Ribera, sobre la pugna entre Iberdrola y Repsol: “Soy absolutamente neutra, pero sé dónde estoy”
La vicepresidenta tercera se muestra “del lado de una agenda verde que no pueda inducir a confusión ni a error” y pide a la petrolera “coherencia” y “congruencia”
Justo 24 horas después del tuit en el que Teresa Ribera irrumpía en la batalla judicial entre Iberdrola y Repsol a cuenta del ecopostureo, la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica se ha declarado este miércoles “absolutamente neutra” en la pugna. A renglón seguido, sin embargo, la número cuatro del Ejecutivo ha clarificado que “sí sabe dónde está: del lado de una agenda verde que no pueda inducir a confusión ni a error”, y ha pedido a la petrolera “coherencia” y “congruencia” con los compromisos de descarbonización adoptados en la reciente cumbre climática de Dubái.
“Hay una demanda social clara de ser claros: que lo que se diga y se anuncie tenga una realidad detrás. En los últimos años hemos visto como proliferaba la publicidad de productos supuestamente verdes, y la novedad ahora es que hay una compañía [Iberdrola] que cree que se puede estar generando competencia desleal. Queremos evitar esas distorsiones y, por parte del Gobierno, tenemos que seguir vigilantes“, ha afirmado Ribera en Bilbao, en el acto inaugural del congreso de la energía eólica en Europa. “Debemos poder confiar en los mensajes que nos transmiten las compañías”.
Lo “más llamativo”, ha agregado la también ministra para la Transición Ecológica, es que esta vez “no ha sido una ONG o una organización de consumidores la que ha presentado esta demanda”, ha añadido. No es para nada común que una figura tan destacada del Gobierno entrase, como este martes, de lleno en una batalla abierta entre dos de las empresas más importantes del país.
Preguntada por qué le dirá al primer ejecutivo de Repsol, Josu Jon Imaz, la próxima vez que le vea, Ribera ha respondido: “Le voy a decir que me alegro mucho de verle y que le pido que siga yendo por la dirección de transformación de su compañía en una empresa de servicios energéticos coherente, compatible y yo diría congruente con esa necesidad de descarbonización y con ese compromiso de dejar atrás los combustibles fósiles que adoptamos en Dubái con el respaldo de más de 190 países, incluidos todos los países productores de combustibles fósiles”. En enero, la vicepresidenta acusó al consejero delegado de Repsol de “negacionismo” y de “retardismo” por las críticas de este a la “aproximación ideológica” de la UE a la hora de afrontar la descarbonización.
Ribera también ha recordado que la Comisión Europea ha propuesto una directiva para regular el greenwashing y que el Reino Unido ya ha prohibido en los últimos tiempos la emisión de publicidad de algunas petroleras por considerar que lo que estaban diciendo no se correspondía “con una realidad verde”. Repsol es una de las empresas con anuncios vetados por las autoridades británicas: dos en solo un año, el pasado.
Carta eólica española
La vicepresidenta ha aprovechado su presencia en la gran cita anual de la eólica para firmar la llamada “carta eólica española” con el objetivo de “conseguir una cadena de valor eólica resistente y competitiva en la UE”. Es la versión nacional de otro acuerdo, el Wind Charter, sellado a finales del año pasado por 26 de los 27 países de la UE: todos menos la cada vez más díscola Hungría. España se convierte, así, en uno de los pioneros en trasladar la carta eólica comunitaria a la arena nacional.
El principal objetivo de esta carta es proteger a los fabricantes europeos de la competencia, cada vez mayor, procedente del resto del mundo —sobre todo de China—, con la creación de un sello made in Europe para las palas y las turbinas de fabricación comunitaria. También con la actualización del calendario de subastas, otra de las grandes reclamaciones del sector. La eólica ya es la principal fuente de generación de electricidad en la primera y la cuarta economía del euro (Alemania y España), pero lleva tres años de fuertes turbulencias financieras.
El documento —que lleva también la rúbrica de la principal patronal del sector (la Asociación Empresarial Eólica)— es, según Ribera, “un paso capital” para que las cosas se hagan “bien” y redundando en beneficios “para todos”.
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