Buenaventura anima a los minoristas a invertir en Bolsa como vía para batir a la inflación
La CNMV advierte de que es difícil lograrlo con la renta fija
Con un IPC que en enero rebotó ligeramente hasta el 5,8% batir a la inflación se antoja cuanto menos complicado para los inversores más conservadores. Mientras que la rentabilidad de los depósitos bancarios sigue anclada en el 0,64%, según los últimos datos, en las últimas semanas la imagen de pequeños inversores haciendo cola para comprar letras del Tesoro de forma presencial en las distintas oficinas del Banco de España han copado titulares y conversaciones.
El repunte de las rentabilidades de la deuda ha llevado al Tesoro a colocar letras a 12 meses a un precio del 2,813% esta semana, lo que ha disparado el interés de los minoritarios por este tipo de producto, que a pesar de la rentabilidad ofrecida aún está lejos de ofrecer una rentabilidad real positiva –descontando el impacto de la inflación–.El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Rodrigo Buenaventura, instó ayer a seguir impulsando la Bolsa española para que “no sea coto cerrado para las personas de mayor renta o riqueza, y para que los ciudadanos puedan complementar con sus ahorros su futura pensión de jubilación invirtiendo en activos a largo plazo que, especialmente en épocas de elevada inflación, les ofrezcan rentabilidades reales positivas, cosa que no siempre es fácil obtener con activos más conservadores como la renta fija”.
Buenaventura, que participó ayer en un foro sobre las ventajas de cotizar en Bolsa para las empresas organizado por la CNMV y BME, insistió en la necesidad de que más empresas salgan a Bolsa para favorecer “la recuperación y la transformación de la economía española y europea”. Aprovechó así para recordar que las empresas europeas tienen mucha más dependencia de la financiación bancaria que las estadounidenses –un 30% frente al 10%–, una situación que, según recordó, “se hace más palpable en estos momentos de encarecimiento de los costes de financiación”.
El consejero delegado de BME, Javier Hernani, destacó por su parte la importancia de que el mercado avance en busca de una “mayor eficiencia y mayor liquidez”.
Tras un 2022 marcado por la sequía en el mercado de estrenos bursátiles en la Bolsa ante la elevada volatilidad del mercado –solo se llevó a cabo la OPS de OPDE–, la presidenta del Instituto Español de Analistas, Lola Solana, reconoció que el principal freno para que se produzcan nuevos debuts “es un tema cultural”. Por su parte, Oriol Pinya, presidente de Spaincap, reconoció que la incertidumbre de las salidas a Bolsa –muy dependientes de la evolución del mercado– ha favorecido que en los últimos años se pongan en marcha frecuentemente procesos conocidos como dual track, en el que la colocación en Bolsa compite con la venta a un fondo.
Pinya reconoció, por otro lado, que el mercado de capital riesgo está empezando a ajustar precios ahora, como el año pasado hizo la renta variable. “Los mercados cotizados son más rápidos en el ajuste. Los private equities están empezando a ajustar ahora y en procesos de negociación bilateral, al vendedor le cuesta reconocer que su compañía ya no vale lo que valía”, apuntó.
La Bolsa de Madrid dice adiós a los paneles de cotización
El Palacio de la Bolsa de Madrid se despide, al menos temporalmente, de los paneles de cotización que alberga el parqué. BME, propiedad del grupo suizo Six, va a llevar a cabo unas obras con las que sustituirá el hasta ahora sistema de paneles por uno más moderno. Con ello desaparecerá el histórico ruido metálico de la variación de las cotizaciones.
El silencio llegó al parqué de la Bolsa de Madrid en 2009 cuando el mercado de corros, donde los antaño gritos de “tomo” o “doy” eran ya testimoniales, fue reemplazado por el corro electrónico y los agentes de Bolsa desaparecieron del parqué.