IA generativa y semiconductores: las tecnologías que transformarán la economía mundial en 2024

Capgemini considera que pasarán de ser aplicadas de forma general a otra individual por sectores para hacerlas sostenibles y eficientes

Peter Morgan (AP)

La irrupción de la inteligencia artificial ha pillado con el pie cambiado a muchas empresas y sectores económicos y les ha obligado a un proceso acelerado de aprendizaje para aprovechar los beneficios que reporta o para defenderse de las amenazas que conlleva, como la sustitución masiva de puestos de trabajo con poco valor añadido. Esta es solo una de las cinco grandes tecnologías que protagonizarán el panorama tecnológico en 2024 y que han sido analizadas esta mañana por la consultora Capgemini en su informe “TechnoVision: 5 Principales Tendencias Tecnológicas a tener en cuenta en 2024″.

En los doce meses que han transcurrido desde que Open AI lanzó una inteligencia artificial generativa (ChatGPT), la compañía ha logrado 180,5 millones de usuarios de pago y 1.500 millones de visitas cada mes en su web. Robert Engels, responsable del Laboratorio de Inteligencia Artificial de Capgemini, consideró que los modelos grandes como el de ChatGPT tienen los días contados. “Necesitan mucha programación, mucho espacio y eso no es sostenible. Creo que a partir de ahora, los modelos serán más pequeños, más eficientes y estrictamente sectoriales. Se harán cada vez más pequeños para funcionar en instalaciones que ocupen poco espacio y tengan una capacidad de procesamiento limitada, por ejemplo en el perímetro o en arquitecturas empresariales más pequeñas.”, recalcó durante su intervención.

Los cuellos de botella generados durante la pandemia en la fabricación y distribución de semiconductores mostró la fuerte dependencia de ciertos sectores industriales, como el caso de la automoción, cuyos fabricantes tuvieron millones de vehículos parados en almacenes a la espera de que la oferta se acoplara a la demanda. Brett Bonthron, director global de la industria tecnológica en Capgemini, recalcó que los microchips han pasado de ser una de las materias primas más valiosas, a la altura del petróleo. “Las previsiones económicas apuntan a que el mercado puede llegar a representar un billón de dólares en 2030, impulsado por la economía conectada y la renovación de la flota de coches a modelos eléctricos y no contaminantes”, aseguró Bonthron, que remarcó que la demanda se enfocará a la industria y a los consumidores, ejemplificados en la telefonía móvil, los centros de datos o las telecomunicaciones.

Junto a los semiconductores, el desarrollo de nuevas tecnologías para producir baterías de vehículos eléctricos servirá para transformar radicalmente la movilidad en todo el mundo, hacerla menos contaminante y al mismo tiempo cumplir con los principios de transición digital y verde. Las tecnologías actuales ofrecen poca capacidad de almacenamiento y dependen en exceso del consumo de minerales como el litio, el niquel o el cobalto. “La demanda de litio en el mundo se ha disparado un 200%, la de cobalto un 70% y la de niquel un 40″, señaló Pierre Bagnon, responsable de la división de Aceleración de la Industria Inteligente en Capgemini, quién remarcó que hay comprometidos 277.000 millones de euros en inversiones para transformar esas baterías, de los que 65.000 procederán de EE UU y 46.000 de la Unión Europea. “Otros dos problemas a resolver son la elevada dependencia de China (produce dos tercios de las baterías) y su elevado coste, que supone el 35% del precio final del vehículo eléctrico”.

Sigue toda la información de Cinco Días en Facebook, X y Linkedin, o en nuestra newsletter Agenda de Cinco Días

Sobre la firma

Más información

Archivado En