El ala de Unicaja se impone a Liberbank en la nueva estructura de Rubiales
El sector asturiano solo ostenta dos puestos de los 14 directores generales, los mismos que los procedentes de EspañaDuero
La fusión entre Unicaja y Liberbank trajo consigo una cruenta batalla interna en el grupo malagueño durante dos años. La disputa acabó con el histórico financiero andaluz Braulio Medel fuera de la Fundación Unicaja y con el cese como consejero delegado de Manuel Menéndez. A cambio, ascendió Isidro Rubiales a primer ejecutivo del banco y se fichó a José Sevilla como presidente —todavía a falta de la au...
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La fusión entre Unicaja y Liberbank trajo consigo una cruenta batalla interna en el grupo malagueño durante dos años. La disputa acabó con el histórico financiero andaluz Braulio Medel fuera de la Fundación Unicaja y con el cese como consejero delegado de Manuel Menéndez. A cambio, ascendió Isidro Rubiales a primer ejecutivo del banco y se fichó a José Sevilla como presidente —todavía a falta de la autorización del supervisor y la ratificación de la junta—. Tras la tormenta, la cúpula ha reorganizado en los últimos meses la cadena de mando, lo que deja a los llegados de la firma asturiana con poco peso en la estructura. Entre la segunda y tercera línea, los exLiberbank no llegan a ocupar un cuarto de los puestos. Y si se miran solo los directores generales, su presencia se reduce a dos puestos de los 14 actuales, los mismos que los procedentes de EspañaDuero.
El último movimiento conocido ha sido el fichaje de Luis Colorado, ex del Santander, para ponerse al frente del negocio minorista en sustitución de otro Liberbank, Jonathan de Joaquín. Un puesto relevante, que muestra el retroceso del ala asturiana al quedarse de un plumazo sin mando en plaza: ha perdido al consejero delegado y al número tres del banco, el encargado de la gestión del día a día del negocio principal de la entidad, una tarea que recae ahora en Colorado. Se trata, junto a Sevilla, del único de las primeras líneas de mando que no proviene de la Unicaja tradicional o de alguno de los bancos adquiridos. “Hay gente nueva que va a aportar mucho. Hasta ahora, había incorporaciones, pero no con tanto mando. Y en el banco eso no solía ser fácil de digerir, aunque ya se ha asimilado”, reconocen fuentes del grupo que prefieren mantener el anonimato.
De los últimos nombramientos destaca el de Yolanda Ablanedo, procedente de Liberbank, que se ha situado al frente de la dirección de estrategia comercial y productos de empresa. Y queda pendiente todavía el director de estrategia de venta de inmuebles. De esta forma, la nueva Unicaja ha dado un volantazo para zanjar las disputas internas y, sobre todo, para tratar de centrarse en el negocio. Más si cabe tras cosechar unos resultados mejorables en un ejercicio en el que se ha quedado atrás respecto al resto del sector financiero español. “La llegada de Sevilla y Colorado va a ayudar a que el banco mejore. Son las personas adecuadas”, inciden las mismas fuentes.
Unicaja se anotó en 2023, un año de récord para el resto de bancos nacionales, un beneficio de 267 millones de euros, un 4% menos que el ejercicio anterior. Esto es, fue la única entidad nacional que no incrementó sus ganancias en el último ejercicio. Si se miran los guarismos trimestrales, en los últimos tres meses del año, Unicaja se anotó unos números rojos de 42 millones de euros debido a los saneamientos realizados.
“De cara a 2024 tiene una palanca de crecimiento con esos saneamientos ya realizados. Además, cuenta con una gran bolsa de liquidez y su transformación debe impulsar sus números”, asegura Eduardo Areilza, director sénior de Alvarez & Marsal. Según esta consultora, Unicaja cerró el ejercicio pasado con un ROE (rentabilidad sobre recursos propios) del 4,1%, muy por debajo del 13% de media del sector y lejos del resto de entidades cotizadas. Es decir, el nuevo equipo tiene trabajo por hacer. Donde sí cuenta con mejores números es en solvencia: cerró el año con un CET1 fully loaded, el de máxima calidad, del 14,7%, el más alto del sector financiero español.
“Desde la fusión, la facción Liberbank tuvo mucho poder gracias a Braulio [Medel]. Siguen varios cargos, porque están muy bien valorados, por ejemplo Jesús Ruano en la dirección general de negocio de empresas. Pero es evidente que Unicaja ha recuperado cuota de poder”, explica una fuente cercana a la cúpula del banco.
Más peso para el bando malagueño
El banco malagueño ha atravesado un recorrido tortuoso en los últimos años en la integración de más de 20 entidades desde su origen. El choque de culturas empresariales no suele ser sencillo de gestionar, como se ha demostrado en la compleja fusión derivada de Liberbank, cuando no quedó claro el balance de poder entre ambos bandos. “Lo importante es conseguir un sentimiento de pertenencia que permita al personal identificarse con un proyecto común y centrar sus esfuerzos en la consecución de los objetivos del banco”, resaltan fuentes no oficiales de Unicaja.
“Rubiales es una persona honesta, de la casa, que conoce todos los entresijos. Creo que se va a complementar muy bien con Sevilla, que tiene un perfil más político, con buena relación con los reguladores en España y Europa”, subrayan otras fuentes cercanas a la Fundación Unicaja. En el nuevo organigrama, así como con la cúpula renovada, la prioridad es que el grupo se centre en mejorar los números y cumplir los objetivos del plan estratégico para evitar rezagarse respecto a sus pares nacionales.
Para ello, el organigrama desplegado por Rubiales trata de valorar el talento que ya había en la casa, con personas con una larga trayectoria en el banco. Esto, en la práctica, ha dado más peso si cabe al bando malagueño, que ha reducido la presencia de Liberbank. Eso sí, en las primeras líneas de mando se mantienen cargos del ala asturiana, como Jesús Ruano y Severino Méndez, u otros que se incorporaron procedentes de EspañaDuero, como José María de la Vega y Agustín Lomba.
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