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PGA y su rival saudí LIV ponen fin a la guerra del golf y sumarán fuerzas en un pacto milmillonario

El fondo soberano del país de Oriente Medio creo en 2021 una alternativa al circuito tradicional y atrajo a estrellas mundiales a golpe de talonario

US golfer Dustin Johnson
Imagen del golfista estadounidense Dustin Johnson, en uno de los torneos del saudí LIV.MICHAEL REYNOLDS (EFE)

Fin a la guerra de los derechos mundiales en torno al golf de elite a cambio de miles de millones. El PGA Tour, el europeo DP World Tour y su rival saudí LIV Golf han cerrado una sorprendente fusión que pone fin a una disputa sísmica y deja claro una vez más que el dinero procedente de Oriente Medio influye cada vez más en el deporte mundial... como ha quedado claro esta misma semana con el adiós repentino de Karim Benzema del Real Madrid.

La batalla ha cautivado durante meses a los aficionados y ha llegado a dividir a los jugadores, después de que LIV Golf desembolsara millones para atraer a algunos de los jugadores más importantes del tradicional circuito de la PGA a su propio circuito.

Con su subsistencia amenazada, la PGA pronto se encontró en una enconada batalla legal, con miles de millones de dólares en juego para las ligas de golf, cadenas de TV, anunciantes y atletas. “Después de dos años de trastornos y distracciones, éste es un día histórico para el juego que todos conocemos y amamos”, dijo el comisionado Jay Monahan en un comunicado.

LIV Golf, creada en 2021 por el fondo soberano de Arabia Saudí, fue ganando adeptos con el fichaje de algunos de los grandes del deporte.

Ahora, ambas compañías dijeron que el acuerdo alcanzado pondría fin a todos los litigios pendientes, pero no han revelado los detalles o las cuantías finales.

Como parte del acuerdo, el FPI está dispuesto a invertir miles de millones de nuevo capital en la nueva entidad. El gobernador del fondo saudí, Yasir Al Rumayyan, también golfista, será el presidente de la nueva entidad, que también incluye el torneo europeo de golf.

El PGA Tour cuenta con miles de millones de dólares en contratos de retransmisión y numerosos patrocinadores corporativos, como FedEx, Citigroup, Charles Schwab y Rolex. LIV había argumentado que el poder del PGA Tour había frustrado sus esfuerzos para llegar a acuerdos para los derechos de transmisión y patrocinios.

LIV Golf, por su parte, atrajo a varios golfistas destacados del PGA, como Phil Mickelson y Cameron Smith, con cuantiosos pagos en efectivo. Sin embargo, a LIV le costó encontrar socios emisores para que sus torneos obtuvieran ingresos y más audiencia.

La relación entre LIV y la PGA pronto derivó en insultos y pleitos. LIV demandó al PGA Tour el año pasado por comportamiento monopolístico al aplicar normas restrictivas destinadas a impedir que los golfistas jugaran en ligas rivales.

La PGA contrademandó asegurando que LIV presionó ilegalmente a los jugadores para romper sus contratos con el circuito estadounidense, ofreciéndoles exorbitantes sumas de dinero. Se esperaba que el caso fuera a juicio en mayo de 2024.

Una vez que el nuevo acuerdo sea definitivo, el FPI calibrará el volumen de inversión necesario, dijo Al-Rumayyan en una entrevista en CNBC. Al-Rumayyan no quiso entrar en más detalles, excepto que la cantidad sería de “miles de millones”.

Las entidades tienen que negociar con el objetivo de alcanzar un acuerdo definitivo “en semanas”, añadió Al-Rumayyan. Las negociaciones incluirán cuánto dinero invertirá la FIP en la entidad y cuándo podrán participar los jugadores en las pruebas de ambos circuitos

El PIF, el fondo saudí, fue asesorado por el banquero Michael Klein y Amanda Staveley de PCP, según fuentes familiarizadas con la situación.

La posible fusión aún tiene muchos obstáculos. El Departamento de Justicia de Estados Unidos lleva investigando a PGA Tour por su disputa con LIV desde el verano pasado. La división antimonopolio de la agencia había estado investigando a los golfistas que fueron suspendidos por la PGA por unirse a la gira LIV.

Si se despeja cualquier cuestión reglamentaria, la nueva competencia sería la última gran victoria del dinero de Arabia Saudí en el deporte mundial. El príncipe heredero Mohammed bin Salman ha hecho del deporte un pilar clave para diversificar la economía del petróleo, y el reino ha gastado miles de millones de dólares para apoyar ese esfuerzo.

Sin embargo, los críticos -incluido el PGA Tour- y los defensores de los derechos humanos han dicho que que estos esfuerzos pretenden mejorar la reputación del país, empañada por el asesinato de Jamal Khashoggi en 2018.

En 2021, el FPI lideró un consorcio que adquirió el club de la Premier League inglesa Newcastle United FC por más de 300 millones de libras (372 millones de dólares) y Arabia Saudí está estudiando una candidatura conjunta para albergar la Copa Mundial de la FIFA 2030. Cristiano Ronaldo, que firmó un contrato por valor de 200 millones de dólares al año, y el argentino Lionel Messi podría fichar por por 400 millones de dólares al año, son las grandes presas de una liga a la que también parece que se sumará Benzema.

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