Tecniberia se impone en la batalla contra la contratación por subasta de Aena
El TACRC avala que los servicios intelectuales no pueden adjudicarse como lo hacía la empresa pública
Victoria de la patronal de la ingeniería Tecniberia contra la práctica de Aena de contratar a través de subastas electrónicas. El Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales (TACRC) ha dado la razón al colectivo empresarial en el recurso contra uno de los concursos del operador aeroportuario. En él, la adjudicación se decidía en subasta entre las compañías que habían demostrado solvencia técnica.
La sentencia avala que los servicios de ingeniería y arquitectura son de carácter intelectual, a los efectos de las leyes de contratación pública. Como tales, los contratos a este sector no pueden ser otorgados por subasta.
Desde Tecniberia se insistió ayer en que la ingeniería no ha de ser contratada por precio, un asunto contra el que ha presentado batalla durante años. Aena llegó a eliminar de sus pliegos la subasta electrónica, pero Tecniberia sigue quejándose de que resuelve sus contratos seleccionando las ofertas más baratas. Una situación que generará nuevos recursos o impugnación de concursos.
El sector insiste en que el ahorro en la contratación de los proyectos de obra imposibilita la ingeniería de excelencia y ha provocado la desaparición de empresas, además de motivar sobrecostes posteriores en la ejecucion. Tecniberia recuerda que en EE UU la Brooks Act prohíbe adjudicar estos servicios con intervención sobre el precio.
Barreras para un buen servicio
Tecniberia lamenta, a través de un comunicado, que “los honorarios que pagan la mayoría de las administraciones son una fracción de los precios que se pagan en otros países”. De este modo, se hace inviable el empleo fijo o la formación. “El primer sueldo de un ingeniero en España hace 15 años era un 50% superior al de hoy y nadie se puede sorprender al ver como el mejor talento huye de la ingeniería española”, se añade desde el colectivo.
Para la patronal, que hace un llamamiento de unidad a todo el sector, el ideal sería llegar a la adjudicación solo por criterios técnicos, como sucede en EEUU o en Alemania, y pagar los servicios por tarifas o precio tasado. Ante la lejanía de ese objetivo, se da por satisfecha con que se adquieran los procedimientos que utiliza la propia Unión Europea, el Banco Europeo de Inversiones o el Banco Mundial y el resto de los países europeos desarrollados.
Esto pasa por fijar honorarios orientativos que permitan realizar ingeniería de excelencia, el uso de la fórmula que utilizan estos organismos para valorar el precio, y que los criterios técnicos tengan un peso del 80% para adjudicar este tipo de servicios.