Grifols pagó 7,4 millones a una empresa de su actual presidente por consultoría estratégica
Thomas Glanzmann, que es consejero del laboratorio desde 2006, recibió los desembolsos a partir de 2011, cuando abandonó su cargo directivo en otra empresa
Grifols pagó 7,4 millones de euros a una empresa de su actual presidente, Thomas Glanzmann, según los datos recogidos por este diario de los informes de gobierno corporativo de la multinacional farmacéutica de entre 2012 y 2018 depositados en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La CNMV apuntó este jueves en su informe sobre las deficiencias de las cuentas de Grifols, tras el informe de enero del fondo bajista Gotham en el que destacaba supuestas malas prácticas del fabricante de hemoderivados, varias operaciones con partes vinculadas “que no se desglosaron adecuadamente en las cuentas” de la compañía. En ese documento, Grifols reconoce que no incluyó, entre otras, los pagos a la empresa Glanzmann Enterprises, sociedad de su actual presidente.
En esos pagos que no habían sido incluidos en las cuentas como partes vinculadas se encuentran 220.000 euros en 2019 y 844.000 euros en 2018.
Cuestionada la compañía sobre estos pagos, se explica que se debe al pago de servicios de consultoría estratégica. Glanzmann es miembro del consejo de administración de Grifols desde 2006 con la clasificación de consejero externo. “Su relación no encaja con las vigentes definiciones de consejero ejecutivo, dominical o independiente. Ha prestado servicios de consultoría al grupo desde el 2011 hasta marzo del 2019″, se recoge en los informes de gobierno corporativos anuales de la compañía. En el informe, Grifols señala que Glanzmann es socio de la empresa que lleva su apellido.
La compañía no explica en qué consistió en concreto esa consultoría estratégica, que llevó a embolsarse 7,4 millones entre 2012 y 2018 en pagos adicionales a su remuneración como consejero. Hasta 2004, Glanzmann había sido vicepresidente de Baxter Healthcare, compañía rival de Grifols y desde 2006 a 2011 fue consejero delegado de la empresa sueca Gambro, compatibilizando ese cargo con su posición de consejero en la firma catalana.
Justo a partir de dejar su cargo en el fabricante de tecnología médica Gambro, Grifols comenzó a pagar a la sociedad de Glanzmann en concepto de consultoría externa. Aunque la compañía explica en sus informes de gobierno corporativo que los pagos comenzaron en 2011, en el documento de ese año no se especifica la cuantía del desembolso.
Glanzmann se convirtió en presidente de la compañía en febrero del pasado año, tras el breve mandato de Steven F. Mayer, que se había convertido en el primer máximo directivo ajeno a la familia Grifols. La farmacéutica pagó a Mayer cinco millones por sus cuatro meses en el cargo. Glanzmann asumió, además, el rol de consejero delegado en mayo, desplazando a Raimon y Víctor Grífols.
El fabricante catalán ha tenido que dar explicaciones tras el informe de Gotham de enero en el que se acusaba de falsear las cuentas para rebajar su ratio de endeudamiento y ocultar vínculos con distintas sociedades. La CNMV exigió al laboratorio más información y este jueves emitió su veredicto. El supervisor respaldó a la compañía en el modo que formula las cuentas y sobre su deuda. Aunque apreció “deficiencias relevantes” en temas como la manera de calcular el ebitda y la ratio de endeudamiento y le dio 15 días al laboratorio para subsanar estos cálculos.
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