Las pymes necesitan impulso para ampliar fronteras
La principal dificultad para internacionalizarse sigue siendo la legislación de los países de destino y su sistema aduanero
Tras la crisis financiera internacional de 2008 y la recesión mundial posterior, las exportaciones de países vecinos como Italia y Francia cayeron entre 2007 y 2013 un 10% y un 7%, respectivamente. Sin embargo, las exportaciones de España aumentaron un 13%. Entre 2005 y 2008, un 48% de las empresas españolas eran exportadoras. En 2012 lo eran un 51%. Algunos denominaron a este fenómeno “el milagro exportador español”.
Las exportaciones en España marcaron máximos históricos entre enero y junio de 2022, rozando los 223.000 millones de euros, un 24% más respecto al mismo semestre del año anterior, según el último informe del Instituto Español de Comercio Exterior (Icex). Se situaron por encima del crecimiento de países muy fuertes como Estados Unidos, China o Alemania. Datos recientes de la agencia estadística Eurostat muestran que las pymes representan el 51,1% del valor de las exportaciones y el 53,5% de las importaciones en España.
El Covid-19 se llevó por delante a 530.000 pymes en nuestro país en apenas medio año, según un estudio realizado por el INE. Un fuerte varapalo que no cambia el hecho de que las pequeñas y medianas empresas componen hoy el 99,9% del tejido empresarial de nuestro país, generan el 65% del PIB y el 75% de los puestos de trabajo. Son, desde cualquier ángulo, absolutamente fundamentales para nuestro sistema económico y su criticidad debe ser apoyada con, entre otras medidas, soporte de cara a poder crecer y consolidarse más allá de nuestras fronteras.
En un momento de incertidumbre como el actual, en el que no se descarta una nueva crisis global a corto plazo, y pese a que las características y el contexto macro son diferentes a los de 2008, una cosa es clara: cuidar nuestras exportaciones es fundamental y, además, a diferencia de 2008, contamos con un e-commerce muy consolidado que puede potenciar estas exportaciones, muy especialmente en el colectivo pyme.
Pero las pymes necesitan infraestructura y apoyo para crecer y abrirse más al extranjero. En la mayoría de las ocasiones, la principal dificultad de acceso a mercados externos radica en todo lo que tiene que ver con la legislación de los países de destino, con las características de las aduanas o con los costes con los que se van a encontrar estas empresas cuando vendan allí. Necesitan soporte, formación e información sobre exportación y aduanas, costes, aranceles y tasas, así como de las posibles limitaciones a la importación y/o exportación en cada país.
Las cámaras de comercio son una herramienta muy valiosa. Mención especial merece una de las propuestas de la Cámara de Comercio de España al Gobierno, que asumirá la presidencia del Consejo de la Unión Europea el próximo 1 de julio, con la petición de un decidido apoyo a las pymes para impulsar la adopción de estrategias de compartición de datos y ciberseguridad comunes. Crucial para un e-commerce cada vez más seguro. También hay diferentes programas importantes desde las distintas administraciones públicas, pero hay que seguir añadiendo medidas que impulsen y favorezcan el crecimiento de las pymes españolas reforzando su competitividad fuera de nuestras fronteras.
Los operadores logísticos con capacidad de gestionar envíos internacionales tenemos también una enorme responsabilidad para con este colectivo en un contexto en el que el uso de plataformas de compra online no ha hecho más que crecer. ¿Todavía hay quien dude que el e-commerce ha llegado para quedarse? Diversas fuentes sostienen, de hecho, que en 2025 representará el 14% del total de las ventas de todo el país.
Y, aviso para navegantes: las pymes que tienen un canal de venta online B2C bien desarrollado e implementado, así como las que llevan más tiempo vendiendo online moda, deportes, cosmética, perfumería y electrónica de consumo- están especialmente bien posicionadas para ampliar sus miras y crecer, también fuera de nuestras fronteras. Se está observando un crecimiento interesante en los sectores de sanidad, tecnología, ingeniería, fabricación y automoción y, como tendencias de implantación, destacaríamos la sostenibilidad y la digitalización, que han llegado irremisiblemente a la pyme para quedarse y para las que los fondos Next Generation son de enorme ayuda.
¿Qué debe exigir una pyme española a un proveedor logístico si quiere abrir mercados en otros países? Básicamente, amplia cobertura en mercados internacionales, con capacidad de entrada en los cinco continentes –y especial mención a Latinoamérica–, asesoramiento personalizado de temas legales y aduaneros en destino, disponibilidad de soluciones digitales para realizar envíos y devoluciones (mejoran la experiencia de los consumidores, un factor clave para fidelizar clientes), seguimiento en tiempo real del estado de sus envíos internacionales y poder optar a una amplia variedad en opciones de entrega para una mejor experiencia de tus clientes.
Todo ello sin perder de vista la sostenibilidad. Las políticas gubernamentales y la conciencia ecológica de los ciudadanos (consumidores) ejercen una presión cada vez mayor sobre las empresas para que adopten prácticas más sostenibles y ecológicas en todos los aspectos del negocio. Y esto también incluye la logística. Contar con empresas que tengan un claro compromiso –y lo ejecuten– con minimizar el impacto ambiental de las actividades logísticas es un imperativo. El 50% de los clientes digitales aseguran que las problemáticas ambientales influyen en sus decisiones de compra.
Los operadores logísticos tenemos que ser un punto de referencia para ayudar a las pymes españolas, asesorándolas y ayudándolas a ser más competitivas en los mercados internacionales. Esto se traducirá en una magnífica oportunidad de desarrollo para ellas y en una fuente de riqueza en el país.
Miguel Borrás es Director general de DHL Express España