La banca rechaza el 40% de las solicitudes que recibe para ayudar a hipotecados en apuros

Las entidades han recibido 42.000 solicitudes entre enero y julio, de las que solo el 10% han sido aprobadas y un 50% están en proceso de revisión

Madrid -
Sede del Banco de España.Pablo Monge Fernandez

La banca española rechaza el 40% de las solicitudes que recibe para ayudar a hipotecados en apuros. Según el Informe de Estabilidad Financiera de Otoño, publicado este lunes por el Banco de España, las entidades han recibido 42.000 peticiones de clientes para acogerse al Código de Buenas Prácticas para ayudar a los clientes con problemas para pagar la hipoteca debido al continuo repunte de los tipos de interés que están encareciendo las cuotas. De ese número de peticiones, los bancos han denegado el 40% (unas 16.800), solo han aprobado el 10% (4.200) y el 50% restante (otras 21.000) se encuentran todavía pendiente de revisión.

El director general de estabilidad financiera, regulación y resolución del Banco de España, Ángel Estrada, ha detallado que las entidades justifican este rechazo de las peticiones debido a que los clientes no cumplían con alguno de los requisitos para optar a las ayudas. No obstante, ha puntualizado que un pequeño número (unas 1.000) de esas solicitudes rechazadas inicialmente por los bancos han sido recurridas y en el 90% de los casos la resolución ha sido a favor de los clientes.

“Hasta ahora ha habido 42.000 solicitudes que comparado con el número de peticiones que se recibieron con el código anterior y que se habilitó en una situación económica más complicada, es muy significativo. Un 50% de las peticiones están en proceso de revisión por parte de las entidades. Si al final este 50% de solicitudes pendientes resultan aprobadas, iríamos a una tasa de realización de más del 50%, que es superior a los años inmediatamente posteriores a la crisis económica. Nuestra valoración es que van bastante bien”, ha valorado Estrada.

En 2012, en plena crisis económica, banca y Gobierno ya diseñaron un Código de Buenas Prácticas para ayudar a los clientes vulnerables con problemas para pagar la hipoteca. A finales del año pasado, el sector bancario y el Ejecutivo acordaron revisar y ampliar ese acuerdo para que más clientes vulnerables y en riesgo de vulnerabilidad pudieran optar a las medidas de alivio. Así, los clientes más vulnerables (aquellos con rentas inferiores a 25.200 euros anuales) pueden reestructurar la hipoteca con un tipo de interés más bajo durante la carencia del principal de cinco años.

En segundo lugar, se acordó un nuevo código temporal, que estará vigente durante dos años, dirigido a las clases medias en riesgo de vulnerabilidad por el citado incremento de la cuota hipotecaria. Pueden acogerse los hogares con renta inferior a 29.400 euros anuales, con hipotecas que se hayan formalizado antes del 31 de diciembre de 2022. Los bancos deben ofrecer a estos clientes la posibilidad de congelar la cuota durante 12 meses, un tipo de interés menor sobre el principal aplazado y un alargamiento del plazo del préstamo de hasta siete años. La adhesión al código por parte de las entidades es voluntaria, pero una vez suscrito el cumplimiento de las medidas es obligatorio.

En un primero momento, el Gobierno calculó que hasta un millón de hogares podrían beneficiarse de las ayudas, pero el mantenimiento de los niveles de empleo y de las rentas han provocado que el número de solicitudes esté muy lejos de esas cifras. En todo caso, entre 2012 y 2022, bajo el esquema del anterior protocolo, las entidades recibieron 62.000 solicitudes. En siete meses ya casi se ha alcanzado ese número.

Aumento de las cuotas

En julio de 2022, el Banco Central Europeo (BCE) dio un giro a su política monetaria e inició una senda de alzas de tipos de interés con el objetivo de frenar la elevada inflación. Esa política ha llevado a los tipos de estar en el 0% al 4,5% actual, que ha encarecido el coste de los créditos y las cuotas de las hipotecas variables. No obstante, desde que se ejecuta un nuevo aumento de los tipos de interés hasta que se refleja en la cuota del cliente, hay un cierto decalaje. En ese sentido, el director general de estabilidad financiera, regulación y resolución del Banco de España ha detallado que solo el 30% de las hipotecas actuales está pendiente de que se revise el tipo en 100 o más puntos básicos, por lo que la mayor parte de los préstamos ya se han repreciado y no experimentarán incrementos significativos adicionales.

“El grueso ya se ha producido. La revisión sería muy pequeña, si hay alguna, aunque se produzcan nuevos aumentos de los tipos de interés. Lo que observamos desde un punto de vista histórico, es que la hipoteca es lo último que se deja de pagar. Históricamente, tenían que pasar dos años de media hasta que la hipoteca se impaga cuando se producen eventos importantes como el aumento de desempleo o que la renta caiga en un porcentaje elevado. Lo que demuestra esta evidencia es que la cultura de pago de las hipotecas en España era muy relevante y significativa y sigue manteniéndose como tal”, ha explicado Estrada.

Igualmente, ha expuesto que el supervisor ha detectado una caída de las reestructuraciones y refinanciaciones de las hipotecas, aunque sí se ha producido un número relevante de cambios de hipoteca variable a fija dentro del Código de Buenas prácticas que como medida transitoria prevé menores costes para llevar a cabo este tipo de operaciones.

Por otro lado, el Banco de España ha constado que las entidades mejoran sus niveles de solvencia para resistir un impacto económico y también un aumento de la rentabilidad debido a la mejora de negocio impulsada por las subidas de tipos de interés que están generando más ingresos a las entidades. No obstante, ha llamado de nuevo a la prudencia para que los bancos destinen parte de los beneficios a aumentar sus reservas de capital debido al contexto de incertidumbre macroeconómica derivada de las tensiones geopolíticas y la inflación. “La materialización de los riesgos identificados en el escenario tendría un impacto material sobre la rentabilidad y consumiría parte de las reservas de capital existentes, de forma heterogénea entre entidades. Por ello, es necesario continuar con una política prudente de provisiones y de capital que aproveche el buen desempeño financiero reciente”, señala el informe.

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