EE UU comienza las inversiones públicas para impulsar su capacidad de fabricación de chips
BAE Systems recibirá los primeros 35 millones, pero la industria de semiconductores del país ha presentado ya proyectos por más de 200.000 millones para ser subvencionados por la Chip Act
El Gobierno de EE UU, que no para desde hace meses de endurecer las restricciones sobre la exportación de chips a China, ha otorgado la primera ayuda vinculada a su Chips Act, la Ley de Chips y Ciencia, promulgada por la Administración de Joe Biden en agosto de 2022, que incluye un programa federal de 52.000 millones de dólares para impulsar las capacidades nacionales de fabricación de chips.
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El Gobierno de EE UU, que no para desde hace meses de endurecer las restricciones sobre la exportación de chips a China, ha otorgado la primera ayuda vinculada a su Chips Act, la Ley de Chips y Ciencia, promulgada por la Administración de Joe Biden en agosto de 2022, que incluye un programa federal de 52.000 millones de dólares para impulsar las capacidades nacionales de fabricación de chips.
La adjudicataria será la empresa BAE Systems Electronic, que recibirá unos 35 millones de dólares en incentivos federales bajo la citada ley para respaldar la modernización del Centro de Microelectrónica de la compañía, una instalación de producción de nodos maduros en Nashua, New Hampshire. El proyecto reemplazará herramientas obsoletas y cuadruplicará la producción de chips necesarios para programas de defensa críticos, incluido el programa de aviones de combate F-35.
BAE Systems fabrica microelectrónica que está en el corazón de muchos productos que venden a sus clientes de defensa y aeroespaciales, desde aviones y satélites de próxima generación hasta GPS de grado militar. “Hemos sido claros desde el primer día sobre que el programa Chips for America trata de promover nuestra seguridad nacional y fortalecer las cadenas de suministro nacionales, al mismo tiempo que creamos empleos de calidad para respaldar el crecimiento económico de Estados Unidos a largo plazo”, dijo la secretaria de Comercio de EE UU, Gina Raimondo, que resaltó lo “muy importantes que son los semiconductores para nuestra defensa nacional”.
Por su parte, la directora del Consejo Económico Nacional, Lael Brainard, destacó que el anuncio cumple con el compromiso del presidente Joe Biden de restaurar el liderazgo estadounidense en la industria de los semiconductores. También la subsecretaria de Comercio de Comercio para Estándares y Tecnología, Laurie E. Locascio, apuntó que “este es el primero de muchos anuncios que mejorarán la capacidad de fabricación de nuestra nación y crearán nuevos empleos y oportunidades en comunidades de todo el país”.
La industria de semiconductores de EE UU ha presentado proyectos por más de 200.000 millones de dólares para ser subvencionados por el citado programa federal. El Gobierno ha recibido más de 550 declaraciones de interés y casi 150 solicitudes para acogerse al programa. Raimundo señaló que el de BAE Systems es el primero de 10-12 subvenciones que harán a lo largo de un año con una media de subvención del 5%-15%.
La reacción a la financiación otorgada a BAE Systems no se ha hecho esperar en los mercados. Tras conocerse la noticia, el pasado lunes, el índice SOX de semiconductores subió más del 3%, y ayer volvió a subir ligeramente.
“El sector industrial de EE UU estaba reclamando desde hace tiempo pasar de las intenciones a los hechos. Y con esta financiación el Gobierno de Biden ha dado una señal que ha sido bien recibida por los mercados”, señala a CincoDías, Emilio García, funcionario y experto en la industria de semiconductores.
Sin embargo, advierte que este paso adelante no despejan las preguntas clave que siguen sin respuesta en torno a este programa: “¿Qué cantidad de fondo de los 52.000 millones disponibles se van a dedicar a los grandes proyectos (TSMC, Intel y Samsung)? ¿Cómo se va a conseguir que sigan adelante los proyectos que no reciban subvenciones? y ¿de dónde se va a obtener el talento necesario para una ejecución exitosa? dado la falta de mano de obra cualificada que existe en EE UU en este sector. Así lo evidenció TSMC el pasado julio cuando anunció que retrasaba el inicio de producción a gran escala en su planta de chips de Arizona hasta 2025 debido a la falta de mano de obra cualificada para montar las herramientas de fabricación necesarias.
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