Meloni rectifica, limita el impuesto a la banca y lo vincula con la escasa rentabilidad de los depósitos
La primera ministra critica que las entidades no trasladen la subida de tipos de igual forma al precio de los créditos como a la remuneración del ahorro
El Gobierno italiano, dirigido por la ultraderechista Giorgia Meloni, rectifica el impuesto a la banca y limita su impacto tras el hundimiento del sector financiero en Bolsa. El anuncio de la tasa llegó, por sorpresa, en la noche del lunes. Y se tuvo que matizar solo un día después para detener la espantada de los inversores. El Ejecutivo gravará a los bancos con un 40% sobre el incremento de ingresos por la subida abrupta de tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE). Eso sí, el pago de cada firma tendrá un tope: “No puede superar el 0,1% del activo total”, recoge una nota del Ministerio de Finanzas.
Italia, ante la apretura de las cuentas públicas, busca cómo aumentar su recaudación. Para ello, ha puesto el foco en el sector financiero que vive un momento dorado con ganancias récord por el cambio de la política monetaria en el Viejo Continente. Un “beneficio injusto”, afirma Meloni, que se consigue en parte gracias a la escasa remuneración que ofrecen las entidades por los depósitos. Según los datos del BCE, el sector del país ofreció en junio un 3,35% de media a los hogares, por encima del 2,73% de media europea y muy lejos del 2,22% de España, donde el Gobierno de coalición también impuso un gravamen a la banca. El Ejecutivo italiano recaudará unos 2.000 millones, según las primeras estimaciones de los analistas.
La primera ministra no se había pronunciado sobre el impuesto hasta este miércoles, dos días después del anuncio. Tras las turbulencias, Meloni publicó un vídeo en Facebook en el que dijo que había “decidido intervenir” por la falta de correlación entre el encarecimiento de los créditos y la escasa remuneración del ahorro de las familias. “Ha habido un aumento de cuánto pide la banca al ciudadano por las hipotecas y los préstamos. En la misma medida deberían aumentar también las tasas activas a los depositantes”. Sin embargo, añadió, “esta situación no se ha reflejado”.
Es decir, el Ejecutivo vincula el gravamen con la escasa remuneración de los depósitos que ofrece el sector. De hecho, en el comunicado del Ministerio de Finanzas se dice que los bancos que ya remuneran sus depósitos “no tendrán un impacto significativo como consecuencia de la norma”. Eso sí, falta por conocer cómo se aterrizará esta excepción en la norma.
A falta de conocer la letra pequeña, lo que se sabe hasta el momento es que el impuesto se pagará solo una vez (en el primer semestre de 2024) y gravará con un 40% el exceso de ingresos en el margen de intereses. Además, solo se aplicará sobre los bancos que hayan aumentado el margen al menos un 5% en 2022 respecto a 2021 o un 10% en 2023 respecto a 2021. Todo ello, según matizó la noche del martes, con un límite: el 0,1% del activo.
Así, pese a la explicación inicial y la rectificación posterior, la tasa cuenta con más incógnitas que certezas. “Todavía parece haber un poco de confusión en cuanto a si este límite se aplicaría a los activos totales del banco, a los activos totales en Italia o incluso a sus activos ponderados por riesgo”, destaca una nota de la firma LMR Partners.
Por el momento, lo único seguro es la sangría provocada en los mercados. Las caídas del martes superaron incluso el 10% en Banca Monte dei Paschi di Siena y BPER banca. Tras la debacle, llegó el paso atrás del Gobierno para garantizar que las entidades “no tendrán un impacto significativo como consecuencia de la norma”. Así, el sector financiero respiró algo más tranquilo tras una jornada de infarto. Aunque el retroceso solo se maquilló en parte porque las firmas siguen por debajo de sus cotizaciones del lunes. En la jornada de este miércoles, Finecobank subió un 7%, Banco BPM un 5,5% y Unicredit casi un 4,5% en una jornada en la que la Bolsa de Milán recuperó los números positivos. Un poco por detrás quedó Intesa Sanpaolo (+2,27%) y BPER (2,21%).
Críticas al BCE
La primera ministra italiana justificó la tasa por el incremento de los ingresos tras las alzas de los tipos del Banco Central Europeo (BCE), al que criticó abiertamente. “Vivimos una fase complicada y la respuesta del BCE ha sido intervenir con una política de tipos de interés muy fuerte. Esto aumenta los precios, el coste del dinero y de las hipotecas, los préstamos existentes y provoca una contracción de la economía”, aseguró.
Meloni reclamó asimismo altura de miras al sector financiero: “Es crucial que el sistema bancario se comporte correctamente”. Matteo Salvini, vicepresidente del Gobierno, abundó en las críticas al BCE y tildó de decisiones “erróneas” las subidas del precio del dinero por las consecuencias que tiene sobre las familias. De hecho, el Ejecutivo dice que destinará la recaudación a apoyar a familias y empresas ante las dificultades asociadas al alto coste del dinero.
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