opa para tenerlo presentado ante la CNMV antes de que en abril se cumpla el plazo prescriptivo desde el anuncio previo. El consejo de Talgo considera amistosa esta ofensiva e incluso se ha comprometido a apoyar los contactos de los compradores con reguladores, Gobierno o a acreedores con el fin de que la operación llegue a buen puerto. Por la parte del Ejecutivo es la Junta de Inversiones Exteriores la que examina el proyecto de compra ante la potestad de vetar el cambio de control por la procedencia extranjera del capital y sus posibles vínculos con intereses rusos. El presidente del Gobierno y los ministros de Industria y de Transportes ya anticiparon que se examinaría la opa tras colgar el cartel de estratégica sobre Talgo.

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