STC puja por los activos de Altice en Portugal tras su entrada en Telefónica
La teleco sudí peleará con fondos como CVC o Apollo en una puja de más de 7.000 millones
STC pone el visor en la Península Ibérica. La teleco saudí ha entrado en la puja por los activos de Altice en Portugal.La operación valora la compañía lusa en entre 7.000 millones y 9.500 millones de euros y completaría a la toma del 9,9% de Telefónica en la que están inmersos actualmente los saudíes.
El magnate Patrick Drahi, que compró en 2014 Portugal Telecom, dijo a los inversores en septiembre que estaba abierto a vender los activos de Altice en Portugal con el objetivo de reducir la deuda de la compañía francesa, de 60.000 millones. Afirmó que preferiría vender la compañía portuguesa a fondos de capital riesgo. Otras desinversiones en marcha son distintos activos en centros de datos, tanto en Francia como en el extranjero, o su negocio publicitario.
Se esperan la primera ronda de ofertas para antes de Navidades. En ella pujarán con fuerza los grandes fondos de private equity internacionales, como Apollo, Warbug Pincus o CVC. BNP Paribas y Lazard son los asesores de la transacción. Se espera también la concurrencia de algún gran grupo de telecomunicaciones más. STC ha declinado hacer comentarios.
El proceso de venta del negocio de Altice en Portugal se produce en medio de una operación contra el fraude fiscal y la corrupción que puso la compañía gala en el centro. En el marco de esta operación policial fue detenido Armando Pereira, el cofundador de Altice.
Los saudíes lanzan esta ofensiva meses después de entrar en Telefónica. En septiembre anunció la toma de un 9,9% de la gran teleco española, valorado en 2.100 millones. Ha adquirido un 4,9% en acciones y un 5% adicional en derivados. En abril compró una cartera de torres de telefonía de United por 1.300 millones.
La entrada de la compañía saudí en Telefónica encendió los recelos en el Gobierno español. Los contratos de Telefónica en materia de defensa implican que el Gobierno deba autorizar toda compra de acciones de inversores extracomunitarios en la teleco que superen el 5% del capital. El Ejecutivo puede, así las cosas, tanto impedir la transacción, de modo que los saudíes se quedarían con un 4,9%, del capital o imponer severas condiciones, como prohibir el uso de los derechos políticos o la entrada en el consejo de administración.
También se plantea una operación para que, de manera paralela, refuerce el poder de los inversores españoles en la teleco, con la entrada de la Sepi en el capital. La apuesta de STC por Portugal muestra el interés de los saudíes por el mercado ibérico de telecomunicaciones y que la inversión en Telefónica tiene detrás una apuesta industrial.
Tras esta operación, STC se coloca como el primer accionista de la compañía. Por detrás se encuentra Blackrock con el 4,9%, seguido de dos inversores españoles de postín, CaixaBank (4,87%) y BBVA, con un 4,83%. Esto supone que STC cuenta con más del 9,6% del capital que suman los dos inversores españoles, algo que inquieta especialmente al Gobierno.
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