Así controla Del Pino su participación del 20% en Ferrovial: a través de Holanda y con conexiones en Malta

La familia gestiona un patrimonio de 1.400 millones de euros en tres sicavs

El presidente ejecutivo de Ferrovial, Rafael del Pino.Bob Daemmrich (Corbis via Getty Images)

El presidente ejecutivo de Ferrovial, Rafael del Pino, es el primer accionista de la constructora con el 20,44% del capital, según los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La participación en la firma, que acaba de anunciar que cambiará su sede a Países Bajos, se canaliza a través de la sociedad Rijn Capital, con sede en ese país, tal y como consta en la documentación depositada en el supervisor. La sociedad está domiciliada en Ámsterdam, tiene como objeto social la tenencia de “participaciones financieras”, cuenta con una plantilla de cuatro empleados y posee un capital social de 200,4 millones de euros, según el registro mercantil neerlandés.

Rijn Capital (registrada por primera vez en Ámsterdam en julio de 2008), está controlada prácticamente en su totalidad por Del Pino. El presidente de Ferrovial transfirió sus acciones a este vehículo en 2015 tras la reorganización de la participación familiar por la disolución de la sociedad Portman Baela, que controlaba más del 40% de Ferrovial.

A precio de mercado, el 20,44% de la compañía está valorado en unos 3.900 millones de euros, sobre una capitalización total de 19.300 millones de euros. La participación total conjunta de la familia Del Pino en Ferrovial asciende a un 32,79%, pues al 20,44% de Rafael (presidente), se suma el 8,2% de su hermana María y el 4,154% de su hermano Leopoldo.

El director ejecutivo de Rijn Capital es Rafael del Pino Fernández-Fontecha, hijo del presidente ejecutivo de Ferrovial, que comenzó su mandato al frente de esta sociedad en 2019. Además, entre los consejeros no ejecutivos se encuentra otro de los hijos del empresario, Juan del Pino Fernández-Fontecha, así como el propio Rafael del Pino. Según la investigación del Consorcio Internacional de Periodistas conocida como los Paradise Papers publicada en 2017, Rijn Capital está participada por Boreas Shipping Limited, una sociedad cuya sede se encuentra en La Valetta, Malta, según el registro mercantil del país, con una menor carga fiscal. Esta última firma tiene a su vez una filial en Madrid. La empresa asegura que son empresas independientes.

Según las cuentas del registro neerlandés, Rijn Capital recibió en 2021 (las últimas disponibles) ingresos por intereses de 884,26 millones de euros y registró un beneficio de 874,45 millones, para unos activos de 4.600 millones. De acuerdo con su participación en el capital de Ferrovial, la firma pudo recibir ese ejercicio unos 92 millones de euros, puesto que la empresa repartió ese año 462,8 millones de dividendos. El resto de los beneficios de Rijn Capital proviene de otras inversiones que las cuentas depositadas en el registro no detallan. En 2020, sin embargo, Rijn Capital perdió 560,7 millones, según sus cuentas. Un año antes, en 2019, la sociedad obtuvo unos beneficios de más de 1.499 millones de euros.

Más allá, los Del Pino son de las pocas grandes familias españolas que han optado por mantener su fortuna a través de sicavs. Gestionan su patrimonio, o parte de él, en tres de estos vehículos fiscales —cuya laxa tributación se ha endurecido en los últimos años, forzando la desaparición del 80% de ellos—. Chart Inversiones es la mayor de estas sicav, con 591 millones de patrimonio al cierre de 2022, un 46% más que un año antes. Le siguen Allocation, con 477,3 millones de patrimonio, y Swift Inversiones, con 331,7 millones. Los tres vehículos sufrieron pérdidas el año pasado —entre el 6,6% y el 14,7%—, ejercicio marcado por fuertes caídas en renta fija y variable.

En el caso de Allocation, presidida por otro hermano Del Pino, Joaquín, el 39,2% de sus inversiones financieras provienen de Luxemburgo y otro 25,6% de Irlanda —donde radican buena parte de los fondos en los que invierte—. Los porcentajes son similares en el caso de Chart Inversiones.

La familia optó a finales del año pasado por liquidar una cuarta sicav, Keeper, que a mediados de 2022 tenía 54 millones de euros de patrimonio. Contaba con 147 accionistas, según sus últimos recursos, lo que podría dificultar cumplir con las nuevas exigencias de Hacienda para mantener su tributación en sociedades al 1%.

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