Campofrío eleva pérdidas a 70 millones por los costes y los efectos cambiarios
Los gastos de explotación crecieron más que los ingresos, de 1.780 millones en 2022
Campofrío se anotó una pérdida consolidada de 70 millones de euros al cierre del ejercicio 2022, casi un 70% superior a los números rojos que registró en el año anterior, según consta en las cuentas anuales que ha depositado en el Registro Mercantil.
La compañía, en una nota de prensa, explicó los resultados por “las diferencias netas de cambio negativas derivadas del préstamo en dólares recibido de una cociedad del grupo”, en concreto por Sigma Finance, radicada en Países Bajos; además de por “el complejo entorno macroeconómico provocado por la inflación y la subida de los costes de la materias primas, la energía y el transporte”.
Los ingresos crecieron un 5%, hasta 1.780 millones, aunque ese incremento fue inferior al que experimentaron sus costes. Los de aprovisionamientos de materias primas, por ejemplo, escalaron un 19%. El conjunto de sus gastos de explotación, incluidos los salarios, se encarecieron un 14% en el año. Sumadas las amortizaciones, el resultado de explotación ya fue negativo en 23,5 millones.
“Los efectos indirectos de la situación han producido un incremento en los costes de aprovisionamientos, energéticos y de transporte del grupo”, explica el informe de gestión, que contextualiza el deterioro de los resultados dentro de las consecuencias ligadas a la guerra en Ucrania.
“En consecuencia, la dirección del grupo ha establecido distintos planes de contingencia con el fin de minimizar los impactos que el actual entorno económico pueda tener en los resultados operacionales”, añade.
Campofrío, propiedad del grupo mexicano Sigma, generó el 51% de sus ventas fuera de España. La compañía tiene presencia en Francia, Portugal, Alemania, Reino Unido, Bélgica, Holanda y Rumanía .
“El objetivo de la compañía será seguir invirtiendo en innovación y tecnologías que contribuyan al crecimiento de la empresa, así como en potenciar la transición hacia un modelo de negocio basado en la economía circular mediante una gestión responsable de los recursos y operaciones”, explicó en una nota de prensa.
También se propone “seguir implementando medidas que contribuyan a una intensificación sostenible de la producción industrial, con el objetivo de mejorar en eficiencia y aumentar su capacidad competitivas”.
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