Marruecos refuerza su apuesta por el hidrógeno y compite con España para ser el gran proveedor de Europa

El país norteafricano podría superar a la península Ibérica como gran suministrador de moléculas verdes. Acumula inversiones por más de 16.400 millones

Belén Trincado Aznar

La respuesta al reto de descarbonizar Europa parece estar al sur del continente. Aunque la latitud aún está por verse. España, que tiene la ambición de convertirse en un gran jugador en el mercado del hidrógeno, ve la competencia inmediata de su vecino del sur, Marruecos, que busca convertirse en un peso pesado del sector. Un estudio encargado por la Comisión Europea señala que el país norteafricano podría superar la producción de España en más de un 30% hacia 2050, hasta un total de 160 teravatios, convirtiéndose en un importante proveedor para los Veintisiete al suministrar más del 5% de la demanda continental.

Dada la cercanía geográfica entre ambos países, el estudio realizado por el instituto alemán Fraunhofer resalta que, pese a la competencia cercana, España puede convertirse en la segunda gran potencia del hidrógeno en Europa con una capacidad de electrolisis de más de 120 gigavatios hacia 2050, solo detrás de Francia. Las exportaciones marroquíes solo serían necesarias en un escenario subóptimo, donde el uso del hidrógeno se generalice en todo el continente, pero el despliegue de electrolizadores y de generación renovable no sea el ideal.

La apuesta del reino africano no se ha hecho esperar y mantiene desde 2021 apoyos oficiales para el desarrollo de la cadena de valor. Un estudio de la consultora Deloitte estima que solo los ingresos por exportaciones de hidrógeno verde podrían compensar por completo los déficits de la balanza comercial marroquí. En mayo de este año, la francesa TotalEnergies anunció una inversión de 9.400 millones de euros en un proyecto de hidrógeno y amoniaco con vistas a la exportación hacia Europa. Posteriormente, en junio, la empresa pública OCP, responsable del procesamiento de fosfatos, anunció una iniciativa similar por 7.000 millones de euros.

“España e Italia tienen la posibilidad de ser un puerto de entrada a la producción del Norte de África”, afirma Emilio Nieto, director del Centro Nacional de Hidrógeno, un consorcio público compuesto por el Ministerio de Ciencia, Innovación y la Junta de Castilla-La Mancha. Sin embargo, la actualización del ‘nuevo’ Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) o la Hoja de Ruta del Hidrógeno no hacen mención a las importaciones.

Aprovechar la potencialidad marroquí queda condicionada a la construcción de una infraestructura que conecte físicamente tanto la península Ibérica con el Norte de África como con el resto de Europa. En este sentido resaltan los planes de España y Francia con el H2Med y la red troncal que proyecta Enagas para 2040, que incorpora ya interconexiones físicas con Marruecos con centro en Tarifa (Cadíz). El transporte de hidrógeno por tubo, recuerda la operadora española, reduce las pérdidas de energía y evita sobredimensionar la infraestructura eléctrica para conseguir la misma cantidad de hidrógeno en destino. Cepsa también había anunciado en 2022 la construcción de un hidroducto que perita importar hidrógeno desde Marruecos a su refinería de San Roque.

Los autores del informe destacan que se trata de una oportunidad, no necesariamente de una amenaza. “En todos los escenarios proyectados España emerge como un exportador neto de hidrógeno. Para el país puede ser beneficioso importar, también electricidad, para lidiar con las fluctuaciones de corto plazo y las variaciones estacionales”, apunta a CincoDías Khaled Al-Dabbas, uno de los investigadores.

Las grandes empresas del sector matizan igual estos escenarios. “El hecho de que Marruecos pueda presentar mejores recursos eólicos y solares que España no significa que vaya a desarrollar más producción de hidrógeno”, apunta Daniel Fraille, director de políticas de HydrogenEurope, un centro que agrupa más 250 compañías con intereses en este vector energético, entre las que se encuentran Enagas y Cepsa. Este experto destaca que el apoyo oficial, el entorno regulatorio y la cadena de valor industrial tienen “tanta o más importancia que el puro modelo económico de un proyecto”.

El estudio publicado por la Comisión Europea también resalta que la producción doméstica de hidrógeno tendría un coste menor que las importaciones, incluso si llegan a través de gasoductos. Los envíos desde África solo tendrían sentido, de acuerdo a los escenarios previstos, si “el despliegue de las energías renovables no es óptimo o está limitado”

Evitar los mismos errores

La buena noticia, resalta el informe solicitado por Bruselas, es que la “descarbonización de la industria europea es posible” gracias a la combinación de la electrificación y el despliegue rápido de las soluciones basadas en hidrógeno. Sin embargo, incluso cuando la potencialidad africana para la producción de hidrógeno verde se considere como una oportunidad y no como una amenaza, los expertos apuntan la importancia de aprender de los errores europeos.

“La situación ideal es que no hagamos siempre lo mismo. Es importante trabajar para que las plantas de producción estén cerca de donde se consume hidrógeno”, comenta Nieto. El peligro, resalta este experto, es que sea “más rentable mandar el hidrógeno a Alemania que a la industria española” y utilizar la producción marroquí para satisfacer la demanda local. La proyección realizada para la Comisión Europea resalta las exportaciones marroquíes podrían satisfacer entre el 80% y 90% de la demanda local.

Más allá de España, la clave europea es evitar otra vez los mismos errores. “Pese a que las importaciones pueden representar beneficios en costes, hay un riesgo inherente de dependencia de fuentes externas de energía. Hemos aprendido en estos años la importancia de la resiliencia y la fiabilidad en las estrategias energéticas”, apunta Al-Dabbas en referencia a la última crisis energética desatada tras la invasión de Rusia a Ucrania.

Ayudas al alza

Subsidios verdes.  Las subvenciones oficiales para la producción de hidrógeno limpio alcanzaron en lo que va de 2023 los 280.000 millones de dólares, según un informe de Bloomberg.  En total, 44 países cuentan con una estrategia definida para el desarrollo de este combustible.

Plan Biden. Estados Unidos supera al resto de los países ya que Washington ha entregado el 48% de todas las ayudas. El apoyo europeo es un 27% menor que el estadounidense, señala un informe de la firma de investigación. Además del monto de las subvenciones, las compañías reclaman a Bruselas que imite la facilidad burocrática con la que operan en Estados Unidos, así como la menor regulación sobre la generación energética.

Empresas. Las compañías europeas lideran el listado de anuncios relacionados a hidrógeno. La noruega NEL, la francesa Engie y la angloholandesa Shell son las tres firmas con mayor participación en esta industria, con un poco más del 5% de los anuncios totales a nivel global.

España. Enagas e Iberdrola están presentes dentro de las diez compañías más relevantes por número de proyectos, según el estudio de BloombergNEF.

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