Joan Franco (Tecniberia): “La mayoría de las ingenierías pierden dinero en España”

El presidente de la patronal urge una revisión de la contratación pública para evitar la temeridad en las ofertas

El presidente de la patronal de la ingeniería Tecniberia, Joan Franco.

La ingeniería española tiene un serio problema económico en el mercado doméstico, que va a más con el paso de los años y que ha erosionado su atractivo para atraer jóvenes a la carrera. Así lo cuenta el presidente de la patronal Tecniberia, Joan Franco, quien pone el sistema de contratación púbica como principal causa de las horas bajas que vive el sector.

“La mayoría de las ingenierías pierden dinero en España. Se abusa del encargo a los medios propios de la Administración, Ineco y Tragsa, sin que medie una adecuada justificación de urgencia o necesidad de confidencialidad en determinados proyectos. Y cuando hay concurso, con alta ponderación de la oferta económica, el modelo favorece bajas insostenibles”, argumenta el representante de Tecniberia en un encuentro con Cinco Días.

Franco se queja de que la ingeniería pública esté gestionando el grueso de los fondos europeos relacionados con la elaboración de proyectos, control de obras, etcétera: “Calculo que en torno al 70% de lo que ha movido Adif lo está desarrollando Ineco”.

El sector, que genera cerca de 10.000 millones anuales en ingresos, mantuvo una larga lucha con el Gobierno para que se reconociera el carácter intelectual de los trabajos de ingeniería. Con ello, las ofertas técnicas pasaron a tener mayor peso que las económicas en los concursos públicos. Sin embargo, Franco denuncia que no ha sido suficiente: “Para evitar la guerra de precios, que va en detrimento de la calidad de los servicios, debe darse una ponderación del 80% a la propuesta técnica, por un 20% a la económica. De este modo, se conseguirían ofertas cercanas al presupuesto que ha fijado la propia Administración y se evitarían sobrecostes posteriores en la ejecución de los proyectos”, afirma el representante del sector, “necesitamos la implicación de todos los agentes que participan en la contratación pública para que no se acepten las bajas temerarias”.

Otra demanda al Ministerio de Transportes, coincidiendo con otros agentes de la obra y servicios al sector público, es la recuperación de la revisión de precios: “Un 90% de nuestros costes son laborales y no contamos en estos momentos con un mecanismo que reequilibre sobrecostes derivados de la actualización de los convenios, además de otros costes que soporta una ingeniería”.

Tecniberia firmó en enero un convenio que prevé un alza salarial del 10,44% en tres años. “¿Qué pasará en el próximo convenio? A día de hoy no hay certeza. Imaginamos que los salarios volverán a subir, pero las empresas ofertarán por trabajos que van más allá de la vigencia del actual convenio y lo harán con total incertidumbre si no se contempla una revisión de precios”.

Tirón local

Las 70 referencias de Tecniberia, con una plantilla de 50.000 empleados, sumaron unos ingresos de 6.200 millones en 2022, lo que supone un alza del 14,6% respecto al año anterior. Lo habitual es que no más de un 20% proceda del mercado español, a excepción del pasado ejercicio por el impulso de los fondos europeos y la licitación. Las ventas agregadas en el mercado doméstico fueron de 1.860 millones, lo que situó su peso en el 30% del total. El resto vino de fuera, de un total de 90 países, “que es donde las ingenierías españolas encuentran márgenes y son demandas por la experiencia acumulada, conocimientos técnicos y tecnológicos, agilidad y capacidad para trabajar en joint venture con otras empresas”, expone Joan Franco.

Con un terreno de actuación que va desde la planificación y diseño hasta la supervisión, construcción y operación de todo tipo de infraestructuras, las ingenierías españolas crecen en Norteamérica, Oriente Medio, África o Australia, desde posiciones ya consolidadas en Europa y Latinoamérica.

El largo enfrentamiento en España entre trincheras de ingenierías privadas y las que ocupan las públicas ha provocado la salida de Ineco y Tragsa de Tecniberia. Estos dos medios propios de la Administración seguirán teniendo presencia en la negociación del convenio sectorial, pero poco más. Esta separación, más o menos amistosa, es expuesta ahora por Franco ante los distintos grupos de ingenierías existentes en el país para reagrupar el sector en torno a Tecniberia. “La ingeniería española está muy atomizada, pero uno de los objetivos en Tecniberia es la unidad de acción”. Joan Franco defiende el papel que juegan las asociaciones autonómicas, pero llama a todo el sector a volver a una casa que en los años del boom inversor en España contó con más de 300 referencias.

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