El asesor legal de Grifols, Osborne Clarke, prestó tres millones al accionista Scranton
El despacho de abogados, donde el consejero del laboratorio Tomás Dagá es socio, concedió un crédito a la sociedad patrimonial de los Grifols
La firma de análisis y fondo de inversión Gotham City Research desveló ayer en el informe sobre las cuentas de Grifols –que hizo hundirse la cotización del laboratorio un 25%– que el asesor legal de la compañía, el despacho de abogados internacional Osborne Clarke, prestó tres millones de euros al accionista Scranton.
En el informe, Gotham hace referencia a las cuentas de 2021 de Scranton, sociedad radicada en Países Bajos, en las que se recoge que esta sociedad controlada por la familia Grifols recibió tres millones de euros de Osborne Clarke, un crédito que repagó 23 días después.
“Osborne Clarke es el despacho de abogados de Grifols. ¿Quién recibe créditos de sus asesores legales?”, censura sarcásticamente Gotham en el documento.
En Scranton son accionistas varios miembros de la familia Grifols, además de veteranos directivos de la farmacéutica. También es accionista de Scranton el abogado Tomás Dagá, consejero de Grifols y socio y unos de los fundadores de Osborne Clarke en España. Dagá es, además, un hombre de confianza de la familia y ha asesorado en las grandes operaciones corporativas de la multinacional en los últimos años.
Ni Scranton ni Osborne Clarke respondieron a la petición de información realizada por este diario respecto a este asunto.
Scranton también es el casero de Grifols en Sant Cugat (Barcelona) y es, precisamente, la sociedad que ha provocado el mayor terremoto en el informe de Gotham, ya que Grifols revendió a esta firma neerlandesa las firmas BPC y Haema, pero aun así consolidó los resultados de estas compañías en sus cuentas, lo que mejoró su ratio deuda/ebitda.
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